Aficionados del Quintanar del Rey se juegan la vida para ver a su equipo ante un Primera

Una de las cosas más bonitas del nuevo formato de la Copa del Rey es que permite a aficionados de equipos modestos y de localidades pequeñas ver en su pueblo a clubes de Primera División. Claro que muchas veces no todos los que lo desean pueden acceder al campo, como le ocurrió a unos seguidores del Quintanar del Rey, que, sin embargo, no quisieron perderse el duelo de su equipo contra el Girona de ninguna forma y se jugaron la vida por hacerlo.

Quintanar del Rey es un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca que tiene 8.000 habitantes. Su equipo, que tiene el mismo nombre, milita en el grupo castellanomanchego de la Tercera RFEF y la fortuna quiso que en la primera ronda de la Copa quedara emparejado con todo un Primera como el Girona.

Obviamente, la localidad se volcó. El Estadio de San Marcos, donde juega el conjunto verdiblanco, tuvo que adaptarse para recibir el visto bueno de la Federación y añadió además gradas supletorias ampliando su capacidad de los 2.000 a los 2.500 espectadores. Todas las entradas fueron vendidas.

Pero a esos 2.500 aficionados que abarrotaron las gradas del campo hay que añadirles tres más que también siguieron el partido, aunque no lo hicieron desde dentro del estadio, sino subidos a la copa de un pino situado junto al mismo y que les daba una panorámica tan única como arriesgada.

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Primero fue uno el que se subió a lo alto del pino y más tarde aparecieron otros dos aficionados entre medias de las ramas atraídos por las buenas vistas de su compañero y por la gratuidad de seguir el partido desde ahí arriba.

Nadie sabe muy bien cómo pudieron subirse hasta lo alto del árbol para sorpresa de los aficionados que estaban en la grada, que los grabaron con sus teléfonos móviles. Las imágenes se hicieron virales en las redes sociales y han quedado como una de las grandes anécdotas de la primera ronda de esta edición copera. Por cierto, los hombres no pudieron ver el partido entero, ya que después se acercó hasta el pino la Guardia Civil para invitarles a bajar.

En lo estrictamente futbolístico, el modesto Quintanar del Rey estuvo a punto de dar la sorpresa ante el Girona que se había adelantado con un gol de Rodrigo Riquelme en la primera mitad. Sin embargo, Antonio Megías, que es el máximo goleador del Grupo 18 de la Tercera RFEF, igualó el duelo de penalti en el minuto 76 volviendo loca a la grada y mandando el partido a la prórroga.

En el tiempo extra, un tanto de Cristhian Stuani en el minuto 98 clasificó a los de Míchel para la siguiente ronda. Aún faltaba, eso sí, otra alegría para la afición local después de que César Rozalén le detuviera un penalti al propio delantero uruguayo en el último minuto.

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