Pumita Martínez, ante la revancha contra Ioka: cómo se prepara en Miami el único campeón mundial que tiene el boxeo argentino
Los informes sobre el bonaerense Fernando Martínez , representante del barrio de La Boca, adosan un complemento insustituible cada vez que se escribe sobre él: único campeón mundial del boxeo argentino. Su desquite con el excuádruple titular mundial de boxeo en pesos diferentes Kazuto Ioka será un compromiso relevante y comprometido. Por la fecha: 31 de diciembre; por la sede: Ota, un suburbio de Tokio, la casa de su oponente. También, por lo exigente que representa volver a batir a un boxeador completísimo como el japonés. Si bien lo venció por puntos y con holgura el 7 de julio último, el combate venidero no exime de riesgos ni adversidades al pibe de La Boca.
Martínez y su gente están concentrados en el condado de Kendall , un centro vacacional con mucho verde y viviendas bajas a media hora de Miami Beach, desde el 22 de noviembre pasado. Su equipo se puso una meta: trabajar duro, en soledad, con mucho silencio, con la ausencia de todos los afectos y con el entrenamiento más exigente que se pueda organizar.
Aquí se preparó cuando demolió al filipino Jade Bornea, en 2023. Y otra vez, acompañado por su asesor Roberto Pileta Gómez y su entrenador y consejero Rodrigo Calabrese –líder del grupo– esperan el arribo del santafesino Marcos Maidana, excampeón mundial y presidente de la compañía que lleva su nombre y que lo representa deportivamente.
“Queremos cargar muchísimas ganas y un adiestramiento casi perfecto para volver a ganar”. Así abrió Calabrese el diálogo telefónico con LA NACION. “Sabemos del valor que tuvo nuestra victoria sobre Ioka y lo difícil que será este desquite. Por eso estamos acá. Con un apoyo absoluto –por primera vez– de la empresa que nos promociona internacionalmente: Premier Boxing Champions (PBC) a través de uno de sus hombres fuertes, Luis de Cubas, que nos llevó a escoger esta confrontación; muy bien paga a pesar de su costo: la renuncia al reconocimiento mundialista de la FIB, que nos exigía combatir con el mexicano Wilibaldo García por una bolsa baja en un segundo plano. Fernando tiene 33 años y una carrera brava. Buscamos en el futuro los mejores rivales y batir récords en los pesos bajos”.
¿Cómo se prepara Martínez en Kendall? El Pumita Martínez pesa actualmente cerca de 58 kg. Deberá bajar a 52,163 kg al momento de la pelea, y para ello trabaja en el gimnasio El Moro, de gran asistencia cubana. Lo más saliente son sus dos sesiones semanales en cámara hiperbárica y los guantes fraccionados con los nicaragüenses Félix Alvarado, excampeón del mundo, y Winston Guerrero. Con Alvarado corrige la obstrucción de los golpes al cuerpo, la gran virtud de Ioka; con Guerrero, el sostén de su presión ofensiva. Sabemos también que los muchos golpes que recibió Ioka, de 35 años, en el combate anterior aún no le salieron del cuerpo. Todavía los lleva encima.
“Los gastos son muy grandes. Alquilamos una vivienda grande, optima, aireada, de tres habitaciones. El precio de las cámaras y los guanteos con sparrings calificados ameritan esta inversión. No se puede fallar en nada. El nutricionista comienzó a ajustar la dieta: ya hay muy poco de pastas y las verduras ganan terreno. Fernando es un cocinero excepcional y supervisa cada plato”.
Martínez y su delegación ya completaron todo el visaje laboral en Buenos Aires y viajarán desde Florida (USA) a Tokio el 19 de diciembre próximo. Sin contratiempo alguno.
Pasarán una navidad nostálgica en tierra nipona. Casi como repitiendo el guión cinematográfico de Rocky Balboa en soledad, soportando las fiestas cobijado por la nieve de Moscú.
Aquí no hay luces, ni rollos de filmación. Hay peleadores de carne y hueso. Reales. Uno de ellos es el Pumita Martínez, el mástil del boxeo nacional, que deberá sortear una piedra gigantesca para poder lograr su millonario regalo de fin de año. ¡Cosas de este oficio!