Ucrania reivindica pequeños avances en el frente sur
Ucrania anunció este lunes haber recuperado una pequeña localidad en el frente sur, donde sus fuerzas esperan dar un empujón a la difícil contraofensiva en curso contra las líneas rusas.
Tras acumular material militar entregado por sus socios occidentales, Ucrania lanzó en junio su esperada contraofensiva contra unas posiciones rusas fortalecidas en los meses pasados.
Las autoridades ucranianas dicen que sus avances son lentos pero seguros, mientras Rusia afirma que la contraofensiva de Kiev está fracasando.
"Robotyne ha sido liberado. Nuestras fuerzas están avanzando al sureste de Robotyne y al sur de Mala Tokmachka", dijo a la televisión la viceministra de Defensa Ganna Malyar.
La localidad recuperada se encuentra en el eje de ataque de las ciudades de Tokmak y Melitópol, ocupadas por las fuerzas rusas. Kiev busca romper la continuidad de los territorios ocupados por Moscú en el sur y el este del país.
Con la toma de Robotyne, el ejército ucraniano espera poder abrir una brecha en el frente meridional, aunque para ello debe sobreponerse a trincheras, fortificaciones antitanques y campos de minas sembradas por los rusos.
En el frente oriental, las tropas ucranianas recuperaron en la última semana de combates un kilómetro cuadrado al sur de Bajmut, una ciudad capturada en mayo por Moscú.
Rusia prosiguió a su vez este lunes con su campaña de bombardeos, y mató al menos a tres personas en un ataque a una instalación industrial en la región de Poltava, en el centro de Ucrania. El ataque dejó también cinco heridos, según la policía.
El jefe de la administración presidencial ucraniana, Andrii Yermak, escribió en redes sociales que las fuerzas rusas habían atacado una instalación petrolífera en la localidad de Gogoleve y que dos empleados habían muerto.
Moscú, sin embargo, afirmó que los bombardeos habían apuntado a un almacén de armamento.
Por la noche, Rusia afirmó que hizo despegar dos aviones de combate para interceptar dos drones estadounidenses de reconocimiento que sobrevolaban el mar Negro cerca de Crimea, un tipo de incidente que se ha vuelto frecuente en los últimos meses.
- Medios ingentes -
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), un centro de análisis prooccidental, calcula que Rusia movilizó medios importantes para defender las posiciones que está cediendo ahora, y se pregunta si Moscú será capaz de hacer otro tanto con las líneas defensivas siguientes.
"Las fuerzas rusas han comprometido una cantidad considerable de material, esfuerzos y hombres para mantener posiciones defensivas en donde están penetrando las fuerzas ucranianas", destaca el ISW.
Para las autoridades ucranianas, cada localidad reconquistada supone un golpe a las ambiciones del presidente ruso, Vladimir Putin, un año y medio después del inicio de la invasión.
"Toda la legitimidad de Putin ante la élite rusa se debe a que no ha perdido aún la guerra. Cuanto más pierda Rusia el control de los territorios ocupados, más rápidamente decaerá el apoyo al régimen", estimó en la red X, antes conocida como Twitter, el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak.
- Recuperar la iniciativa -
Ucrania lucha al mismo tiempo por mantener sus líneas frente a una ofensiva rusa en el noreste, que está arañando terreno desde hace semanas.
Kiev teme que Rusia lance a decenas de miles de hombres en ese eje de ataque, para romper el frente por ese lado y obligar a Ucrania a desviarse de sus operaciones en el sur.
Ilia Yevlash, portavoz del mando oriental del ejército ucraniano, dijo el domingo que Moscú ha juntado a 45.000 soldados en la zona de Kupiansk y a otros 48.000 cerca de Limán, un poco más al sur.
El sábado, el ministerio británico de Defensa indicó en un informe que, ante los avances ucranianos, Rusia podría tratar de "recuperar la iniciativa", multiplicando sus operaciones ofensivas. "Kupiansk-Limán es una zona potencial para ese escenario", indicó.
Ucrania mantiene la presión multiplicando también los ataques con drones en territorio ruso, llegando incluso a Moscú y a la anexionada península de Crimea, retaguardia clave para el aprovisionamiento de las tropas de Moscú.
En el plano diplomático, Turquía anunció que el presidente Recep Tayyip Erdogan viajará "pronto" a Sochi, en Rusia, para conversar con Vladimir Putin sobre la reanudación del acuerdo sobre la exportación de granos ucranianos por el mar Negro.
"Pensamos que, tras esa visita, podría haber novedades", declaró un portavoz de Erdogan.
Rusia amenaza con atacar cualquier buque que salga de Ucrania en el mar Negro desde que se retiró a mediados de julio del acuerdo que permitía exportar granos ucranianos por los puertos del sur del país.
Ucrania, uno de los mayores exportadores de grano y de aceite del mundo, depende principalmente de rutas terrestres y de un puerto fluvial poco profundo, lo que limita considerablemente la cantidad de grano que puede exportar.
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