Las divisiones sobre la guerra en Gaza también llegan a los campus de EE.UU.
Nueva York, 3 nov (EFE).- La guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás muestra a un gobierno estadounidense incondicionalmente alineado con Israel, pero en la sociedad estadounidense surgen cada vez más voces críticas que traducen profundas divisiones internas.
Las divisiones han atravesado el mundo cultural y la industria del cine, pero sobre todo el universitario.
Ha sido en los campus de la costa Este, sede de las universidades más prestigiosas, donde quizás más abiertamente se han manifestado sensibilidades discordantes con la postura oficial.
Columbia (Nueva York), por ejemplo, ha acogido en las últimas semanas protestas pro palestinas y pro israelíes que reflejan la polarización de la población más joven en una sociedad multicultural y han contribuido a tensar el ambiente, aunque este mismo miércoles y el jueves la presencia policial parecía diluir cualquier animosidad, según pudo constatar EFE.
Los pronunciamientos no han estado exentos de polémica; en Harvard (Massachusetts) 34 grupos estudiantiles pro palestinos consideraron en un comunicado publicado el 8 de octubre al "régimen israelí totalmente responsable por toda la violencia" porque los ataques "no han surgido de la nada".
¿Listas negras de estudiantes pro palestinos?
Importantes donantes de Harvard consideraron aquella carta apologética de Hamás y han estado presionando a sus directivos para que tomaran distancias, amenazando con dejar de financiarlas, e incluso pidiendo identificar a los firmantes para ponerlos en listas negras; comportamientos que se han visto repetidos en otras instituciones.
Entre esos donantes hay figuras poderosas del mundo de los negocios y Wall Street, como los multimillonarios Lee Wexner (L Brands), Ken Griffith (Citadel), Marc Rowal (Apollo), Bill Ackman (Pershing Square) o Ronald Lauder, presidente del Congreso Mundial Judío y heredero del imperio de cosméticos Estée Lauder.
La dirección de Harvard, en el centro de esta "batalla académica", tomó entonces distancias con los estudiantes pro palestinos, y su presidenta, Claudine Gay, dijo que condenaba los ataques de Hamás, pero también indicó que los alumnos "tienen derecho a hablar" y que ningún grupo se había expresado en nombre de la institución como tal.
Mientras, los presidentes de varias importantes universidades religiosas de diferente fe, incluyendo Yeshiva University (judía), University of Notre Dame (católica), Dillard University (protestante) y los sistemas públicos de Nueva York -CUNY y SUNY-, se han pronunciado conjuntamente en apoyo a Israel y rechazando a Hamás.
A vueltas con el antisemitismo
La derecha estadounidense, habitualmente quejosa por el exceso de "corrección política" y la falta de debate en los campus sobre asuntos sensibles como la razo o el sexo, ha sido en esta ocasión la primera en posicionarse contra las críticas a Israel, utilizando el anatema del antisemitismo.
También la Casa Blanca ha dicho que está tomando medidas para combatir el antisemitismo en los campus ante un repunte de incidentes de odio desde los ataques Hamás del 7 de octubre, aunque el miércoles la vicepresidenta Kamala Harris quiso corregir el tiro y habló también del peligro de la islamofobia.
En una carta en el periódico estudiantil Columbia Spectator, los Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP, siglas en inglés) y Voces Judías por la Paz (JVP), organización judía progresista, denunciaron juntas que los activistas pro palestinos "son mal etiquetados como antisemitas y terroristas", y que grupos "sionistas" en EE.UU. les están acosando.
"Han creado 'listas de terror' con datos personales de activistas estudiantes por Palestina para intimidarlos y silenciarlos. Notablemente, estudiantes musulmanes de Columbia ya están en esas listas, y están intentando activamente identificar a los líderes de JVP y DE SJP", indicaron.
La Liga Anti Difamación, que lucha contra el antisemitismo, instó la semana pasada en una carta abierta a unas 200 universidades estadounidenses a investigar a los grupos estudiantiles pro palestinos por presunto apoyo al terrorismo; inmediatamente, la SJP acusó a la Liga de "demonizar las tácticas no violentas" de sus activistas, a CNN.
Un clima de censura "macarthista"
Al debate se ha sumado la prestigiosa Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU), que el miércoles respondió a la Liga con un pronunciamiento contra todo intento de coartar la libertad expresión y académica en los campus, y alertó de que lo que sucede actualmente recuerda a las épocas del "macarthismo", en referencia a la paranoia persecutoria desatada en la Guerra Fría contra cualquier simpatizante del comunismo.
Mientras, en el estado de Florida las autoridades ya han empezado a aplicar mano dura: el gobernador republicano Ron DeSantis ordenó el veto de dos organizaciones locales del SJP, argumentando que están asociados a Hamás y han violado leyes estatales contra el antisemitismo.
Según datos de Pew Research Center de 2018, los más recientes, en Estados Unidos hay unos 3,45 millones de musulmanes en EE.UU. y, debido a su rápido crecimiento en la población, este podría ser el segundo grupo religioso mayoritario en el país para 2040, sustituyendo en ese puesto a los judíos.
(c) Agencia EFE