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Épica, consuelo y desgracia

Madrid, 29 oct (EFE).- Amarrado a la épica y sobre el reloj y amparado en su goleador, Robert Lewandowski, el Barcelona encontró el consuelo al sinsabor europeo en el regreso a la LaLiga Santander donde se topó con un triunfo balsámico en Mestalla para reemprender el trayecto de su proyecto al contrario que el Atlético Madrid que sin tiempo aún para asimilar el drama continental del miércoles padeció en Cádiz un mazazo más (3-2).

Salió airoso el conjunto azulgrana con los tres puntos en Valencia (0-1) y dañado el Atlético y el Sevilla. A la desgracia rojiblanca se sumó la depresión sevillista, incapaz de ganar al Rayo Vallecano, que asaltó el Sánchez Pizjuán, donde venció (0-1).

Fue a última hora cuando el Barcelona encontró el alivio. No maquilla la decepción continental pero mantiene al cuadro de Xavi Hernández en la puja directa por el título de liga y alarga el mano a mano con el Real Madrid que el domingo recibe al Girona.

No se podía permitir el equipo barcelonés otra mala noche. Sin brillo pero con fe y ocasiones, terminó por derribar la resistencia del Valencia que se hizo fuerte en la zaga y que resistió hasta el añadido, cuando Robert Lewandowski llevó la pelota a la red para dar los tres puntos a su equipo.

No falta a la cita el polaco con el gol. Sus tantos suponen puntos para el Barcelona. Ya acumula trece y cuatro asistencias. Es el sostén del conjunto de Xavi. Sobre todo cuando carece de brillo, como en ocasiones como estas.

EL ATLÉTICO, DE DESGRACIA EN DESGRACIA

La desgracia acompaña al Atlético Madrid. Ni siquiera tuvo ocasión de aliviarse con el traslado a la liga doméstica el conjunto de Diego Pablo Simeone tras el dramático revés encajado en la Liga de Campeones ante el Bayer Leverkusen. No pudo desahogarse en LaLiga, con un triunfo que devolviera la sonrisa a un plantel que languidece en lo que va de curso. Al contrario.

Agrandó su particular tragedia el conjunto rojiblanco que sufrió otro revés, de la peor manera, en Cádiz, un rival que solo había ganado uno de los once partidos que había jugado hasta ahora.

Apuntó mala pinta desde el principio el partido del Nuevo Mirandilla porque antes del primer minuto de partido el equipo andaluz tomó ventaja con el tanto de Theo Bongonda. Después, perdió a Álvaro Morata por lesión. Y emprendió una reacción a la desesperada que no fructificó. Al contrario, en pleno acoso, encajó el segundo.

Ya estaban en el campo Joao Felix y Antoine Griezmann que habían cambiado la cara al partido. Tiró de épica y liderado por el portugués consiguió igualar con un gol suyo y otro que también nació de sus botas y que introdujo en su portería Luis Hernández. Incluso el luso tuvo el triunfo en sus botas. Y en la última acción del partido, Rubén Sobrino, en el 98, volvió a batir a Jan Oblak.

De desgracia en desgracia transita el Atlético Madrid, cada vez más lejos de Real Madrid y Barcelona. “Empezamos con dificultad tras el golpe del otro día y hoy recibimos otro más, a partir de ahí hicimos un buen primer tiempo aunque no estuvimos acertados para marcar”. "Tranquilidad, igual que la hemos tenido en los buenos momentos", alienta Simeone.

EL SEVILLA SE INMOLA

El Sevilla agudizó su crisis con una nueva derrota, inesperada, en su propio estadio y ante un adversario aparentemente menor que enfureció a la grada del estadio Ramón Sánchez Pizjuan que no vislumbra mejoría alguna con el cambio de técnico y la llegada al banquillo de Jorge Sampaoli.

Sigue sin ganar como local el conjunto andaluz, lejos del aspecto que mostraba temporadas atrás. Animador de la liga. Nada que ver. Se deshizo con un gol de Álvaro García a la hora de partido que premió al Rayo y castigó la falta de ideas y la escasa capacidad del Sevilla.

Cada vez más cerca está del descenso el cuadro de Sampaoli, igualado a puntos -diez- con el Cádiz, antepenúltimo, que marca la mirada a segunda. Tres partidos sin ganar para el cuadro andaluz, lejos de su objetivo. Distante de la posición del Rayo, en pleno crecimiento, con cuatro encuentros sin perder y dos victorias seguidas que le apuntan a la zona continental.

"Así es muy difícil ganar", reconoció el técnico argentino tras el encuentro.

HUNDIMIENTO CELESTE

Cinco partidos sin ganar y seis derrotas y un empate en sus ocho últimos encuentros delatan la crisis del Celta que agudizó con su visita a Almería donde volvió a perder (3-1). Está en entredicho el trabajo de Eduardo Coudet con una plantilla en caída libre que tras su visita al estadio Power Horse está a un solo punto del descenso después de haber dilapidado toda la renta ganada en su arranque de curso.

Quedó en evidencia el Celta ante el Almería, un equipo al alza que consiguió su tercer triunfo seguido en su casa y que se aleja de la zona de peligro. Dio la vuelta a la situación el cuadro andaluz porque al descanso perdía por 0-1 con el gol de Gabri Veiga. Pero remontó en la segunda mitad.

Se quedó con diez el Celta por la roja que vio el propio Veiga y lo aprovechó el conjunto de Francesc Ferrer 'Rubi´. Empató Lazaro Vinicius y después, César de la Hoz puso en ventaja a la hora de juego a los locales que sentenciaron en el añadido gracias a Iñigo Eguaras.

"La expulsión marca un antes y un después. A partir de ahí fue muy difícil el partido. todo lo que habíamos planificado se derrumbó", dijo Coudet.

Santiago Aparicio

(c) Agencia EFE