La reacción emotiva de Pablo Aimar tras el gol de Lionel Messi da la vuelta al mundo

Tras el golazo de Messi que puso, parcialmente, a la Argentina 1 a 0 arriba en el partido contra México, por el Grupo C del Mundial Qatar 2022, el banquillo de la selección albiceleste se emocionó. La secuencia se repitió cuando la diferencia se amplió a dos tantos con el golazo de Enzo Fernández.

Primero fue el rostro de Pablo Aimar, a cargo de la selección Argentina Sub-17 y que es parte del cuerpo técnico de la Selección Absoluta, el que recorrió el mundo cuando sus ojos se humedecieron en medio de la algarabía general.

Aimar se tapó el rostro con las dos manos y, cuando se acercó el técnico nacional, Lionel Scaloni, para hablar sobre la estrategia para el resto del partido, el rostro del exjugador de River y la Selección argentina reflejó el sentimiento que invadió a muchos hogares en el país.

La emoción del entrenador de la selección Sub-17 se da luego de la triste noticia de la muerte de su madre Mary Giordano, hace un mes atrás.

El fallecimiento de Mary Giordano sorprendió a todos, ya que la mujer de 70 años se encontraba en buen estado de salud. El lamentable hecho suscitó todo tipo de mensajes de apoyo y afecto para el exfutbolista, por parte del mundo del fútbol.

Apenas se conoció la noticia rápidamente llegaron los mensajes de condolencias y apoyo para Pablo Aimar por parte de grandes figuras del fútbol y de los clubes en donde Aimar brilló en su carrera.

Sin embargo, no solo se hicieron presentes clubes que hayan estado relacionados con el “Payaso” Aimar a lo largo de su carrera, sino que otras instituciones aportaron su mensaje de respeto. A estas manifestaciones también se sumaron las de cientos de hinchas, que no ocultaron su cariño hacia el exjugador de la Selección.

Por su parte, otra de las figuras del partido que se vio desbordada por la emoción fue el técnico principal de Argentina, Lionel Scaloni, que tras el golazo de Enzo Fernández, no pudo contener las lágrimas cuando volvió al banco.

Primero tomo un sorbo de agua. Luego, su rostro de alegría se transformó, los ojos mutaron a rojo y unas pocas lágrimas cayeron por el rostro del técnico, que terminó la secuencia con una mueca de llanto.

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