Dengue: cómo se transmite la enfermedad y qué pasa si te contagiás dos veces

Además del dengue, el Aedes aegypti también transmite el virus del zika, fiebre amarilla y chikungunya
Además del dengue, el Aedes aegypti también transmite el virus del zika, fiebre amarilla y chikungunya

El aumento de los casos de dengue en la Argentina encendió las alarmas. Oficialmente, en los últimos días se informó que los casos se duplicaron en la tercera semana de este mes con respecto de la segunda semana: hay 9388 (8504 sin antecedente de viaje) en 13 provincias, comparado con 4828 siete días antes, entre más de 18.000 personas que consultaron al sistema de salud.

La cifra ya supera los 7862 casos (6169 autóctonos) que hubo en 16 provincias para esta época del año en la epidemia de 2019-2020, cuando la circulación comunitaria del virus del dengue se superpuso con la llegada del coronavirus de Covid-19, de acuerdo con los registros nacionales online de ese entonces.

Los expertos subrayan las medidas de prevención, que consisten sobre todo en eliminar los recipientes de agua que se encuentran en las viviendas y sus alrededores o cambiar su contenido cada tres días en caso de que cumplan alguna función.

Asimismo, se recomienda usar mosquiteros y repelente, que pueden evitar la picadura de los mosquitos transmisores de la infección. Pero hay algunas dudas sobre la enfermedad que son las que más inquietan. ¿Cómo se transmite la enfermedad? ¿En qué casos es grave? ¿Cuáles son los síntomas a los que debemos estar atentos? ¿Cómo se transmite la enfermedad?

Aquí las respuestas a estos interrogantes.

¿Cómo se transmite la enfermedad?

El dengue es causado por un virus de la familia Flaviviridae y se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti, que vive en zonas urbanas y semiurbanas con climas templados. El mosquito actúa como el vector principal entre una persona infectada y una susceptible de ser afectada: ocurre cuando se alimenta con sangre de un individuo enfermo y luego pica a otros. Es decir, que el contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra ni a través de objetos. El Aedes aegypti también transmite el virus del zika, fiebre amarilla y chikungunya. Aunque el mosquito solo funciona como vector, los huevos que pone aquel que está infectado también pueden contener al virus. Por lo tanto, una vez que eclosionan, las larvas son capaces de transmitir la enfermedad sin haber picado anteriormente a una persona contagiada. Para reconocer a los mosquitos transmisores, se debe tener en cuenta que son oscuros y tienen manchas blancas en sus patas y en el lomo.

¿Qué pasa si uno se contagia dos veces?

Aquellos que ya padecieron la enfermedad están más expuestos a padecer un cuadro grave. Esto sucede cuando un individuo se contagia en una segunda ocasión de un serotipo viral distinto –los cuatro existentes son DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4– al de la primera vez.

En estos casos, el sistema inmunológico puede generar una respuesta exagerada que perjudique al organismo. “En este caso, los anticuerpos que no tienen capacidad neutralizante frente al nuevo serotipo facilitan su entrada a las células”– indica Guzzi– “A mayor cantidad de células infectadas, mayor carga viral y mayor respuesta inmunitaria del huésped. Esto incluye citoquinas y mediadores inflamatorios, algunos de los cuales pueden contribuir a la extravasación de plasma y luego al shock. Por otra parte, durante una infección secundaria, las células T de memoria también se activan rápidamente, proliferan, expresan citocinas y mueren por apoptosis en una manera que, generalmente, se correlaciona con la gravedad general de la enfermedad”. La especialista sugiere que pueden haber factores genéticos de los pacientes que pueden incidir en el resultado de esta infección. Sin embargo, asegura que, si bien se trata de un factor de riesgo, no es determinante. Los cuadros severos no son los más frecuentes.

¿Cuáles son los síntomas a los que debemos estar atentos? ¿Cómo se diagnostica?

El dengue causa síntomas similares a los de la gripe y suelen durar entre tres y siete días. Al cuadro febril, presente en casi todos los pacientes, se asocian: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas y/o vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel y picazón y/o sangrado de nariz y encías. Algunos signos de alarma son sangrado de mucosas, dolor abdominal intenso y continuo, vómitos persistentes y derrame seroso. Para el diagnóstico se realiza un análisis de laboratorio que detecta el virus o los anticuerpos, dependiendo de la fase de la enfermedad en que se encuentre el paciente.