Países en desarrollo proponen un fondo de 100.000 millones de dólares para daños climáticos

Por Kate Abnett

BRUSELAS, 6 sep (Reuters) - Los países en desarrollo han propuesto que un nuevo fondo de la ONU desbloquee al menos 100.000 millones de dólares de aquí a 2030 para hacer frente a los daños irreversibles causados por el cambio climático, mientras los Estados se preparan para debatir quién se beneficiará y quién pagará en la cumbre climática de la ONU COP28.

Los países intentarán concretar los detalles del fondo para "pérdidas y daños" climáticos en la cumbre que se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái. De ponerse en marcha, sería el primer fondo de la ONU dedicado a abordar los daños irreparables causados por las sequías, inundaciones y subidas del nivel del mar provocadas por el clima.

Aunque los países se mostraron de acuerdo con el fondo el año pasado, pospusieron las decisiones más polémicas, entre ellas cuáles contribuirán a él.

En la reunión de un comité de las Naciones Unidas celebrada la semana pasada, los países en desarrollo, incluidos los de África, América Latina, Asia-Pacífico y los pequeños estados insulares, propusieron que el fondo para daños climáticos programara al menos 100.000 millones de dólares para 2030.

La propuesta publicada decía que 100.000 millones de dólares deberían ser un "mínimo" y proporcionar una red de seguridad cuando los impactos climáticos sobrepasen la capacidad de un país para hacerles frente.

"Las pérdidas y daños no son sólo un revés medioambiental; están deshaciendo décadas de esfuerzos de desarrollo", dijo Madeleine Diouf Sarr, presidenta del grupo de los Países Menos Adelantados, formado por 46 naciones, que apoya la propuesta de los 100.000 millones de dólares.

Sin embargo, las decisiones de la COP28 necesitan el respaldo unánime de los casi 200 países que asisten a las cumbres climáticas de la ONU, y la propuesta choca con la postura de algunas naciones ricas que se espera contribuyan al fondo.

CONVERSACIONES DIFÍCILES

Diplomáticos afirmaron que la reunión de la ONU de la semana pasada no resolvió las cuestiones más polémicas en torno al fondo.

El acuerdo alcanzado el año pasado por la ONU puso fin a años de estancamiento en torno a la financiación de la lucha contra el cambio climático, a la que Estados Unidos y la Unión Europea se habían opuesto con anterioridad, preocupados de que pudiera acarrear responsabilidades para los países cuyas históricas emisiones alimentaron el cambio climático.

Pero los países están ahora en desacuerdo sobre qué naciones deben pagar al fondo y cuáles deben recibir ayudas.

Michai Robertson, que representó al grupo de los pequeños estados insulares en desarrollo en la reunión de la ONU de la semana pasada, afirmó que todos los países en desarrollo deberían poder recibir ayudas.

Sin embargo, los pequeños estados insulares -que se encuentran entre los países más vulnerables a los impactos climáticos- advierten que este enfoque "abierto a todos" también debe garantizar que las comunidades pequeñas y altamente vulnerables no sean marginadas por las demandas de las naciones más grandes.

La definición de la ONU de los países desarrollados que deben contribuir a la financiación de la lucha contra el cambio climático, que se remonta a la década de 1990, no incluye a grandes economías como China ni a países con una elevada riqueza per cápita como Emiratos Árabes Unidos, que preside la cumbre de la ONU sobre el clima de este año.

Los países ricos quieren un fondo más específico. Un borrador de la posición negociadora de la Unión Europea para la COP28, visto por Reuters, dice que el fondo "debería centrarse en los países en desarrollo que son especialmente vulnerables".

Los países también están divididos sobre quién debe pagar.

Una propuesta de Estados Unidos sugería que el fondo debería atraer dineros de gobiernos, el sector privado, organizaciones filantrópicas y nuevas "fuentes innovadoras". La sección sobre qué países deberían pagar se dejó en blanco. "Actualmente hay diferencias de opiniones", según la propuesta estadounidense.

Las conversaciones se ciernen sobre el incumplimiento por parte de los países ricos de su promesa de 2009 de aportar 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para financiar la lucha contra el cambio climático en los países más pobres.

Esta promesa incumplida ha alimentado la desconfianza y el resentimiento entre los países pobres, que se enfrentan a la exigencia de reducir sus emisiones de CO2 pero tienen dificultades para recaudar fondos.

(Reporte de Kate Abnett; Editado en Español por Manuel Farías)