Derrumbe en Villa Gesell. Identificaron al fallecido y a la mujer rescatada: eran un matrimonio
VILLA GESELL.— “Silencio absoluto”. El pedido se repite y es el reclamo con fuerza de orden que llega repetido para tratar de hacer contacto con personas atrapadas bajo escombros de una estructura de diez pisos, gran parte caída sobre un lateral donde dañó una vivienda de dos plantas y mayor porción sobre el nivel cero del Apart Hotel Dubrovnik, que se desplomó apenas pasada la medianoche.
Una voz femenina fue el embrión de aliento para el equipo de rescatistas que está en primera línea de trabajo y es punta de lanza de un operativo que, a media mañana, ya suma casi 200 personas entre bomberos, policías y equipos de emergencias médicas.
Hasta que a las 9.45 llegó la primera de las peores noticias: ubicaron un cadáver. Lo confirmó el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, que desde mitad de la madrugada anda por acá. Una noticia que estremeció al propio personal y fue un cimbronazo para un grupo de familiares de algunos de los desaparecidos y se van acercando, poco a poco, aterrados por la imagen que se vive. Se trata de un hombre de 84 años.
Minutos después llega una novedad mucho más alentadora: bomberos dieron con una persona que aparentemente está lúcida. Intentaban tranquilizarla hasta tanto se abra el hueco que permita el rescate. “En principio está bien”, confió a LA NACIÓN uno de los responsables del operativo en sus inicios. La ambulancia estaba lista para su traslado al Hospital Municipal.
A las 10.30 llegó la primera buena noticia: lograron rescatar de entre los escombros a una mujer de 79 años, según confirmaron fuentes oficiales.
A media tarde se confirmó la identidad de ambos. El hombre fallecido fue identificado por fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense como Federico Ciocchini; su esposa, Josefa Bonazza, de 79, fue liberada de los escombros y trasladada en un helicóptero al Hospital Interzonal General de Agudos Doctor Oscar E. Alende, de Mar del Plata.
El matrimonio, vecinos de la ciudad de Balcarce y que llegaron ayer a Villa Gesell, estaban alojados en un departamento del edifico Alfio, lindero al hotel derrumbado.
La posibilidad de más sobrevivientes está abierta y detrás de ese objetivo se trabaja de manera artesanal: a mano, ladrillo por ladrillo, despejando restos de mampostería con el cuidado necesario de saber que debajo de esas toneladas de restos de losas y cemento puede haber alguien atrapado y con vida. Y, también, con el celo de que el retiro de un escombro no provoque un efecto dominó que derive en una acumulación de material sobre áreas que ya aparecen algo más despejadas.
“La hipótesis que tenemos es que puede haber entre siete y nueve personas adentro”, aseguró el jefe de Bomberos de Villa Gesell, Hugo Piris, de los primeros en llegar al lugar a la 1 de la madrugada, apenas llegó el aviso de vecinos con pedido de ayuda porque una torre de diez pisos se había venido abajo.
Rescate
“Hasta una semana hay posibilidades de encontrar gente con vida”, afirmó Alonso, aunque admitió que el escenario en el que se desarrollan las tareas es “muy complejo” por la acumulación de losas, vigas y ladrillos de una estructura de diez pisos.
A la única persona rescatada hasta el momento, que fue derivada, en helicóptero, al Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata, sin lesiones graves, la detectaron en principio por indicios que dieron los perros especializados y luego con un equipamiento que permitió llegar hasta ella desde una buena distancia. “Se ingresó una cámara y se pudo constatar su situación y saber que había alguien más”, dijo en referencia hasta por ahora el único fallecido.
Según se estima, ambos habitaban un departamento en un complejo de tres pisos lindero al apart-hotel, sobre el cual cayó buena parte de la mampostería que arrasó un sector del ala sur de la estructura. El resto del edificio central se desplomó sobre los fondos de la parcela que tiene frente sobre Calle 1. “Lo estaban preparando para alquilar en temporada”, comentó un vecino.
“Buscamos primero en ese lugar y ahora hay que seguir un sector que marcaron los perros, que es la zona de mayor acumulación de escombros”, dijo a media mañana. Aclaró a LA NACIÓN que esa supuesta señal de vida que dio uno de los animales de los equipos K9 fue “previo al hallazgo de la mujer sobreviviente”, por lo que por proximidad no se descartó que la señal que habían percibido correspondiera a este caso.
Sobre esta víctima resaltó que estaba “lúcida, pero golpeada” y que no se avanzó sobre ella para no afectarla más por la situación de tensión vivida durante estas horas que pasó entre paredes y restos de mampostería.
A Alonso lo acompañó el intendente Guillermo Barrera, que temprano y con un comunicado salió a aclarar que las obras que se estaban realizado en ese hotel eran “clandestinas”, lo que significa que no tenían la debida autorización municipal.
En el interior se sabe que estaban anoche la dueña, una colaboradora y un sobrino suyo que también vivía allí. El hotel estaba cerrado, fuera de servicio pero con expectativa de estar en condiciones y listo para abrir a los huéspedes en poco tiempo, con el inicio de la próxima temporada de verano que arranca en poco más de un mes.
El caso se investiga como un estrago culposo y ya tiene a tres personas demoradas por decisión de la fiscal Verónica Zamboni. Se trata del capataz y dos obreros que trabajaban en las obras de refacción del edificio.
Así lo informaron a LA NACIÓN calificadas fuentes judiciales. “El capataz y dos obreros están demorados en una comisaría de la policía bonaerense. También se investiga la presunta responsabilidad de dos arquitectos que estaban a cargo de la obra que se realizaba en el edificio que se derrumbó”, explicaron los voceros consultados.
Momentos previos
Javier García, jefe de Defensa Civil de provincia de Buenos Aires, aseguró que en principio serían cuatro las personas que pernoctaban en habitaciones del Dubrovnik cuando ocurrió el derrumbe y lograron salir con vida. Todos están a disposición de la Justicia, que de inmediato tomó intervención frente a la magnitud de lo ocurrido en este reconocido establecimiento de calle 1 entre Avenida Buenos Aires y Paseo 103, en pleno centro de esta localidad balnearia.
El foco desde la madrugada y más aún desde que el sol comenzó a dar claridad está puesto en ganar centímetros y avanzar hacia el corazón del edificio tanto como se pueda.
Los propios funcionarios de Villa Gesell y personal policial al frente del operativo están tratando de reconstruir los momentos previos. No ya para conocer el motivo del derrumbe, que se presume como una consecuencia de obras que se estaban ejecutando –en principio vinculadas a la instalación o adecuación de ascensores– y para las que el municipio ya aclaró que no había dado autorización. Sí para precisar cuánta gente permanecía en el interior del Dubrovnik cuando su estructura colapsó. “Todavía no tenemos un número justo”, reconoció Piriz. Entre 7 y 9 dicen unos. Otros llegan a hablar de 12 a 14 personas.
Los primeros datos dan por seguro que la exdueña, Rosa Stefanic, vivía allí con su sobrino, Nahuel Stefanic, y una asistente, Dana De Simone. El resto serían los obreros implicados en este plan de obras cuyo detalle se desconoce. Por eso se espera que quienes lograron salir ilesos expliquen de qué iba este plan de supuestas mejoras que se había iniciado con miras a recibir turistas en poco menos de un mes, con el inicio de la temporada alta.
La labor de búsqueda de sobrevivientes comenzó con personal local y pronto llegaron refuerzos desde Pinamar, Partido de la Costa y Mar del Plata, entre otros distritos. A la madrugada se sumaron y con gran expectativa los primeros perros del equipo K9, especializado en rastreo y detección de personas en este tipo de escenarios. Después de llegaron más refuerzos.
La necesidad de momentos de “silencio absoluto” que se remarca entre los participantes del operativo llevó a extremar la distancia de curiosos y prensa. Por eso se estableció un vallado en un perímetro amplio para que se muevan por allí solo vehículos oficiales y personas involucrados de manera directa en los trabajos de despeje de escombros y rescate.
En un edificio lindero se instalaron responsables del operativo. Por las esquinas se dispusieron carpas con servicios de agua para que se refresquen quienes entran y salen de los restos del hotel. La tarea se anticipa extensa. Los familiares de quienes pernoctaban hasta medianoche en el Dubrovnik cada vez son más. Todo es esa otra esquina es tensión, llanto y rezo.