Político bávaro niega ser autor de un panfleto antisemita y su hermano se lo atribuye

Berlín, 27 ago (EFE).- El ministro de Economía y viceprimer ministro bávaro, Hubert Aiwanger, ha negado ser el autor de un panfleto antisemita que circuló en 1987 y un hermano suyo se lo ha atribuído explicando que había sido una reacción de ira tras perder un año escolar y que se distanciaba de su contenido.

El panfleto había sido sacado a la luz por el diario muniqués "Süddeutsche Zeitung" que aseguraba que en su momento Aiwanger, que era estudiante de colegio, había sido identificado como autor del panfleto por una comisión disciplinaria de la escuela y que había sido sancionado.

Aiwanger rechazó la autoría, dijo que el panfleto le parecía asqueroso y que conocía a su autor que pronto lo reconocería pero que él nunca había sido un soplón ni lo era ahora.

"Encontraron uno o varios ejemplaron en mi maletín, me amenazaron con la policía y me propusieron que aceptara hacer una exposición sobre el III Reich como castigo. Acepté bajo presión", dijo Aiwanger.

El panfleto convocaba a un concurso para determinar quien era el más grande traidor a Alemania y ofrecía como "primer premio" un vuelo gratuito a través de las chimeneas de Auschwitz. Otros premios eran la estancia a perpetuidad en una fosa común o un tiro en la nuca sin costo alguno.

Expertos, por encargo del "Süddeutsche Zeitung", determinaron que el panfleto había sido escrito con gran probabilidad en la misma máquina de escribir en la que Aiwanger había escrito un trabajo escolar.

Aiwanger es el jefe de los Electores Libres (FW, por sus siglas en alemán), socio minoritario de la Unión Cristianosocial (CSU) en el gobierno regional bávaro.

El político ha causado irritación por diversas salidas populistas y por un lenguaje cercano al que suele emplear la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD).

Recientemente, en un acto de campaña, dijo que la "mayoría silenciosa" debía recuperar la democracia que habría sido usurpuda por élites socialdemócratas y verdes.

Durante la pandemia se sumo a los antivacunas.

Tras conocerse el panfleto hubo exigencias de dimisión por parte de la oposición en el parlamento bávaro y el primer ministro bávaro y jefe de la CSU lo calificó de "repugnante" y dijo que el caso tenía que ser aclarado.

(c) Agencia EFE