Jordi Cortizo, el talento tardío que con 27 años empieza a destacar en Monterrey
Cortizo ha sorprendido al futbol mexicano en los últimos meses, pero no es una promesa y su caso refleja el problema de México para confiar en los jóvenes
Jordi Cortizo es la gran novedad del futbol mexicano en los meses recientes. Su actual momento en Rayados de Monterrey le ha valido ya la convocatoria y debut con la Selección Mexicana. Es un rostro nuevo que, sin duda, viene a aportar algo diferente a lo que se ha visto en los últimos años en el Tri. Es un jugador que puede aparecer en diversas posiciones, ya sea como enganche o tirado a las bandas. Su criterio con el balón y llegadas sorpresivas lo convierten en un peligro constante. No es de gratis que esté considerado como uno de los mejores jugadores mexicanos, en el ámbito local, de la actualidad —compitiendo en ese rubro con César Huerta, de Pumas—.
Pero, al mismo tiempo, el caso de Cortizo deja abierta la puerta para analizar una problemática que siempre ha desvelado al futbol mexicano: la tardanza de sus talentos por llegar o consolidarse en la Primera División. Aunque Jordi transmita una sensación de frescura, la realidad es que para nada se trata de una promesa: tiene ya 27 años y debutó en el máximo circuito en el lejano 2017. Ha sido un talento que encontró su lugar de manera tardía.
Tras debutar en Querétaro, pasó a Xolos de Tijuana. Sumó minutos de a poco, pero en ningún momento se pudo hablar de un jugador consolidado. Hasta el año pasado, cuando llegó a Puebla, fue cuando pudo cumplir sus primeros cien partidos en el futbol mexicano. El 2022 fue sumamente bueno para él en La Franja. Por algo llamó la atención del equipo con la nómina más cara del futbol mexicano, como lo es Rayados, y lo ficharon para el presente torneo. No ha sido una decepción en absoluto, como suele pasar con jugadores que se lucen en equipos discretos y desaparecen cuando tienen mayores obligaciones.
Sin embargo, la pregunta es inevitable para todos: ¿dónde estuvo todo este tiempo? Se puede argumentar falta de oportunidades reales y óptimas, como también hablar de que él mismo tardó en encontrar su mejor versión futbolística. Pero ambas teorías llevan al mismo sitio: México tiene un grave problema cuando se trata de encauzar sus talentos. No pasa lo mismo que en Estados Unidos, el rival de toda la vida, que debuta muy rápido a sus jugadores y los manda a Europa al primer intento (después depende de los jóvenes hacer una trayectoria sólida o volver).
Y también se puede hablar del mejor ejemplo de los últimos años: Ecuador. Mientras México presentaba a Cortizo con 27 años como jugador debutante, los sudamericanos hacían lo propio con Kendry Páez, que tiene 16 años y ya está fichado por el Chelsea (podrá integrarse al equipo inglés cuando tenga 18 años). La diferencia es abismal e ilustrativa: el Tri carece de talentos, y los pocos que suma llegan tarde. ¿Qué jugador sería en estos momentos Jordi Cortizo si hubiera recibido más y mejores oportunidades cuando tenía 18, 19 años? Está claro que su presente es muy bueno, y todavía tiene un techo al cual llegar, pero su descubrimiento tardío le pone límites evidentes.
El caso puede equiparse también al de Luis Chávez, que con 27 años logró salir a Europa, tras destacar durante cuatro temporadas en el Pachuca, pero sólo lo hizo después de una etapa opaca en la que navegó sin éxito en diversos clubes. Y el ejemplo mayor seguirá siendo Oribe Peralta, que durante los primeros años de su carrera fue un delantero más, y después de los 27 se convirtió en un goleador letal, cuyo alcance fue mayor al nacional, pues fue figura en unos Juegos Olímpicos y también anotó en el Mundial de Brasil 2014. Cortizo es una cara nueva que no debería serlo.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO
Asaltaba con una pistola de juguete y le responden con un arma real