El diablo asoma en el discurso del papa Francisco

El temido diablo irrumpió en los dos primeros discursos del papa Francisco, quien ya en sus tiempos de primado de la Iglesia argentina culpó a satanás de estar detrás de la iniciativa para legalizar el matrimonio homosexual. (AFP | Giuseppe Cacace)

El temido diablo irrumpió en los dos primeros discursos del papa Francisco, quien ya en sus tiempos de primado de la Iglesia argentina culpó a satanás de estar detrás de la iniciativa para legalizar el matrimonio homosexual. "No cedamos nunca al pesimismo ni a la amargura que el diablo nos ofrece cada día", dijo Francisco en un encuentro el viernes con sus "hermanos cardenales" en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano. El día anterior, en una misa oficiada en la Capilla Sixtina ante los purpurados que participaron en el cónclave, el primer papa latinoamericano ya se había referido a ese ente sobrenatural, que en la tradición católica es el enemigo de Dios y el culpable de todos los males de la Tierra. "Quien no reza al Señor, reza al diablo, cuando no se confiesa a Dios, se confiesa a la mundanalidad del demonio", afirmó en esa homilía clave en la que expuso los principios su pontificado: "Caminar, Edificar, Confesar". Sin embargo, estas referencias al maligno no son del todo sorprendentes, puesto que siendo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, ya había recurrido a él para expresar su férrea oposición en 2010 el proyecto de ley impulsado por el gobierno para legalizar el matrimonio homosexual. El cardenal Bergoglio atribuyó entonces a "una movida del diablo", a una "pretensión destructiva del plan de Dios", la iniciativa legislativa que tensó sus relaciones con la presidenta Cristina Kirchner y que terminó siendo aprobada. Además, incluso más que en el medioevo, la mayoría de sus predecesores en los dos últimos siglos, incluidos Benedicto XVI (2005-2013) y Juan Pablo II (1978-2005), recurrieron a menudo al demonio, y sus varias maneras de interpretarlo. "Hay quien ve en el diablo la personificación misma del Mal. Y quien habla de él como de una identidad simbólica que representa nuestra incapacidad para producir el Bien", explicó el teólogo laico italiano Brunetto Salvarani al Corriere della Sera. Todo parece indicar que la segunda hipótesis es la que inspira en esta ocasión al Papa para citar al diablo, ante los grandes desafíos que deberá encarar a la cabeza de una Iglesia desacreditada por escándalos dentro de la curia y de pedofilia y que pierde fieles. La frase más famosa de un Papa sobre el diablo, recuerda el Corriere, la pronunció Pablo VI, el 29 de junio de 1972, pocos años después de la clausura del Concilio Vaticano II (1963-1965) impulsado por su predecesor Juan XXIII para modernizar la Iglesia y continuado por él. "Hay una sensación de que por alguna fisura ha entrado el humo de Satán en el templo de Dios", dijo refiriéndose a la crisis que vivía la institución en ese época de Guerra Fría y liberación sexual. El temido diablo irrumpió en los dos primeros discursos del papa Francisco, quien ya en sus tiempos de primado de la Iglesia argentina culpó a satanás de estar detrás de la iniciativa para legalizar el matrimonio homosexual.