‘En Boca Cerrada’ de Raquenel ‘Mary Boquitas’: 5 revelaciones del podcast sobre caso Trevi-Andrade
En su nuevo podcast, el revelador En Boca Cerrada: Lo Que Nunca Se Dijo Sobre El Caso Trevi-Andrade, María Raquenel Portillo, antes conocida como Mary Boquitas, cuenta por primera vez su historia sobre la secta sexual de adolescentes que conmocionó al mundo en los 90.
Para los que no recuerdan el caso y sus protagonistas, Portillo — quien eventualmente tuvo una breve carrera como cantante y actriz — estuvo casada con Sergio Andrade, el manager, productor y promotor de artistas que “descubrió” a Gloria Trevi a finales de los 80 y fue definitivo en su estrellato. Pero Andrade luego fue acusado y encarcelado por cargos de corrupción de menores, al igual que Trevi y Portillo, quienes luego fueron exoneradas de todos los cargos en su contra.
Portillo, sin embargo, continuó siendo señalada por muchos como cómplice en el caso. Ahora, por primera vez, detalla su vida con el desprestigiado creador de éxitos mexicano y la cambiante relación que mantuvieron a lo largo de los años: de maestro y alumna, de marido y mujer, de pareja divorciada, de jefe y empleada, de mánager y artista, y de amo y criada.
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Portillo compartiría con Trevi a su marido, el escenario mundial y, más tarde, una celda en prisión. Billboard Español contactó a representantes de Trevi en busca de comentarios sobre el podcast, sin obtener respuesta. Trevi fue absuelta de todos los cargos en su contra en 2004 y ha dicho en repetidas ocasiones que ella también fue una víctima de abuso. Por su parte, Andrade no ha dado ninguna declaración pública sobre el caso. Recibió una sentencia de 7 años y 10 meses en prisión, y alcanzó su libertad en el 2007.
Producida por Uforia y Pitaya Entertainment, la primera temporada de En Boca Cerrada revela desgarradores detalles sobre el inquietante caso que recuerda a los escándalos de Jeffrey Epstein y R Kelly. La presentadora alega que le lavaron el cerebro para casarse con Andrade a mediados de los 80, cuando ella solo tenía 15 años; él le doblaba la edad. También afirma ser la primera víctima del clan Trevi-Andrade.
“No hay tiempo definido para contar una historia. Sin embargo antes de hacerlo era vital curar mis heridas, recuperar mi vida y tener la fuerza necesaria para lograrlo”, dice a Billboard Español 19 años después de ser absuelta de cargos de corrupción de menores. “Los tiempos de Dios tan perfectos se alinearon con los míos y la oportunidad llegó tan clara y precisa”. La presentadora invita a la periodista María García, a la psicóloga Francia Piña, a Rubén Aviña, autor del libro Aline: La Gloria por el Infierno, a su madre, a su hermana y a más personas que aportan sus propios conocimientos y experiencias sobre el caso.
“En las primeras grabaciones te juro que casi me arrepentía. Porque dicen que recordar es volver a vivir”, continúa. “A través de mis emociones en ese momento, descubrí cómo de verdad pasé por esto y pude tolerarlo”.
Según un comunicado de prensa, en su primera semana En Boca Cerrada fue el podcast en español más escuchado en Estados Unidos, alcanzando el puesto No. 52 en la lista Top Podcasts de Spotify, mientras que en México llegó al No. 1 tanto en Spotify como en Apple.
Aunque asombrosamente entretenido, el podcast sin censura sirve en última instancia como un cuento con moraleja, una inmersión profunda en el espeluznante mundo de un pederasta en serie y de aquellos desafortunados que se cruzaron en su camino, en la voz de una de sus protagonistas. A continuación, cinco revelaciones sobre En Boca Cerrada.
Las tácticas de un abusador de menores
A lo largo de diez capítulos, la presentadora va revelando escenarios cada vez más atroces. Portillo no se frena al hablar de las señales de alarma que estaban presentes desde el principio, pero que ni ella ni su familia vieron. Desde su primer encuentro, describe que Andrade la hacía esperar horas para sus citas, cuando el entonces respetado productor la había pautado para un casting a las 4 p.m. y no atendió sino a la medianoche. Según Portillo, era una táctica que Andrade utilizaba para detectar a su presa y ver hasta dónde estaba dispuesta a llegar una potencial víctima y su familia por la mera posibilidad de tener una vida mejor.
Cuando formó el grupo adolescente femenino Boquitas Pintadas, Portillo dice que no se permitía que las chicas hablaran entre ellas. Reforzaba la manipulación a base de celos extremos, palabras tiernas, largas jornadas de ensayos y toneladas de gaslighting.
La banda de cinco se convirtió más tarde en docenas que le adoraban e idolatraban el poder estelar de Gloria Trevi (considerada la Madonna mexicana y la mayor estrella del pop en México y más allá) y el don de Andrade para crear estrellas. Según Portillo, Andrade hacía creer a las chicas que todas eran su familia, pero en lugar de eso “todas eran una a sus ojos”, dice en el podcast.
Con la ayuda de sus invitados, Portillo revela el perfil de un narcisista antisocial, que ejercía un poder absoluto sobre sus débiles víctimas. No preveía consecuencias ni asumía responsabilidades, y constantemente culpaba a las chicas de lo más mínimo, incluso de comerse una lata de atún sin permiso. “Por favor señor”, “gracias señor” y “lo siento señor” eran imprescindibles al final de cada frase, dice la narradora.
“Si no me la llevo casada, me la robo”
Portillo cuenta que cuando tenía 14 años Andrade comenzó a pedirle que se casara con él. Cuando sus padres descubrieron que su hija estaba enamorada del productor, éste les aseguró que se trataba de algo platónico y pasajero. Cuando la relación se tornó más seria, Andrade le respondió a sus padres diciendo que ellos también se casaron jóvenes. “Sí, pero Pepe (el padre de Raquenel) también era un niño y no un hombre hecho y derecho”, exclamó su madre. “Si no me puedo casar con ella, me la robo. Tú eliges”, le dijo Andrade, algo que entonces no era raro en las zonas rurales de México. Portillo estaba a punto de cumplir sus quince. Los padres le hicieron su quinceañera — sin chambelanes, a petición de Andrade — con esperanzas que su hija cambiara de opinión. No sucedió.
Portillo explica que en su época casi todas las mujeres aspiraban a casarse y formar una familia. Y, en lugar de casarse con una persona de un estatus económico inferior, Andrade convenció a sus padres de que la única forma de que se su hija tuviera éxito era casarse con un hombre bien posicionado como él. Eso, aunado a la religión para imponer obediencia, se convirtió en una mezcla peligrosa porque “este hombre se sentía Dios”, dice Portillo en el podcast.
¿Normal o normalizado?
“Todo lo que decía Sergio sonaba lógico… ese era su poder”, afirma Portillo en el podcast. Andrade conseguía un control absoluto sobre sus víctimas porque él se encargaba de que fuera así. El día de su matrimonio terminó su etapa romántica y comenzó la violencia, según Portillo. La narradora dice que fue agredida violentamente, física y sexualmente en su noche de bodas. Después de darle puñetazos, la acarició y la violó. “Lo hago por tu bien para que seas perfecta”, le decía a menudo, cuenta. Las palizas con cable acompañadas de sexo se convirtieron en la norma.
Cuando aún era adolescente, Portillo quedó embarazada y él organizó su aborto sin su conocimiento, dice, un procedimiento que ella cree que la dejó estéril de por vida. “A uno le enseñan que el amor todo lo puede y que por amor todo se aguanta”, dice a Billboard Español. “En cualquier tipo de relación amorosa que pasa un red flag (señal de alarma) una vez y no lo identificas… es donde sucede lo peligroso, cuando queremos por amor, por cariño o por compasión y aguantamos una y otra vez. Y de pronto este tipo de relaciones se vuelven adictivas. La adicción es codepender de algo que aunque sabes que está mal, ahí estás”.
Andrade era intocable, dice Portillo, señalando que personas que conocían su conducta indebida permanecían calladas, incluido el famoso presentador de televisión Raúl Velazco, fallecido en el 2006 Velazco nunca fue acusado de comportamiento indebido ni ligado a Andrade. De alguna manera, dice la narradora, el productor — quien años después fue condenado — consiguió normalizar los comportamientos más atroces.
La rebelión feminista de Gloria Trevi
Gloria Trevi era la gallina de los huevos de oro de Sergio Andrade, afirma Portillo en el episodio 8, “El fenómeno Trevi, un anzuelo perfecto”. Dice que el éxito de la cantante de “Pelo suelto” era recompensado con privilegios como comer en restaurantes de lujo (con la ayuda del dinero duramente ganado por la superestrella) a los que las otras chicas no tenían acceso, a pesar de que muchas formaban parte del equipo de Trevi — Portillo era su corista. También alega que la idea de llevar el pelo gigantesco no fue de Trevi sino de Andrade — supuestamente, ella le gustaba mantener su pelo muy cuidado — al igual que sus famosas medias rasgadas y declaraciones sensacionalistas a la prensa, como que le gustaría llegar a ser presidenta. Su rebelión artística feminista, sorprendentemente, fue ideada por su abusador, según la podcaster.
La jerarquía de “las favoritas”
Estar entre “las favoritas” del productor era algo a lo que aspiraban las chicas del clan. Todas querían estar en lo más alto de la cadena, y cuanto más jóvenes eran, más posibilidades tenían de conseguirlo, según Portillo. Bajo el control de Andrade, las de 12 y 13 años eran “más fáciles” de moldear para obtener los “máximos resultados”, mientras que las mayores (de 18 en adelante) tenían una vida más corta dentro del clan, lo que las alejaba de él y de la posibilidad del estrellato. Ser una favorita, sin embargo, no excluía a las chicas del castigo físico, sino que les garantizaba una mejor posición ante el maestro y pequeños lujos ocasionales: una comida mejor y un par de cumplidos.
Durante la mayor parte de sus dos décadas con el clan, Mary Boquitas se mantuvo más abajo en la lista de favoritas debido a su edad creciente, dice. Sin embargo, era la más leal, y aunque eso no le valió un trato especial, sí le granjeó la confianza de Andrade, una relación de la que dice no estar orgullosa.
Gloria Trevi, sin embargo, “nunca fue una más, no fue como el resto, como ellas o como yo. Sin negar que Gloria no era 100 por ciento libre, todas sabíamos que llegando el caso se sentaba a proponer castigos con el maestro, o tomar decisiones que dejaran claro que ella no era una más”, narra Portillo en el episodio 10. Andrade sabía como manipular a cada una de las chicas para provocar desconfianza entre ellas mismas, continúa la narradora comparando la dinámica con un reality show, para despertar esa necesidad apremiante de complacerlo y poder subir un puesto en su ranking.
Portillo menciona la Línea Nacional Contra la Trata de Personas (National Human Trafficking Hotline) al final de cada episodio. Si estás en riesgo o conoces a alguien que puede estarlo, llama al 1-888-373-7888, o visita https://humantraffickinghotline.org.
La primera temporada de En Boca Cerrada consta de 10 capítulos que están disponibles en Uforia. Los primeros nueve episodios pueden escucharse en todas las demás plataformas de podcast. La segunda temporada de En Boca Cerrada está actualmente en producción.
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