Detenida una enfermera japonesa sospechosa de matar a decenas de pacientes envenenando las bolsas intravenosas

Les inyectaba desinfectante en las bolsas destinadas a los tratamientos intravenosos y calculaba la dosis para que muriesen fuera de su turno. La ex enfermera Ayumi Kuboki fue arrestada este fin de semana en Japón como la autora de dos muertes, que habría reconocido, y sospechosa de haber causado el fallecimiento de otros 20 pacientes del hospital Oguchi de Yokohama

Una enfermera japonesa ha sido sospechosa como la autora de la muerte de más de 20 pacientes a los que introdujo desinfectante en sus goteros. (Foto: REUTERS/Carlo Allegri)
Una enfermera japonesa ha sido sospechosa como la autora de la muerte de más de 20 pacientes a los que introdujo desinfectante en sus goteros. (Foto: REUTERS/Carlo Allegri)

Los hechos ocurrieron hace dos años, cuando en 2016, en un periodo de tres meses fallecieron 48 pacientes. Según informa The Guardian, en un solo día murieron cinco personas. La alta tasa de moralidad y el hecho de que se encontrasen restos de cloruro de benzalconio provocó que se iniciase una investigación policial.

Estas sustancia es uno de los componentes del desinfectante que se usa para limpiar las instalaciones destinadas a las enfermeras en el hospital, donde, además, se descubrieron marcar de perforaciones en algunas de las bolsas destinadas al goteo aún sin usar.

Las sospechas recayeron sobre Kuboki, que dejó el hospital hace un mes después de tres años trabajando allí, al encontrar restos de cloruro de benzalconio en su uniforme. Fue el único que contenía trazas. Aunque al principio negó las acusaciones, la ex enfermera ha admitido haber saboteado las bolsas de algunos pacientes.

Una vez detenida habría reconocido el asesinato de Sozo Nishikawa, de 88 años, y de otro hombre de 88 años, Nobuo Yamaki. Se sospecha que también podría estar implicada en la muerte de otras 20 personas, publica el periódico Asahi Shimbun. Aunque no será fácil probarlo ya que muchos de los cuerpos fueron incinerados tras su fallecimiento.

En su declaración, dijo que para evitar tener que enfrentarse al dolor de los familiares por la perdida calculaba la dosis de manera que sus víctimas muriesen cuando su turno en el hospital había acabado.