Descubren antiguas vasijas repletas de joyas vinculadas a la mítica ciudad de oro de El Dorado

Un equipo de arqueólogos halló ocho jarras de cerámica dentro de un templo de Colombia y de las tumbas adyacentes, que contenían una gran cantidad de figuras metálicas y esmeraldas
Francisco Correa

Un equipo de arqueólogos halló ocho jarras de cerámica dentro de un templo de Colombia y de las tumbas adyacentes, que contenían una gran cantidad de figuras metálicas y esmeraldas.

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Los expertos aseguraron que el tesoro perteneció a los antiguos muiscas, un pueblo indígena amerindio que habitó en el altiplano cundiboyacense, ubicado en el sur del departamento colombiano de Santander, situado en el centro del país caribeño.

Según los especialistas, los muiscas fabricaron las jarras halladas en el santuario y en el cementerio hace unos 600 años. El pueblo indígena, cuya civilización floreció en la región en aquella época, era famoso por sus habilidades en la orfebrería y su trabajo puede haber inspirado la leyenda de El Dorado, la legendaria ciudad hecha de oro.

El pueblo indígena, cuya civilización floreció en la región en aquella época, era famoso por sus habilidades en la orfebrería y su trabajo puede haber inspirado la leyenda de El Dorado, la legendaria ciudad hecha de oro
Francisco Correa


El pueblo indígena, cuya civilización floreció en la región en aquella época, era famoso por sus habilidades en la orfebrería y su trabajo puede haber inspirado la leyenda de El Dorado, la legendaria ciudad hecha de oro (Francisco Correa/)

Entre los años 1537 y 1540, los españoles conquistaron la región y muchos de los muiscas murieron durante los combates o a causa de las enfermedades. A pesar de la destrucción, el pueblo indígena perseveró y miles de sus descendientes viven en la actualidad.

El hallazgo

Los investigadores descubrieron el templo y las tumbas en los restos de una antigua ciudad muisca situada cerca de Bogotá. El equipo dirigido por el arqueólogo Francisco Correa encontró las vasijas, llamadas “ofrendatarios”, durante las excavaciones previas que se realizaron en la zona antes de la construcción de una ruta nacional.

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Algunas de las figuras de los ofrendatarios se parecen a serpientes y a otros animales, mientras que otras se asemejan a personas con tocados, báculos y armas. Y según los especialistas, el templo donde se encontraron las vasijas podría estar relacionado con la veneración de sus antepasados. “Es muy difícil de establecer, creo que había algún tipo de culto a los ancestros”, indicó Correa a Live Science.

Vasijas de cerámica similares a las encontradas por el equipo de investigadores ya habían sido halladas en otros sitios antiguos pertenecientes a la cultura muisca. Las mismas serían una especie de ofrenda que, en su interior, tienen artefactos que incluyen a pequeñas figuras de oro y esmeraldas.

El templo donde se encontraron las vasijas podría estar relacionado con la veneración de sus antepasados
Francisco Correa


El templo donde se encontraron las vasijas podría estar relacionado con la veneración de sus antepasados (Francisco Correa/)

“El templo y los ofrendatarios también pueden estar relacionados con deidades adoradas por los muiscas”, aseguró Correa, quien señaló que los indígenas veneraban a una variedad de dioses entre los que se incluían la luna y el sol.

Los muiscas eran considerados expertos en el arte de labrar objetos en metales preciosos. Por esta razón, cuando los españoles encontraron a este grupo amerindio, quedaron especialmente sorprendidos por su exquisita orfebrería. Además, otro detalle llamó la atención de los conquistadores: no había minas de oro en las cercanías por lo que los antiguos muiscas debían conseguir el oro mediante el comercio y el intercambio con otros grupos indígenas.

Las vasijas de cerámica serían una especie de ofrenda porque en su interior tenían artefactos que incluían a pequeñas figuras de oro y esmeraldas
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El tesoro perteneció a los antiguos muiscas, un pueblo indígena amerindio que habitó en el altiplano cundiboyacense, ubicado en el sur del departamento colombiano de Santander, situado en el centro del país caribeño
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Algunas de las figuras de los ofrendatarios se parecen a serpientes y a otros animales, mientras que otras se asemejan a personas con tocados, báculos y armas
Francisco Correa

En cuanto a si la orfebrería muisca inspiró la leyenda de El Dorado, Correa manifestó que los nativos tenían una tradición en la que, durante ciertos rituales, un jefe aparecía cubierto de un ungüento que incluía partículas de oro. “Estas ceremonias fueron una de las motivaciones de este mito”, dijo Correa.

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Los rituales fueron presenciados por los españoles y quedaron registrados en las crónicas ibéricas. Por eso, esta la historia, junto con el espectacular dominio de la orfebrería por parte de los muiscas, ayudó a inspirar la leyenda de El Dorado.