Mariano Werner, el campeón regresó al triunfo en el inicio de la Copa de Oro del Turismo Carretera
Arrollador. Con el sello que tienen las victorias que llevan su nombre, Mariano Werner pulverizó a lo rivales en la pista del autódromo Rosendo Hernández, de San Luis, donde el Turismo Carretera desarrolló la undécima fecha del calendario, la primera de la Copa de Oro, el mini torneo de cinco carreras que consagra al campeón de la categoría. Nada ni nadie pudo controlar al paranaense, que imprimió ritmo a medida que crecía la exigencia: tercero en el primer entrenamiento, detrás de Mauricio Lambiris (Ford) y Juan Cruz Benvenuti (Torino); segundo en el último ensayo, solo superado por Agustín Canapino (Chevrolet).
Cuando el cronómetro apretó y los puntos empezaron a estar en juego, el bicampeón se acreditó la pole, ganó la primera serie clasificatoria por una ventaja demoledora sobre Facundo Ardusso (Torino) y en la carrera Final mantuvo siempre a distancia a Manu Urcera (Torino) para ganar desde el comienzo a la bandera a cuadros. Un éxito que lo impulsa a batallar por un nuevo título, una victoria que le posibilitó romper con una racha de 12 finales sin festejos, desde Viedma 2021.
Los éxitos no se diseñan en horas y Werner, que sostiene su grupo de trabajo desde la coronación en 2020, descansa en esas personas, aun en los momentos tormentosos. Porque luego de ganar por primera vez el título de campeón de TC se desprendió del Memo Corse y tomó cobijo en el Martínez Competicion, la estructura de Omar Gurí Martínez; actualmente integra el Fadel Racing. Las relaciones con los equipos que le permitieron pintar el N°1 es excelente, al extremo que inició el 2022 con un Ford que es propiedad del Memo Corse y Alejandro Occhionero –una de las patas de ese proyecto- facilitó elementos, mientras que el ingeniero Marcos Laborda –radicado en Brasil- realiza asesoría externa.
Los vértices volverán a juntarse el año próximo, lo anunció Werner, que solo debe confirmar si Rody Agut se mantendrá en la atención de los motores. Con él ganó las dos coronas y batalla por una tercera, aunque en el pasado existieron rispideces entre el preparador y los hermanos Occhionero.
Las roturas de motores, situación que impedía redondear con victoria un fin de semana, fue el eje de aquellas diferencias, dos años atrás. Antes de viajar a San Luis, Werner hizo un ensayo en el autódromo Roberto Mouras, de La Plata, y sufrió la avería de un impulsor. El percance no desanimó al piloto ni al resto de los componentes del equipo. El resultado sentencia la convicción: si en la qualy se impuso por 79 milésimas sobre Gastón Mazzacane (Chevrolet), en la serie aventajó por 8,604 segundos a Ardusso. La estadística enseñará que la final la ganó por 1,346 segundo ante Urcera, pero ese margen lo construyó en una vuelta, cuando la competencia se relanzó, en el giro 24, luego del despiste de Diego Ciantini (Chevrolet).
“Es necesario que no gane Werner”, anticipó Urcera, conocedor que un triunfo catapultaría al entrerriano a ser candidato al título. El piloto de Torino –atendido por el Maquin Parts- explicó las razones que hicieron enseñarse conservador y no porfiar por la victoria en el relanzamiento: “Era arriesgar demasiado. La humedad de la pista no posibilitaba tener una situación controlada y nos servía el segundo lugar. Nos falta un salto de calidad para igualarlo”, declaró a la transmisión de TV el rionegrino. “Un gran auto y un gran rival. Fue contundente, hizo a gusto la carrera”, lo definió Mangoni, integrante del JP Carrera, que completó el podio y que en este autódromo logró su primer triunfo en el TC, en 2019.
Werner comenzó la Copa de Oro sin puntos y ahora marcha en el tercer puesto, a 7,5 unidades de Canapino –empezó con 39- y a tres de Urcera. El arrecifeño salvó el liderazgo en el giro final, cuando adelantó a 12 autos, al tomar rédito de despistes múltiples; antes, padeció la serie, tras un toque de Mazzacane, a quien los comisarios deportivos Gustavo Mancuso y Raúl Seibene sancionaron, y también la competencia final, donde hizo dos ingresos a la calle de boxes por la baja visibilidad (parabrisas manchado de aceite y empañado). “Me devolvieron la confianza para pelear la Copa de Oro más difícil de los últimos años”, comentó exultante Werner, que firmó la victoria número 20 en 216 carreras, acumula 12 temporadas consecutivas al menos con un festejo en el calendario y se ilusiona con un tricampeonato.