Deuda. Empresarios valoran el acuerdo, pero piden un plan económico para la reactivación

Tras conocerse el acuerdo al que llegó el país para reestructurar la deuda bajo legislación extranjera por más de US$68.000 millones, distintos empresarios destacaron la noticia por su impacto en el sector privado y también en el público. Sin embargo, también señalaron que se trata solo del primer paso, ya que luego resta la negociación con el Fondo Monetario Internacional ( FMI ). Según los hombres de negocios, el Gobierno también debería elaborar un programa económico para crecer, porque, si bien el arreglo da algunos años de margen, en algún momento hay que honrar los compromisos.

Consultado por LA NACION, el titular de Aluar y Fate, Javier Madanes Quintanilla, dijo que siempre creyó que no había otro camino que llegar a un acuerdo con los acreedores, ya que un escenario como el "limbo" que se generó post 2001 era difícil de resolver. Sin embargo, estaba expectante por el "arrastre" del arreglo, de manera "que entren todas las series de bonos y no queden holdouts pendientes".

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Ese sería el punto de partida. "Es un largo camino que se gatilla con este acuerdo. Se van a necesitar muchos otros actos para bajar la tasa de interés. Se necesita un programa económico integral que no esté sujeto solo al fin de esta crisis sanitaria. Un programa que permita en la pospandemia un nivel de reacción de la economía a tasas elevadas de crecimiento, recuperando lo que se perdió", explicó el empresario.

"El acuerdo es un buen paso inicial, pero todavía estamos en los inicios de lo que se va a necesitar para que finalmente se pueda honrar el compromiso. Este acuerdo da oxígeno para algunos años, pero llegará el momento de cumplir y para eso hay que crecer. Si estamos pagando este precio para ganar tiempo y hace las cosas correctamente, excelente. Pero cada mes que pasa tiene un valor importante y no tenemos que quedarnos inmovilizados en lo que refiere a reactivar el aparato productivo argentino", completó.

En igual sentido, Ignacio Noel, presidente de Sociedad Comercial del Plata, consideró que, luego de llegar a este acuerdo, hay que avanzar en las negociaciones con el FMI y ver qué uso se les da a los dólares que se generarían este año.

"Es muy importante lo que se consiguió, porque los términos son favorables, especialmente en el sentido de que en los primeros años hay muy pocos pagos. Al menos en lo que refiere a este grupo de acreedores, los pagos son muy bajos y eso libera el saldo de la balanza comercial, que va a ser positivo de US$15.000 millones a US$20.000 millones. La gran cuestión ahora es cómo va a ser el plan con el FMI. No sería ideal que esos excedentes que va a generar la economía argentina en lugar de poder ser invertidos en país vayan al Fondo", aseguró, y dijo que es "clave" que el Gobierno tenga foco en impulsar las exportaciones y las inversiones.

"Lo que no puede derivar de esto es que, por lograr un buen acuerdo con los bonistas y un buen acuerdo con el Fondo, ese excedente que se genere sea para viajes al exterior o la importación de bienes de consumo. El Gobierno debería hacer crecer las exportaciones y las inversiones", agregó.

Por su parte, el director ejecutivo de la empresa Consultatio, Eduardo Costantini, dijo que hay muchos problemas hacia adelante, pero el primero en importancia y cronológicamente era el de la deuda.

"Después de todos estos meses en que las conversaciones por momentos parecían estancadas, es una muy buena noticia el acuerdo. La Argentina está muy debilitada internamente, tiene pocas reservas, no tiene acceso a los mercados internacionales, tiene déficit fiscal y un desempleo en ascenso, así que era imprescindible tratar de mejorar las expectativas con un acercamiento a los mercados internacionales que tienen tasas históricamente bajas. Era un crimen no intentar eso para el sector público y el privado", afirmó, y dijo que este acuerdo con los bonistas era fundamental también para encarar las negociaciones con el FMI.

"Sin acuerdo, nos hubiéramos alejado de todas esas posibilidades. No podemos vivir solo con lo nuestro. La diferencia era baja para no llegar a un acuerdo. Así que es muy positivo, aunque hay muchos problemas hacia adelante", sumó.

En cuanto al acceso a financiación, Carolina Castro, de la Unión Industrial Argentina, evaluó que el acuerdo "es muy importante para el sector real de la economía". "Nuestro sistema financiero es chico y tiene poca capilaridad. La economía que viene va a requerir que el sector financiero tome más protagonismo para financiar la recuperación", dijo Castro, para quien el acuerdo de la deuda es una condición necesaria para que eso suceda, pero no es "suficiente".

En el mismo sentido, Isela Costantini, gerenta general del grupo financiero GST, consideró que la Argentina todavía está lejos de otorgar un marco de credibilidad y previsibilidad adecuado para fomentar inversiones y generar planes de mediano o largo plazo. "El acuerdo resuelve uno de los problemas que tiene la Argentina, pero es la base. Creo que ahora hay mucha expectativa de ver cómo sigue; cuál es el plan político y económico que hay para el país, cómo hacemos para generar trabajo, que se empiece a mover la rueda de la economía y a crecer, que es la verdadera forma de reducir la pobreza", apuntó.

Sin embargo, Costantini no minimizó el alcance del acuerdo cerrado con los acreedores. "No creo que haya ningún empresario que no vea esto como positivo, más allá de las letras chicas. Sabemos que el Gobierno estaba peleando por un acuerdo que no sea tan penoso para la Argentina en el mediano y largo plazo y en eso hay que sacarse el sombrero, porque no solo está considerando el período de su propia gestión sino hacia adelante", sostuvo.

"Planificar con certidumbre"

José Urtubey, de Celulosa Argentina, consideró que el acuerdo es un gran paso para la economía argentina que le permitirá a los empresarios "planificar con certidumbre en el mediano y en el largo plazo".

"Es fundamental para comenzar una nueva etapa en la Argentina basada en un modelo productivo, industrial y comercial, indispensable para la financiación del sector privado y público y para el crecimiento y la credibilidad argentina", opinó, por otro lado, Martín Cabrales, titular de Cabrales.

Por último, Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal, consideró que, que el país vuelva a insertarse en el mundo a través de normalizar la situación externa con un acuerdo por la deuda, es un "punto crucial desde el punto de vista de que sea un preludio de recuperación para el mercado interno y también desde la perspectiva de acceso al crédito, en particular del sector privado, para las inversiones que la Argentina necesita para consolidar su rol en el camino de los países industrializados de alto desarrollo".

Varias cámaras también celebraron el acuerdo, como la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera), la Cámara Argentina de Comercios y Servicios (CAC), Argencon, la Cámara de la Construcción y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

"El gobierno nacional ha dado un paso fundamental con la resolución del frente externo, para brindar un marco de certidumbre y previsibilidad que permita enfocarse de lleno en la agenda de la recuperación productiva de nuestro país", afirmaron desde la CAME.

Con la colaboración de María Filgueira y Delfina Torres Cabreros