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El detrás de escena de la conferencia. Una charla en el ascensor y una carcajada fuera de cámara

BERLÍN.- Angela Merkel y Alberto Fernández largaron una carcajada juntos apenas abandonaron los atriles donde dieron la declaración conjunta y salieron del alcance de las cámaras. Fue cuando ella le señaló a un fotógrafo ubicado en primera fila vestido con un traje que emulaba la camiseta de fútbol de Alemania.

"¿De dónde sos?", quiso saber Fernández, en un inglés con tono porteño. "De Irán", lo sorprendió el fotógrafo. Los dos jefes de gobierno siguieron camino hacia el ascensor que los conduce al piso séptimo de la sede de la Cancilleria Federal, donde comparten una cena de trabajo con sus colaboradores.

La declaración empezó 20.04 y terminó a las 20.10, y no se permitieron preguntas. En la sala de conferencias había muchas sillas vacías. La cita empezó más tarde de lo habitual. Además, la atención de los periodistas acreditados en la sede del Poder Ejecutivo se concentró hoy en la reunión entre Merkel y el nuevo canciller austriaco.

Los seis minutos bastaron para que Merkel dejara la cancha marcada. Adelantó que hablarían de la renegociación de la deuda ante el FMI y del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Lo hizo después de prometer que Alemania buscaría la forma de ayudar a la Argentina.

Antes de enfrentar a la prensa, Fernández y Merkel conversaron brevemente en el ascensor que los llevó hasta la sala de conferencias. Ella lo recibió en la entrada y saludó de a uno a los funcionarios argentinos que acompañaron al Presidente: Felipe Solá, Martín Guzmán, Guillermo Justo Chávez, Juan Pablo Biondi, Julio Vitobello y Pedro Delgado Villagra. Todos se formaron a un costado de la sala de conferencias cuando los jefes de gobierno dieron la declaración.

Apenas entró en el edificio, Fernández apeló a lo que tenía a mano para empezar bien. Le dijo que el Papa le había hablado muy bien de ella y que la había conocido en Viena, en 2005, cuando era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner. Traducía una empleada de la Cancilleria alemana que caminó con ellos hasta el ascensor.