El DHS registra fuerte baja en llegada de haitianos, cubanos, venezolanos y nicaragüenses

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) registró este mes una fuerte baja en la cantidad de migrantes que intentaban cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, informó el miércoles el departamento, lo que sitúa a el mes de enero en el nivel más bajo desde el inicio de la administración de Biden.

La baja ocurrió después que en diciembre la llegadas de migrantes alcanzara niveles récord.

En un comunicado, funcionarios del DHS atribuyeron el mérito a su política, anunciada a principios de este mes, que implementó un programa de parole para haitianos, cubanos y nicaragüenses, ofreciendo a los migrantes una nueva vía legal para ingresar en Estados Unidos, al tiempo que se tomaban medidas enérgicas contra las entradas ilegales.

El programa ya había estado disponible para los venezolanos durante varios meses, y condujo a una fuerte caída en las llegadas de venezolanos a la frontera entre Estados Unidos y México.

Las cifras preliminares del DHS de enero muestran que los encuentros con cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos que cruzan ilegalmente la frontera suroeste “disminuyeron 97% en comparación con diciembre”, informó la dependencia. “Los encuentros con individuos de estos países cayeron de un promedio de siete días de 3,367 por día el 11 de diciembre, a un promedio de siete días de solo 115 el 24 de enero”.

La dependencia dijo que la disminución de los encuentros de esas poblaciones “se produjo incluso mientras los encuentros con otros no ciudadanos están volviendo a los niveles habituales después de una disminución estacional típica durante las fiestas”.

“Estas medidas ampliadas de control fronterizo están funcionando”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. “Es incomprensible que algunos estados que pueden beneficiarse de estas medidas de seguridad altamente eficaces estén tratando de bloquearlas y causar más migración irregular en nuestra frontera sur”.

Mayorkas ya había insinuado la reducción de las cifras en la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos la semana pasada, diciendo a la audiencia que los encuentros procedentes de “los países objetivo” habían “disminuido significativamente” desde que se anunció el programa. En un tuit, también había advertido que los migrantes cubanos y haitianos que se hicieran a la mar no podrían acogerse al proceso de libertad condicional.

Texas, la Florida y otros 18 estados están demandando al DHS y a las dependencias de inmigración que supervisa, alegando que el gobierno federal está abusando de su poder y que la iniciativa sobrepasó los límites de cuándo la agencia podía usar el proceso de libertad condicional.

Syra Ortiz Blanes, reportera de inmigración del Miami Herald, contribuyó con su información a este artículo.