Copa Argentina: Gimnasia eliminó a Barracas Central en un partido con un final escandaloso

Barracas Central vs. Gimnasia y Esgrima de La Plata terminó a las trompadas en la Copa Argentina.
Barracas Central vs. Gimnasia y Esgrima de La Plata terminó a las trompadas en la Copa Argentina. - Créditos: @Captura de pantalla

Gimnasia de La Plata eliminó a Barracas Central de la Copa Argentina al imponerse por 1-0 y avanzó a los cuartos de final en un partido que tuvo un final escandaloso. Corridas, insultos, puñetazos, empujones y patadas voladoras fueron parte de las escenas dantescas que protagonizaron jugadores de ambos equipos y personas que parecían allegados.

Cuando todo era emoción por la despedida de Benjamín Domínguez, que marcó el gol y se fue de la cancha llorando porque deja el club en el que creció para sumarse, a los 20 años al Bologna de Italia, el pitazo final dio paso a una batalla campal. De pronto se vio una agresión de Jhonatan Candia, del Guapo, a Yonathan Cabral, del Lobo, y por más de dos minutos se sucedieron escenas que, cuando parecía que todo se había calmado, se extendieron después de retirarse los equipos del campo de juego con los hinchas.

De pronto, en un abrir y cerrar de ojos, el campo de juego del estadio Ciudad de Lanús se llenó de gente que corría, se peleaba, trataba de separar. Había más piñas que calma, mientras el árbitro Darío Herrera lanzaba tarjetas rojas al aire sin que se llegara a advertir para quiénes eran. Todo desbordado. Ya imparable.

Antes del final, con Barracas Central lanzado al ataque para lograr el empate, Cabral había golpeado a Candia en el borde del área en un intento por despejar en el que su pierna siguió de largo y dio en la espalda del delantero, pero el juez no advirtió esa situación: era un peligroso tiro libre. Esta vez, con el conjunto del presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, perjudicado. Tras el pitazo, el jugador del Guapo decidió cobrarse desquite por mano propia. Y allí fue donde se desbordó todo, con el arquero Marcos Ledesma sumándose a la pelea y Candia recibiendo un golpe de atrás de Gustavo Cantó, uno de los suplentes.

Enseguida, los jugadores de Barracas comenzaron a perseguir al futbolista del Lobo, que estaba de zapatillas y pantalones largos, y se sucedieron nuevas patadas, piñas lanzadas que no llegaron a destino y una trompada que sí le dio en el rostro, mientras aparecían integrantes del cuerpo técnico, entre otros, para interceder. Incluso, voló parte del cartel de publicidad, el que se utiliza para las notas con los jugadores luego del partido. Y entonces, las cosas se pusieron peor. Un bochorno.

En un juego en el que había sido la figura Marcelo Miño, el arquero de Barracas Central, el resultado ajustado elevó la tensión. Uno intentaba estirar la diferencia; el otro, llegar a la igualdad que llevara el duelo a los penales. Y tomó más temperatura cuando Juan Cortazzo, que había ingresado siete minutos antes, fue expulsado por una plancha en el tiempo de descuento. El Lobo quedó con 10 para un desenlace picante.

Los entrenadores intentaron frenar el accionar violento, pero cuando todo parecía calmarse, volvían a aparecer las peleas en varios sectores. En un momento, incluso, algunos que habían ido hacia el túnel que lleva a los vestuarios volvieron al campo de juego. Y se lo vio a Cabral, por ejemplo, otra vez desbordado y a las corridas. Ambos equipos estarán pendientes del informe de Herrera, el árbitro, aunque el Lobo en mayor medida: las sanciones que haya se cumplirán en la Copa Argentina, salvo que el Tribunal de Disciplina decida una pena mayor.

El llanto de Benjamín Domínguez por el gol de Gimnasia de La Plata ante Barracas Central, por la Copa Argentina; el delantero deja el club y viaja a Italia para unirse a Bologna.
El llanto de Benjamín Domínguez por el gol de Gimnasia de La Plata ante Barracas Central, por la Copa Argentina; el delantero deja el club y viaja a Italia para unirse a Bologna. - Créditos: @Fotobaires

Ya con los equipos en los vestuarios, pero los ánimos todavía exacerbados, las peleas se enfocaron en un sector donde estaban los hinchas de Barracas Central. Algunos se metieron en el campo, volaban proyectiles y se generó un conflicto con la policía, a partir de que las puertas del estadio estaban cerradas para ellos, ya que se había avisado que podrían dejar la cancha solamente después de que lo hicieran los fanáticos de Gimnasia. Al ser un partido de Copa Argentina, tenían posibilidad de ingresar ambas parcialidades. La tensión se calmó después de que la seguridad entendió lo que sucedía y la gente volvió a la tribuna.

El golazo de Benjamín Domínguez para Gimnasia

Gimnasia accedió por tercera vez a los cuartos, en los que están los ocho mejores de la Copa Argentina, y para conocer a su rival deberá esperar por el ganador de la serie entre Boca y Talleres, de Córdoba, que aún no tiene fecha prevista.