Diseñador del vestido de Marilyn Monroe desaprueba que Kim Kardashian lo llevara en la gala del Met

Diseñador del vestido de Marilyn Monroe desaprueba que Kim Kardashian lo llevara en la gala del Met

El paso por la alfombra roja de Kim Kardashian durante la gala del Met, presumiendo un famoso vestido de Marilyn Monroe, ha dado mucho de qué hablar. Pero ningún comentario ha resonado tanto como el del diseñador Bob Mackie, quien dibujó el glamuroso atuendo para Jean Louis, con el que la inolvidable rubia celebró el cumpleaños del fallecido presidente John F. Kennedy en 1962.

Más que agradarle la idea de que su diseño volviera a ver los reflectores mundiales, el creador de 82 años reprobó que la estrella de telerrealidad portara el legendario vestido.

"Creo que fue un error enorme", confesó el diseñador a Entertainment Weekly. "[Marilyn] era una diosa. Una diosa loca, pero una diosa. Era simplemente fabulosa. Nadie fotografía como ella. Y [el vestido] fue hecho para ella. Fue diseñado para ella. Nadie más debería ser vista en ese vestido".

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Photo by Gotham/Getty Images Kim Kardashian-Met Gala 2022

Si bien el atrevimiento de Kardashian de enfundarse un diseño tan icónico fue aplaudido por unos, otros igual que Mackie se han mostrado han expresado su disguto. Varios historiadores lo consideraron irrespetuoso para la integridad del vestido y su incalculable valor histórico, de acuerdo a People.

"[El look] fue irresponsable e innecesario", declaró Justine De Young, profesora de la Historia de la Moda en el Instituto Tecnológico de Moda. "Ella puede… y lo hizo… encargar una réplica que hubiera sido idéntica al original. Una pieza tan icónica para la historia estadounidense no se debe arriesgar a ser dañada solo por realzar el ego y para ser fotografiada".

El historiador Scott Fortner aseguró que la despampanante Monroe deseaba que el modelo que usó para interpretar su propia versión del "Feliz cumpleaños" al presidente fuera totalmente único.

"Cuando Marilyn supo que estaría cantando en la gala del cumpleaños del presidente John F. Kennedy, se comunicó con [Jean] Louis y le dijo: 'Quiero que diseñes un vestido verdaderamente histórico, un vestido deslumbrante que sea único. Uno que solo Marilyn Monroe pueda usar", explicó Fortner. "Marylin posó desnuda mientras la tela del vestido fue esculpida a su cuerpo para detallar de manera precisa cada curva. La tela, que es una gaza soufflé en color carne, fue importada de Francia, y fue estratégicamente posicionada para que no tuviera que usar ropa interior".

Photo by Liliane Lathan/Getty Images Marilyn Monroe's dress

Fortner detalló que el vestido le quedó a la perfección, por lo que de ser usado por alguien más no sería el ajuste perfecto.

"En este caso, las medidas de Kim Kardashian son un poco diferentes a las de Marilyn. Es lógico asumir que la tela y las costuras fueron estiradas", dijo.

La declaración de Fortner concuerda con las revelaciones de la empresaria, que confesó que tuvo que bajar alrededor de 16 libras para poder portar el vestido. Además, no se lo pudo acabar de cerrar por atrás y tuvo que acudir a una estola para disimular.

"Usaba un traje sauna dos veces al día, corría en la máquina, dejé los azúcares y carbohidratos y solo comí los vegetales más sanos y proteína", confesó Kardashian a la revista Vogue. "No morí de hambre, pero era estricta [en mi dieta]".

Kardashian se convirtió en Marilyn sólo por unos minutos para ser fotografiada durante su paso por la alfombra roja durante la prestigiosa gala, antes de cambiarse a una réplica.

"Soy extremadamente respetuosa del vestido y lo que significa para la historia estadounidense. Nunca quisiera sentarme o comer en él o correr el riesgo de dañarlo y no usaría el maquillaje corporal que usualmente uso. Todo tenía que ser específicamente cronometrado y tuve que practicar subir las escaleras [del Met]", aseguró.

El diseño se convirtió en el vestido más caro del mundo luego de que Marilyn pagara $1,440 en su momento – alrededor de $12,400 actuales, según The Sun. En 1999, fue subastado por un poco más de $1 millón y en el 2016 fue adquirido por el museo Ripley's Believe It Or Not por $4.8 millones.