Descubren otro narcotúnel entre Sonora y Arizona mientras Trump sigue obsesionado con el muro

Donald Trump está empecinado en construir un enorme muro fronterizo que podría servir para aplacar sus obsesiones pero fallaría en ofrecer mejoras sustanciales en seguridad en el límite entre Estados Unidos y México. En la práctica, como han señalado multitud de críticos, esa barrera lograría muy poco, es ofensiva e indeseada para amplios sectores de la población estadounidense (incluida la que vive en la frontera sur) y resultaría enormemente onerosa.

Una prueba de que la escasa efectividad del plan de muro yace, literalmente, bajo tierra.

La Policía Federal Mexicana halló un túnel que corre entre Nogales, Sonora, y Nogales, Arizona. Su fin sería cruzar drogas y personas desde México hasta Estados Unidos. (Twitter/Policía Federal MX)
La Policía Federal Mexicana halló un túnel que corre entre Nogales, Sonora, y Nogales, Arizona. Su fin sería cruzar drogas y personas desde México hasta Estados Unidos. (Twitter/Policía Federal MX)

En menos de un mes, las autoridades mexicanas identificaron tres túneles excavados bajo la frontera de México y Estados Unidos, entre las ciudades de Nogales, Sonora, y Nogales, Arizona. El más reciente mide cerca de 10 metros de largo y al parecer los tres fueron excavados para realizar tráfico de drogas y personas, de acuerdo al periódico The Arizona Republic.

Los otros dos túneles, hallados en diciembre, medían uno más de 20 metros y otro, inacabado, cerca de 15, todos en la zona fronteriza de Nogales.

La Policía Federal mexicana reportó el hallazgo reciente de ese túnel con un video publicado en su cuenta de Twitter. En él se ve como los agentes abren una pequeña puerta circular, excavada en la pared de uno de los canales de drenaje que corren bajo el área urbana de Nogales, que conduce al túnel en sí. La excavación luce rudimentaria, al menos lo que se ve en el video, pero se trata en todo caso de una vía para penetrar ilegalmente en Estados Unidos.

Como ese túnel, muchos otros han sido descubiertos en otros puntos de la frontera y un número indeterminado de ellos presumiblemente existen sin haber sido detectados por las autoridades, lo que añade a la evidencia de que el muro fronterizo propuesto obsesivamente por Trump no pondría fin al tráfico de drogas ni al cruce irregular de personas de un país a otro.

Por ejemplo, en agosto de 2018 se descubrió un túnel entre San Luis, Arizona, y San Luis Río Colorado, Sonora, de cerca de 180 metros de largo y más de 7 metros de profundidad, de acuerdo a la televisora KYMA. En el lugar también se hallaron 168 kilogramos de sustancias ilícitas.

Un muro no habría bloqueado ese flujo de drogas.

Y si a eso se suma que, según datos del propio gobierno estadounidense, la gran mayoría de las drogas que cruzan hacia Estados Unidos por la frontera sur lo hacen a través de los puertos legales de entrada, ocultas en cargamentos y vehículos, la escasa utilidad del muro fronterizo que plantea Trump queda nuevamente patente.

Como lo es también la impertinencia de mantener el gobierno federal estadounidense cerrado a causa de una exigencia –la asignación de 5,700 millones de dólares al muro, suma que la Cámara de Representantes rechaza– que no tendría sustento en la realidad y cuyos efectos son cada vez más dañinos para miles de empleados y contratistas que no han recibido su salario y para muchos miles más que no reciben los servicios públicos que necesitan y a los que tienen derecho.

Un agente de la Patrulla Fronteriza inspecciona, en 2017, un túnel hallado entre Tijuana, México, y San Diego, California. Habría sido usado para el narcotráfico y el cruce de personas. (AP)
Un agente de la Patrulla Fronteriza inspecciona, en 2017, un túnel hallado entre Tijuana, México, y San Diego, California. Habría sido usado para el narcotráfico y el cruce de personas. (AP)

Ciertamente, la seguridad fronteriza es indispensable y en ello hay amplio consenso entre los partidos y la sociedad estadounidense. Pero que eso se logre o se mejore vía el muro ha sido fuertemente cuestionado, por su enorme costo económico, su ofensa implícita para multitud de personas en ambos lados de la frontera y su escasa utilidad real.

Los túneles descubiertos son un indicador de ello y refuerzan el planteamiento de que lo que se requiere no es gastar en un muro sino destinar recursos a mayor personal y tecnología en los puntos de acceso legal y en áreas clave del borde entre Estados Unidos y México. Eso junto a una reforma justa y humana a las leyes de inmigración estadounidenses.

Con todo, ni uno ni otro parecen ser suficientes o pertinentes para Trump, quien se aferra a su proyecto de muro fronterizo, idea fundacional de su carrera política, aunque eso acabe afectando severamente a la población estadounidense, como comienza ya a constatarse en los efectos del presente cierre parcial del gobierno federal.

Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro