La derrota de Trump y el movimiento MAGA es una victoria de todos | Opinión
En artículos anteriores manifesté que Donald Trump estaba agonizando políticamente y el trumpismo iba a ser desmantelado en las elecciones intermedias. Así fue, Trump está más moribundo que nunca y su base ideológica, el trumpismo (o MAGA), está por el camino del abismo.
Lo anterior es una buena noticia para los demócratas y los candidatos políticos de este partido. Fueron ellos quienes finalmente se beneficiaron de la intromisión errática de Trump.
El ex presidente quiso llevarse todos los “pergaminos” de una aparente victoria republicana aplastante, pero terminó generando una estocada a su carrera política y una bofetada a su base política, el trumpismo.
Días antes de las elecciones, Trump decidió viajar a estados para respaldar a candidatos que él mismo nominó. Visitó a Doug Mastriano y Mehmet Oz en Pennsylvania, pensando que los iba a beneficiar. Terminó con quemarlos en la tarima política. A diferencia de Mastriano, Oz aspiraba a una victoria sorprendente. Trump se entrometió y lo llevó por el camino de la sepultura. No solamente sembró desgracias en Pennsylvania, sino en otros estados.
Asimismo, la derrota del trumpismo en las elecciones intermedias es una buena noticia para la democracia en nuestro país y el mundo.
Antes de las elecciones, se pensó que el modelo autocrático de Trump terminaría contagiando a todo el sistema democrático estadounidense. Los ex presidentes Barack Obama y Bill Clinton se preocuparon y se movilizaron en diversos lugares, llevando el mensaje de la democracia y denunciando las particularidades autocráticas del trumpismo. Una gran parte del electorado nacional fue consecuente con este mensaje y eso se reflejó en el resultado de las elecciones.
A nivel mundial, las voces del autoritarismo temblaron con el descalabro del trumpismo. Vladimir Putin ahora ve la ruina en su camino, mientras que Volodímir Zelenski la gloria. Ucrania está más cerca de pertenecer a la Unión Europea y hay una pizca de esperanza de tomar parte en la OTAN.
Hasta los partidarios tradicionales del Partido Republicano se sienten más dichosos con la derrota del trumpismo. Ahora sí hay oportunidad de reconfigurar las fuerzas moderadas y racionales y hacer a un lado el radicalismo, la polarización y el racismo que propició Trump dentro del conservadurismo nacional.
Finalmente, el machismo del trumpismo generó la pérdida de derechos constitucionales y libertades individuales de la mujer. Millones de mujeres votaron mayoritariamente en contra de leyes que se inclinaron a reducir el derecho sobre su reproductividad.
Es tiempo de pasar la página del trumpismo, pero antes es menester ajusticiar a todos quienes han violado nuestra sagrada Constitución. En este sentido, es necesario procesar y condenar jurídicamente el espectro de Trump.
Humberto Caspa, Ph.D., es un investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com.