Dibu Martínez, el hombre de los números impresionantes en la selección argentina

Dibu Martínez, con la mirada concentrada, sale a calentar antes del partido
Dibu Martínez, con la mirada concentrada, sale a calentar antes del partido - Créditos: @Anibal Greco

SHORT HILLS, Nueva Jersey (enviado especial).- La expresión del público es irrefutable. Cada vez que Dibu Martínez aparece en escena confirma que, quitando del medio a Lionel Messi, máxima estrella mundial, es el más popular y querido. Se pudo comprobar en el caluroso paso de la selección por Atlanta, donde los argentinos no solo se apiñaban en la calle para tener una vista del plantel cada vez que subía al micro rumbo al entrenamiento, sino que pululaban por el lobby a la espera –utópica, por supuesto- de cruzarse con algún protagonista.

También en el estadio Mercedes Benz, en la previa del choque con Canadá, el público estalló cuando el arquero salió a realizar el calentamiento previo. Aullidos para Dibu, el hombre que construyó su propio personaje con su desparpajo, su genuina insolencia y sus desbordes que irritan a todo aquel que se siente oponente. Una suerte de tómalo o déjalo envuelve al personaje público, al que entra en la cancha. Afuera es el pibe al que todos quieren, el loco lindo, el tipo sin filtro, pero frontal. El que tantas veces contó su historia de pelearla de abajo en Mar del Plata, la solitaria incursión a Buenos Aires para triunfar en Independiente, la temprana posibilidad de probar suerte en Inglaterra. Y el reconocimiento total de grande.

Dibu Martínez, después de Messi es el más requerido por la gente
Dibu Martínez, después de Messi es el más requerido por la gente - Créditos: @Aníbal Greco

Hoy Dibu tiene 31 años, estatus de leyenda y detractores en varias partes. En Colombia es tratado de irrespetuoso y ventajero tras aquella definición por penales de la Copa América 2021 en la que patentó la frase que hoy es remera: “Mirá que te como”; en Francia, por ejemplo, es enemigo público número uno después de la final ganada en Qatar, sus bailecitos y sus pullas.

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Es fresco y espontáneo, aunque eso pueda traerle alguna consecuencia. Luego del triunfo ante Canadá, en el debut, irrumpió en plena transmisión cuando un patrocinador iba a entregarle el trofeo de mejor jugador del partido a Julián Álvarez. Dibu se metió, rompió con el protocolo y pidió entregarle el galardón. “La rompiste, pa”, le dijo a Julián, ante la nerviosa mirada del hombre del sponsor. Después habló con los medios argentinos, arremetió contra el estado del campo de juego y deslizó una crítica por el nivel de los rivales que suele tener Argentina en los partidos amistosos. Tómalo o déjalo, así es Dibu.

Pero detrás de todo ese personaje hay un arquero técnicamente estupendo, de una evolución extraordinaria que va más allá de haber atajado penales fundamentales. Seguro en los centros, gigante en los mano a mano, es el prototipo del guardameta ganador, ese que en situaciones de apremio evita el derrumbe (si hay duda con esto último, recurrir al capítulo Kolo Muani de su vida). Lo hizo en el debut ante Canadá con varias tapadas cruciales.

Y a todo esto le sumó algo que también mostró en la noche de Atlanta: la capacidad para poner de cara al gol a un delantero con un saque largo con el pie. Por poco, Messi le hace facturar a Dibu una asistencia memorable. El arquero canadiense Crepeau lo evitó.

Y más allá de todos los conceptos técnicos y subjetivos que se puedan destacar, hay una verdad que indican los números que engrandecen el paso de Dibu Martínez por la selección argentina. El encuentro ante Chile significará el partido número 41 de su carrera con el buzo nacional; así, superará a Antonio Roma y se meterá entre los cinco guardavallas con más participaciones, detrás de Sergio Romero (96), Ubaldo Fillol (54), Roberto Abbondanzieri (49) y Sergio Goycochea (44).

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Tuvo que tener paciencia Dibu, que tras un paso por juveniles, en 2011 fue convocado por Sergio Batista para dos amistosos, ante Nigeria y Polonia, con una selección mayor alternativa. El marplatense estuvo sentado entre los suplentes en sendos cotejos, en los que atajó Adrián Gabbarini. Pasaron poco más de ocho años para que otro seleccionador confiara en sus condiciones; ese fue Lionel Scaloni.

El tapadón de Dibu ante el cabezazo de Eustaquio, cuando el partido ante Canadá estaba 0 a 0
El tapadón de Dibu ante el cabezazo de Eustaquio, cuando el partido ante Canadá estaba 0 a 0 - Créditos: @Anibal Greco

Tomó el puesto en junio de 2021, en las eliminatorias, justamente frente al rival de este martes, Chile. Lo hizo porque el arquero titular, Franco Armani, que venía con un Mundial sobre su espalda (Rusia 2018), estaba enfermo. Dibu no salió más, salvo por fuerza mayor. Se convirtió en un indiscutible y un pilar absoluto del ciclo ganador de Lionel Scaloni. Cuando lo necesitaron, apareció. Héroe en series de penales y en atajadas fundamentales para resguardar un resultado. Es un inamovible y siempre está al servicio de la selección. Desde que tomó el puesto en aquel partido con Chile, solo faltó a cinco convocatorias por distintas lesiones. Y hubo dos partidos más en los que fue citado pero Scaloni prefirió darles rodaje a otros compañeros (Gerónimo Rulli y Walter Benítez).

Los números de Dibu son asombrosos. Posee el coeficiente de goles en contra más bajo de todos los arqueros de la selección (-0.4), pues en los 40 partidos solo le convirtieron 16 goles.

La evolución de Dibu ha sido notable y parece no haber encontrado su techo
La evolución de Dibu ha sido notable y parece no haber encontrado su techo - Créditos: @Anibal Greco

Y el otro aspecto destacable es el de las vallas invictas, una verdadera obsesión para él. De los 40 partidos que disputó, 29 terminaron con su arco en cero. Una cifra enorme.

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Y ahora llega Chile, justamente el rival que fue su puerta de entrada a la selección argentina. El dato es que Dibu se midió en tres oportunidades contra el equipo trasandino y en ninguna pudo conservar su arco en cero. Fue 1 a 1 en aquel debut en las eliminatorias de 2021; mismo resultado en el comienzo de la Copa América de ese año, y triunfo 2 a 1, en Calama, a comienzos de 2022, en el camino hacia Qatar.

Así es Dibu, el que va por más. El de la adoración por sus hijos que lo inspiraron a llevar siempre el 23 en la espalda. Santiago, su primogénito, nació un 23 de junio. Justamente un día como hoy. Las redes fueron su consuelo para saludarlo y celebrarlo mientras se concentra para una nueva misión. A la más pequeña, a Ava, también la lleva en un lugar especial en esta Copa. En su cabeza se hizo marcar las iniciales: S y A. Santiago y Ava. Ellos son el cable a tierra del Dibu que dentro de la cancha se transforma en una criatura de apetito ilimitado.

Emiliano Martínez y un look nuevo, con un corte de pelo en homenaje a sus hijos, Santi y Ava; ellos son el cable a tierra del Dibu que dentro de la cancha se transforma en una criatura de apetito ilimitado
Emiliano Martínez y un look nuevo, con un corte de pelo en homenaje a sus hijos, Santi y Ava; ellos son el cable a tierra del Dibu que dentro de la cancha se transforma en una criatura de apetito ilimitado