Descubierta una estafa en Facebook en una página creada por una ‘Angel Mom’

Beth Greenfield
Escritora Senior

Cuando la madre de una recién nacida que padecía una enfermedad terminal creó una página de Facebook sobre la batalla de su hija con el cáncer, lo hizo buscando apoyo, y lo encontró, gracias a más de 20.000 seguidores y a una gran cantidad de comentarios en los que se mostraba una gran empatía.

La pequeña Megan, que falleció a causa de un tumor cerebral en junio, con su hermano mayor. Su madre fue engañada por una estafa que pretendía recaudar fondos mediante Facebook usando el nombre de Megan. (Foto: Facebook)

Pero también fue estafada, en el momento en el que era más vulnerable, cuando una aparentemente solidaria desconocida creó una colecta de fondos para costear el funeral que acabó siendo una estafa.

“Fue muy duro tener que lidiar con eso al mismo tiempo que lidiaba con los últimos asuntos relacionados con la muerte de Megan”, dice a Yahoo Parenting Rosemary Newell, de Florida, madre de la bebé de siete meses fallecida recientemente. “Pero necesitaba que saliera a la luz. No quería que esto le sucediera a otra familia”.

Newell, madre y ama de casa, vive en Jacksonville con su esposo, Raymond, que trabaja descargando barcos en el puerto local, y con sus dos hijos, de 5 y 7 años. Cuando nació su hija en noviembre, se le diagnosticó un glioblastoma multiforme, el tipo de cáncer cerebral más frecuente y más agresivo. El tumor del cerebro de Megan creció tanto que llegó a deformar su cabeza, y finalmente la niña falleció el 10 de junio. Buscando apoyo de aquellos que pudieran comprender la situación, Rosemary empezó a interactuar con una comunidad online conocida como Angel Moms, que está formada por padres y madres que han perdido a sus hijos siendo niños; y también creó la página de Facebook Megan’s Journey. Allí, hablaba de las operaciones y de los retos diarios de Rosemary, compartía fotos y vídeos y escribía sobre su sentimiento de desengaño y de impotencia.

La familia Newell. (Foto: Facebook)

Compartió la noticia de que a Megan le quedaban semanas de vida, y a raíz de eso recibió un mensaje de una mujer llamada Dawn Phaneuf, de Tennessee, que se ofrecía a crear una campaña online de colecta de fondos para ayudar a pagar los gastos del funeral de Megan. Phaneuf se ofrecía a tejer trajes de bebé en crochet, venderlos online y donar el 75% de los beneficios a los Newell. Rosemary, agradecida, aceptó. “Teníamos a mucha gente que se ofrecía a participar en colectas, así que aceptamos esta ayuda muy contentos”, dice. A continuación, publicó un enlace a la página de Phaneuf en su propia página de Facebook, lo que hizo que Phaneuf empezara a recibir encargos y pagos mediante PayPal.

Cuando Megan falleció el 10 de junio, Rosemary se lo comunicó a Phaneuf, que le dijo que tenía unos cuantos encargos por completar, pero que enviaría el dinero pronto. Después, se cruzaron varios mensajes, con múltiples excusas, y Phaneuf llegó a decirle a Rosemary que su marido se había caído de un tejado y había sufrido lesiones graves. “Yo pensaba ‘¿y si es verdad?’”, dice Rosemary, explicando que empezaba a tener sospechas, pero que estaba absorbida y abrumada por el dolor. Aun así, se puso en contacto con todos los que habían realizado pedidos a Phaneuf, para ver si alguno de ellos había recibido esos trajecitos de crochet. Nadie había recibido nada.

En el funeral de Megan, en junio. (Foto: Facebook)

“Así fue como se descubrió todo”, dice, añadiendo que recomendó a todos que crearan una reclamación en PayPal y que tiene la esperanza de que les devuelvan su dinero. Phaneuf, por su parte, negó que existiera ninguna estafa cuando se le acercó un reportero de First Coast News, diciendo que habían pirateado su cuenta de Facebook. “Parece ser que no es algo nuevo que las familias que se enfrentan a una situación crítica sean el principal objetivo de estas estafas”, dice Rosemary.

Otros que han sido víctimas de engaños similares comenzaron a compartir su historias en la página Megan’s Journey. Entre ellos, estaba el de una campaña para recolectar fondos para ayudar a un niño con cáncer vendiendo bisutería. Según First Coast News, hay un informe del Departamento de Policía de Clarksville que contiene al menos 16 reclamaciones de víctimas de la estafa de Phaneuf.

En enero, salió a la luz una falsa campaña de GoFundMe para recolectar dinero para el tratamiento contra el cáncer de una niña pequeña, en la que se usaba la foto robada de una niña real que ya había fallecido por cáncer cerebral. Otra estafa más elaborada fue la de una madre de Ohio que creó una falsa página de recolecta de dinero que consiguió miles de dólares para un cáncer que no existía. Hay una página de Facebook, GoFraudMe, en la que se comparten comentarios sobre estafas similares a la de Megan, en las que alguien se ofreció a recoger dinero para los gastos médicos de una familia y nunca hizo llegar lo recaudado.

Foto: Facebook

“Se trata de engañar a una familia en su momento de mayor debilidad”, dice Rosemary. “Cuando alguien te ofrece ayuda no se te ocurre preguntarte si te está estafando”, dice, pero añade que cuando se descubre que es así “Te sientes como menos que una auténtica basura. Porque de alguna forma te sientes responsable, ya que yo lo compartí y básicamente puse en contacto a todos con ella. Así, que durante un tiempo cargué con el peso de la culpa”.

Ahora, está tratando de olvidar la estafa y centrarse en su recuperación, en la de su familia y en la de otros mediante la fundación para la investigación del cáncer infantil que ha creado, Be Meggie Strong. Anima a sus hijos a hablar sobre su hermana cuando quieran, cosa que hacen. “Justin [el menor, de cinco años] estaba muy unido a ella, y sufre crisis nerviosas repentinas”, dice. Su esposo ha trabajado para centrarse en eso, nos cuenta, y añade que la familia tiene un buen sistema de apoyo, con amigos y familiares que se preocupan por ellos a menudo.

“Mientras estoy ocupada, me siento bien”, dice Rosemary. “Pero por la noche, cuando todo el mundo está en la cama, con esa quietud, empiezas a pensar, pensar, pensar y volver a pensar. Y es duro”.