Endrick reclama su sitio
Madrid, 16 ene (EFE).- Endrick le dio el pase a cuartos de final de la Copa del Rey al Real Madrid. Una competición en la que estaba destinado a tener protagonismo, pero tras la derrota en el clásico en la final de la Supercopa de España ante el FC Barcelona (2-5), Carlo Ancelotti no miró por dar más oportunidades y el brasileño se vio relegado al banquillo de inicio, pero acabó siendo trascendental en la prórroga.
Un disparo suyo, duro, con la izquierda desde la frontal del área encarriló, ya en el minuto 108, el pase a los cuartos de final de la Copa ante el Celta de Vigo.
Endrick saltó al terreno de juego en el minuto 79, justo después de un tanto anulado a Arda Güler por fuera de juego previo de Vinícius y con un 2-0 en el marcador que abogaba a la calma.
Mbappé se fue del campo tras, de nuevo, un buen partido, en busca de descanso y Endrick saltó para sumar, en principio, 11 minutos en una temporada en la que, hasta la fecha, sumaba 250 -90 de ellos en Copa del Rey-.
Sin embargo, el Celta de Vigo se agarró a la eliminatoria y forzó una prórroga en la que Endrick, a pesar de unos primeros 15 minutos en los que no estuvo acertado en los duelos y mandó muy alto un disparo al primer toque, fue el salvador del Real Madrid.
Y lo hizo también sin Vinícius en el campo. Un pase de Arda Güler -otro joven que, antes del clásico, esperaba mayor protagonismo de inicio en Copa- dejó al brasileño con el balón en la frontal del área e hizo gala de una de sus grandes virtudes: el disparo potente.
Un gol que supuso el 3-2 y encarriló el pase a cuartos de Copa; eso sí, aún con Endrick brillando.
Fede Valverde, con otro gran disparo desde la frontal, hizo el 4-2, pero aún le faltó a Endrick agrandar su noche.
Con la eliminatoria decidida, esta vez sí, Endrick cerró el marcador con un taconazo dentro del área pequeña. Un recurso de calidad en espacio reducido, con caño incluído al portero, con el que firmó su primer doblete con el Real Madrid; y su cuarto gol en la temporada.
Y lo hizo en un rol inesperado, como suplente, y poniendo las primeras piedras para ganarse mayor protagonismo en lo que resta de temporada.
Contra la Deportiva Minera, rival de Segunda RFEF, estuvo impreciso y no logró marcar para coger confianza, pero sí lo hizo en un gran escenario, por el momento crítico del Real Madrid y de un Carlo Ancelotti al que se le cayó el equipo y encontró en Endrick a su salvador.
Óscar Maya Belchí
(c) Agencia EFE