Stephanie Venier tranquiliza a Austria con un oro supergigante
Austria, histórica primera potencia mundial del esquí alpino, condición que en los últimos años había perdido en favor de la vecina Suiza, respira tranquila. Una de sus deportistas, Stephanie Venier, ganó el oro este jueves en el supergigante, el primero para la anfitriona; en la segunda jornada de competición de la XLVIII edición de los Mundiales de ese deporte, que se disputan en Saalbach (Salzburgo).
Venier cubrió los 2.100 metros de la pista Ulli Maier -con salida a 1.656 metros de altitud y un desnivel 584- en un minuto, 20 segundos y 47 centésimas, veinte menos que la muy ilustre veterana italiana Federica Brignone, de 34 años, que capturó la plata. En una prueba en la que la noruega Kajsa Vickhoff Lie y la estadounidense Laura Macuga, que marcaron idéntico crono -a 24 centésimas de la ganadora-, compartieron la tercera plaza; colgándose al pecho sendas medallas de bronce.
A un año exacto de la apertura de los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina d'Ampezzo (Italia), Venier, nacida hace 31 años en Innsbruck, la capital del Tirol, que cuenta tres victorias en la Copa del Mundo -dos en descenso y una, la última, hace un año, en la prueba de esta disciplina disputada en Crans-Montana (Suiza)- y que en los campeonatos de St. Moritz'17 (Suiza) logró plata en descenso, festejó el triunfo más importante de su carrera. Oro mundial. En su país. Donde el esquí alpino recibe tratamiento de deporte rey.
Austria había arrancado con mal pie los décimos Mundiales que alberga en su territorio, los segundos en Saalbach, epicentro intercontinental del esquí alpino en 1991. El cuarteto local había quedado eliminado a las primeras de cambio, el pasado martes, en la prueba por equipos que ganó Italia, primera en el medallero de estos campeonatos gracias a la plata de Brignone: líder de la general de la Copa del Mundo y cada día más joven a los 34 años. Así que, en una jornada soleada, Venier no sólo brilló ante su público; sino que evitó que saltaran las alarmas, al suceder en el historial de la prueba a la italiana Marta Bassino, decimosexta este jueves.
La francesa Laura Gauche abrió la competición en la pista que lleva el nombre de Ulrike Maier, la gran campeona austriaca que revalidó, precisamente en los primeros Mundiales que albergó Saalbach -hace 34 años-, el título de supergigante que había capturado dos años antes en Vail (Colorado). En Estados Unidos, la salzburguesa había sido noticia por haber ganado el oro estando embarazada -circunstancia que había ocultado a sus entrenadores-; y en casa, dos años después, se convirtió en la primera campeona del mundo que lo fue siendo madre.
Ulli Maier festejó ese título en Saalbach -no muy lejos de su Rauris natal- con su pequeña hija Melanie en la zona de meta. Apenas tres años antes de fallecer, a los 26, al accidentarse en el descenso de Garmisch (Alemania) el 29 de enero de 1994. Las pistas de competición del Zwölferkogel, en Saalbach, fueron bautizadas en su honor.
Gauche acabaría -a 1.22 de la ganadora- en decimotercera posición. La austriaca Ricarda Haaser, tercera en tomar la salida, no acabó, al caerse -sin lamentar daños mayores- en un salto en la segunda mitad del recorrido; y Bassino, que defendía título, tampoco mejoró a la gala.
La primera en hacerlo fue Brignone, pero acto seguido, con el dorsal 7, Venier mejoró en una décima el tiempo de la líder de la general de la Copa del Mundo, para mayor alegría del público local.
Ninguna batiría los cronos de Venier y de Brignone, ganadora la temporada 2019-20 de la Copa del Mundo, competición en la que cuenta 32 victorias, de ellas cinco esta temporada; y que este jueves capturó en Saalbach su cuarta medalla en unos Mundiales. La séptima en un gran evento.
La suiza Lara Gut-Behrami, campeona olímpica de la disciplina y líder de la misma en la Copa del Mundo, que el pasado 26 de enero había ganado en Garmisch el último 'súper' disputado y que fue la primera en acercarse a las anteriores, se tuvo que conformar con el octavo puesto final.
Antes de que la superasen otras, la noruega Lie había 'sacado' del podio a la gran campeona helvética y era tercera, a 24 centésima de Venier; con un crono que acabaría igualando, con el dorsal 14, la joven Macuga -de 22 años-. Una esquiadora que hace menos de un mes había festejado, al ganar el 'super' de Sankt Anton (asimismo en Austria), su primera victoria en la competición de la regularidad; y que este jueves supo 'leer' a la perfección el rápido recorrido trazado por el austriaco Alex Hoedlmoser, técnico del 'US Team'.
Curiosamente, Kajse Vickhoff Lie también había compartido el bronce en esta disciplina hace dos años, en los Mundiales de Courchevel/Meribel, en Francia. Esa vez con la austriaca Cornelia Hütter, décima en esta ocasión.
La italiana Sofia Goggia, quinta, y la alemana Emma Aicher se clasificaron justo por delante de la checa Ester Ledecka, que hizo historia hace siete años en los Juegos de PyeongChang (Corea del Sur) al ganar oro olímpico en dos deportes diferentes (en la modalidad en la que compitió este jueves; y en el gigante paralelo de snowboard)- y que volvió a demostrar lo buenísima que es al concluir séptima.
En otras circunstancias se hubiera dado por bueno el resultado algo antes. Pero había que esperar al dorsal 30, con el que salía a pista la estadounidense Lindsey Vonn una de las más grandes de la historia, que el pasado mes de octubre cumplió 40 y que regresó esta temporada a las pistas, después de más de cinco años alejada de la alta competición.
Premio Princesa de Asturias de los Deportes en 2019, Lindsey -cuatro veces ganadora de la Copa del Mundo (82 victorias), campeona olímpica, doble oro mundial y con ocho medallas en campeonatos intercontinentales- se había retirado ese año por la puerta grande: después de capturar, en los Mundiales de Are (Suecia), el bronce en el descenso. Y el pasado 12 de enero había sido cuarta en el súper de Copa del Mundo de Sankt Anton, así que hasta que no bajase ella, ninguna estaba en disposición de festejar nada.
Vonn se enganchó con una puerta poco después del primer cuarto de un recorrido que no acabó. Nada se alteró en los puestos de honor. Venier hizo sonar el 'Land der Berge', el himno nacional de la anfitriona. Y Austria respira tranquila.
La competición se reanudará este viernes con la disputa del supergigante masculino, en el que parte como principal favorito el suizo Marco Odermatt, que apunta de forma clara a una cuarta gran Bola de Cristal seguida; y que lidera la general de la Copa del Mundo y la clasificación de la disciplina.
Adrián R. Huber
(c) Agencia EFE