Denuncian que no fue atendido: qué se sabe hasta ahora del caso del argentino que fue asesinado en Bolivia
NEUQUÉN.- Tras la difusión de un video que mostraba a la novia de Matías Rosales, el neuquino asesinado de una puñalada en la ciudad de Oruro, en Bolivia, en el que la joven afirmaba que les habían negado la atención médica por ser extranjeros, surgieron nuevas declaraciones contrapuestas sobre el caso.
El cónsul argentino en La Paz, Santiago Odobez, señaló que se enteraron del hecho a partir de un llamado de los parientes de Rosales. “Nos contactó la familia indicando que había sufrido un ataque con el posterior fallecimiento en Oruro”, dijo en una entrevista radial.
Rosales, de 35 años, viajaba como mochilero por América Latina junto a Florencia Morales Papeix, su pareja, una artesana que es oriunda de la ciudad rionegrina de Catriel y cuya desgarradora denuncia se viralizó en redes sociales. El video de un medio boliviano captó el momento en el que afirmó que les negaron atención médica por ser extranjeros y que tardaron 40 minutos en asistir al hombre que había recibido una puñalada. En ese sentido, el diplomático agregó: “Nunca nos dijeron que hubo falta de asistencia y la Policía tampoco dijo eso, hasta que hoy vimos el video y nos comunicamos con la familia y nos dijeron que no lo quisieron decir. Ya me comuniqué con la Cancillería por el tema de la falta de asistencia y ahora hay que esperar los resultados de la autopsia para ver qué tipo de lesión tuvo. Estamos comprometidos a que si aparece alguna circunstancia, las autoridades bolivianas tomen las medidas y sanciones que corresponden”.
Afirmó, además, que es muy poco lo que se sabe del caso, y que se estima que el agresor es un ciudadano colombiano que sigue prófugo. Mientras tanto, desde el Consulado mantienen contacto con la familia de Neuquén, que emprendió viaje con destino a Oruro.
Aunque la familia de la víctima dijo que lo dejaron morir en la vereda del centro de salud, desde el Hospital General San Juan de Dios de Oruro negaron esas afirmaciones y aclararon que nunca niegan asistencia médica a los extranjeros.
En una entrevista radial, Israel Ramírez Araoz, director del hospital afirmó que nunca recibieron un llamado para acudir al lugar del incidente, en un hostel de esa localidad. Por el contrario, señaló que Rosales fue asistido por los Bomberos, que detectaron, ya en el lugar, que el hombre no tenía signos vitales.
“Estaba prácticamente fallecido pero lo trasladaron a la institución por insistencia de la acompañante”, dijo el médico y agregó que el emergentólogo del hospital determinó que la víctima ya había fallecido y que no reunía los criterios para practicar una RCP. Por lo tanto, se le ofreció a la mujer dejar el cuerpo en la morgue.
“La acompañante está falseando la información, estoy indignado como director de la institución y como boliviano”, sostuvo el médico. Y agregó que en los ocho años que lleva frente a ese hospital nunca le negaron atención médica a extranjeros o a personas que tengan inconvenientes legales, porque se preocupan por resguardar la vida de esas personas.
Agregó que la ley del Sistema Único de Salud boliviano establece que los hospitales deben prestar atención inmediata a todos los extranjeros que así lo requieran, pero que, en este caso, no se brindó, porque el hombre ya había fallecido.
El testimonio
Por su parte, la novia Rosales expuso que la trataron con indiferencia cuando pedía ayuda desesperada para su pareja. “Cuando ingresamos a Bolivia probé ponerle un chip a mi celular de acá, pero solo funcionó un par de días. Yo tenía mi celular con un chip argentino, entonces no podía llamar a emergencias. Intenté, pero mi celular no funcionaba. En ese momento, le pedí a una persona que estaba dentro de la farmacia que, por favor, llame a emergencias y con un gesto me dice que no. Le pedí a otra persona que estaba vendiendo en cercanía y con el teléfono en la mano también me dice que no. Le pedí a la gente que iba pasando y también recibo la negativa”, relató en una entrevista con LMNeuquén.
Agregó: “Ninguno de los dos hombres que iban en la ambulancia lo asistió. Ninguno de los dos le hizo RCP en ningún momento. Yo le tomé los signos vitales y el pulso. Después lo subieron a la ambulancia y lo llevaron al hospital, yo estuve todo el tiempo controlándole los signos”.
Señaló que después, cuando estaban en la vereda del hospital, un médico y una enfermera le dijeron que Rosales ya estaba muerto y que no había nada por hacer. Ella les dijo que en el trayecto tenía todavía signos vitales y, ante la insistencia de la joven, aclaró que finalmente lo auscultaron con un estetoscopio y agregaron que no lo iban a atender.