Yahoo Noticias El dinero de los millonarios rusos sigue seguro en las costas de Florida
La franja costera de Sunny Isles Beach en el sur de la Florida y el exclusivo enclave de Fisher Island están entre las zonas donde viven más personas de alto patrimonio Estados Unidos. También son lugares de esparcimiento para la élite rusa que durante años han atraído la atención de los investigadores de delitos financieros.
Entre sus habitantes están Dmitry Rybolovlev, un multimillonario que le compró una mansión a Donald Trump en 2008 por $60 millones más de su precio de venta apenas unos años antes, y Alexander Yuzvik, quien ha supervisado la construcción de proyectos militares y de inteligencia rusos.
Estas son algunas de las élites a las que la Casa Blanca podría desear dirigir una intensificación de la presión sobre el presidente ruso, Vladimir Putin, cuya invasión de Ucrania llevó al presidente Joe Biden a recurrir a sanciones que ningún presidente había desplegado antes contra una gran potencia.
Al emitir el martes las primeras sanciones no solo contra los oligarcas rusos y los altos funcionarios del Kremlin, sino también contra los miembros de sus familias, la administración espera enviar un mensaje a la élite de Moscú. El mensaje: que su dinero no puede ser salvaguardado a través de conexiones familiares, cuentas bancarias en paraísos fiscales y lujosas propiedades inmobiliarias.
“Estamos ampliando el alcance de las sanciones estadounidenses para impedir que las élites cercanas a Putin usen a sus hijos para ocultar activos, evadir costos y dilapidar los recursos del pueblo ruso. Este es un nuevo enfoque”, dijo un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional a McClatchy y al Miami Herald. “Otras élites rusas y sus familiares están sobre aviso”.
Sin embargo, expertos dijeron que las sanciones aplicadas hasta ahora probablemente tendrán poco impacto en el sur de la Florida.
Cómo funcionan las sanciones
Las sanciones económicas son castigos que se dirigen a un gobierno extranjero, sus funcionarios, ciudadanos privados u otras entidades estatales, ya sea como castigo o en un esfuerzo por desincentivar determinadas políticas.
Pueden abarcar desde la prohibición de viajar y la confiscación de activos dentro de la jurisdicción de Estados Unidos hasta embargos comerciales; desde la prohibición de que las empresas estadounidenses realicen negocios con los designados hasta la prohibición de que los megayates de bandera extranjera entren en los puertos de Estados Unidos. También pueden implicar la prohibición de realizar transacciones en dólares , que constituyen más del 60% de todas las transacciones financieras del mundo.
El Parlamento británico está debatiendo febrilmente cómo adoptar duras medidas contra los oligarcas rusos que podrían estar usando el distrito financiero de Londres como centro de financiación ilícita. Sin embargo, aún no ha habido debates similares en Miami y Nueva York, consideradas por los expertos dos de las principales sedes de los rusos y sus actividades de lavado de dinero.
Los expertos en delitos financieros se preguntan si las sanciones contra Rusia anunciadas el martes —o incluso las que se están estudiando ahora que Putin lanzo una invasión agresiva y a gran escala de Ucrania durante la noche del miércoles— pueden llegar a los activos rusos en las ciudades estadounidenses.
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“Yo no sería optimista. No creo que esto tenga un impacto real”, dijo Anders Åslund, un economista sueco y autor de “Russia’s Crony Capitalism: The Path from Market Economy to Kleptocracy” (El capitalismo de compinches de Rusia: El camino de la economía de mercado a la cleptocracia).
“La gente de Miami no es realmente la gente de arriba”, dijo Åslund. “Se trata de gente cómoda más que de la gente de arriba”.
Las sanciones de Estados Unidos puestas en marcha el martes restringen la capacidad del Kremlin para acceder a las instituciones financieras occidentales, apuntan a algunos de los bancos más grandes de Moscú y ponen en la lista negra a un puñado de los agentes de poder de la más alta élite rusa y a sus familias.
La mayoría de los rusos en Miami ocupan un peldaño inferior en la escalinata del poder ruso, lo que probablemente les exima de esas sanciones por ahora, dijo Åslund.
Entre los individuos bien conocidos con vínculos rusos que han invertido en el área de Miami se encuentran Lev Parnas e Igor Fruman, dos asociados de Rudy Giuliani procesados penalmente que tuvieron una participación clave en los esfuerzos por desenterrar la suciedad de campaña en Ucrania sobre Joe Biden en 2020. Ese esfuerzo llevó a la primera impugnación y absolución del presidente Donald Trump.
Fruman, nacido en lo que entonces era la Unión Soviética, se declaró culpable de una infracción de la ley de financiación de campaña no relacionada. El ucraniano Parnas, condenado en un juicio por delitos de financiación de campaña, se ha convertido en un crítico de Trump y del régimen ruso.
Moscú frente a Miami
No todos los bienes raíces de propiedad rusa en Miami usan dinero sucio, y no todo el dinero sucio en Miami es ruso: Sunny Isles Beach también ha experimentado un auge de la inversión extranjera procedente de América Latina y recientemente también ha atraído el interés europeo, según agentes inmobiliarios locales.
Pero quienes se ganan la vida rastreando la financiación ilícita dicen que el dinero ruso ha dado forma a Sunny Isles Beach, lo que ha hecho que la ciudad reciba el apodo de “el pequeño Moscú”.
“Sabemos lo que está ocurriendo basándonos en patrones de comportamiento y observaciones de diversas fuentes, al igual que ocurre con partes de Manhattan y partes de Londres. Son conocidos como lugares en los que los bienes raíces conservan su valor de forma fiable”, dijo Julia Friedlander, directora de la Economic Statecraft Initiative del Atlantic Council.
Dado que las propiedades poseídas a través de empresas ficticias anónimas suelen ser un signo de lavado de dinero, algunos países europeos han prohibido estas estructuras. Al igual que el Reino Unido, Estados Unidos también ha intentado adoptar medidas enérgicas, pero con un éxito desigual.
Hace cinco años, los economistas de la Oficina Nacional de Investigación Económica calcularon que la élite rusa tenía unos $800,000 millones en cuentas en el extranjero, una cifra asombrosa que, según los expertos, probablemente haya superado $1 billón en la actualidad.
Un segmento desproporcionado de eso ha fluido hacia la Florida.
Una investigación del Miami Herald de 2016 descubrió que docenas de condominios en Sunny Isles Beach —incluidos algunos con nombres como Trump Palace, Trump Grande y Towers— fueron comprados por ciudadanos rusos.
Las propiedades de Trump suelen tener la marca Trump en lugar de ser construidas por Trump, lo que significa que el magnate recibió una parte de la venta inicial por el uso de su nombre.
Una investigación de Reuters al año siguiente calculó que los rusos habían gastado al menos $98.4 millones en siete propiedades de la marca Trump solo en Hollywood y Sunny Isles Beach.
Oleg Misevra, magnate ruso del carbón que se ha ganado repetidamente los elogios de Putin, compró un penthouse en Trump Hollywood en 2010 por casi $7 millones. El políico ruso Vadim Valeryevich Gataullin compró dos unidades en ese mismo edificio por un poco más de $5 millones en conjunto, y más tarde vendió ambas, informó Reuters.
FinCEN vs el lavado de dinero
En 2016, la Financial Crimes Enforcement Network, conocida como FinCEN, confirmó lo que muchos ya sabían: que Miami y Manhattan eran dos de los lugares de Estados Unidos más atractivos para que quienes lavan dinero usen fachadas opacas. La FinCEN impondría el requisito de que las compañías de seguros de títulos de propiedad de Estados Unidos registraran los nombres de las personas reales que están detrás de las estructuras usadas en la compra de propiedades residenciales en efectivo en varias de las principales áreas metropolitanas, incluida Miami.
La información se registraría para consumo interno, pero no se compartiría con el público.
Como resultado de la iniciativa de la FinCEN, los intercambios sospechosos solo efectivo en Miami y Manhattan se redujeron en 70%, al menos según un análisis de 2018. Pero un estudio publicado este mes por el Anti-Corruption Data Collective puso en duda eso, afirmando que las órdenes de focalización geográfica de FinCEN en realidad han tenido poco efecto, afirmando que el estudio anterior tenía fallas.
El funcionario del Consejo de Seguridad Nacional dijo que la FinCEN está revisando actualmente los comentarios públicos sobre las nuevas regulaciones y que Estados Unidos “continuará trabajando aquí y en el extranjero para llevar más transparencia a las transacciones inmobiliarias”.
“Aumentar la transparencia en el sector inmobiliario ayudará a frenar la capacidad de los funcionarios corruptos y otros delincuentes para lavar el producto de sus actividades ilícitas o ganancias mal habidas”, dijo el funcionario. “También reforzará la seguridad nacional de Estados Unidos y ayudará a proteger la integridad del sistema financiero estadounidense”.
El gobierno de Biden tiene otras medidas que pudiera adoptar. Pudiera citar la Sección 311 de la Ley Patriota y declarar que los bancos o territorios que albergan cuentas en paraísos fiscales se consideren a partir de ahora como de “principal preocupación de lavado de dinero”, cortándoles de hecho las transacciones con los bancos occidentales.
Mientras tanto, el Departamento del Tesoro también está adoptando medidas para reforzar la aplicación de la Ley de Transparencia Corporativa y la Ley contra el Lavado de Dinero, leyes aprobadas en 2020 que pretenden dotar al gobierno de herramientas más eficaces para combatir la financiación ilícita.
Una desaceleración
Los corredores de bienes raíces de Miami-Dade dicen que han visto menos actividad de compradores rusos en los últimos años.
Al menos en Sunny Isles Beach, eso podría deberse a que hace tiempo que no se construye una nueva torre de lujo. Pero eso está a punto de cambiar.
La próxima Bentley Tower en Sunny Isles Beach imitará a la cercana Porsche Tower, que cuenta con elevadores para autos, para que los habitantes puedan dormir en el mismo nivel en el que estacionan sus vehículos. El proyectado St. Regis Sunny Isles competirá con las actuales residencias del Ritz Carlton en la oferta de servicios de primera calidad.
Jon Mann, un agente inmobiliario de The Jills Zeder Group en Coldwell Banker Realty, que se ocupa de las propiedades de lujo, dijo que el flujo constante de compradores rusos en Sunny Isles Beach se desaceleró hace cinco años cuando la moneda rusa, debido a las fluctuaciones del rublo y cuando se aplicaron órdenes específicas de la FinCEN.
Las nuevas construcciones y la sensación de comunidad rusa en la zona podrían seguir atrayendo a nuevos compradores. Pero las secuelas de la guerra en Ucrania también podrían disuadir a los cautelosos.
“Creo que hay que esperar y ver cómo se desarrollan las cosas”, dijo Mann. “No creo que vaya a haber una ola de compradores que vengan aquí con el escrutinio adicional de la administración de Biden con las sanciones que se han puesto en marcha; no creo que quieran un microscopio en sus grandes transacciones en efectivo”.
¿Y en cuanto a los que ya han comprado bienes inmuebles frente a la playa, incluso por medios sospechosos?
“La gente no vende”, dijo Åslund. “Los conservan”.
