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Diagnosticando la depresión por el tono de voz

Diagnosticando la depresión por el tono de voz

Hay ciertos problemas de salud que son propios del Primer Mundo. Algunos que, incluso, pueden llegar a constituir auténticas epidemias. Un ejemplo claro de ello es la depresión, una enfermedad mental cada vez más frecuente en las sociedades avanzadas, muy vinculada con nuestro estilo de vida. El problema es que no resulta sencillo diagnosticarla.

De hecho, se pueden dar los dos extremos: considerar como depresión un estado de ánimo bajo, pero no grave, o todo lo contrario: no considerar como depresión cuadros clínicos de gravedad. La dificultad se encuentra en el diagnóstico, que resulta muy complejo que sea objetivo.

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Y esto es precisamente lo que tratan de evitar con un estudio reciente. Desde hace algún tiempo se sabe que ciertas características de nuestra voz – principalmente cambios de timbre – ayudan a determinar estados depresivos.

Pero claro, por mucho “oído” que tenga un especialista, resulta tremendamente complejo diagnosticar por cambios en el timbre de voz. En todo caso, siendo un ser humano, porque aquí la tecnología puede ayudar, y mucho.

Lo que han puesto en marcha en un estudio reciente es un diagnóstico por inteligencia artificial, que observa los cambios en el timbre de voz del usuario y le indica posibles estados depresivos. Con esta información se debe acudir a un especialista, que puede emplear otros métodos para diferenciar y diagnosticar.

Esta IA se aloja en una pequeña pieza de software a modo de aplicación móvil. Y su funcionamiento es sencillo y resultará conocido para mucha gente. Se activa el programa, que analiza los patrones de voz del usuario, y lanza un aviso cuando detecta patrones que puedan resultar preocupantes.

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Suena parecido a un tracker de actividad. A una de esas aplicaciones que miden nuestros pasos, y cuando alcanzamos un umbral nos avisa de que algo no está bien. La aplicación que se ha desarrollado para la depresión juega con la misma idea.

Pero también ofrece una información más, al igual que hace cualquier aplicación que nos permita realizar un seguimiento de nuestro estilo de vida: nos ayuda a conocernos mejor. Sirve para determinar momentos de mayor ansiedad, qué situaciones modifican negativamente nuestro ánimo – reflejado en nuestro timbre de voz – para así enfocar mejor nuestra vida.

No se trata de una solución directa y perfecta al problema de la depresión, ya que no la trata. Ni siquiera es un sistema de diagnóstico directo. Pero cualquier cosa que ayude a acabar con una epidemia como la depresión clínica mejorará la vida de muchas personas, y no es poca cosa.