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Demián Bichir bajo la lente de él mismo

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 2 (EL UNIVERSAL).- "Es un director barco, me dejaba hacer lo que quisiera, sin problema", dice Demián Bichir, hablando sobre el cineasta que lo dirigió en la película que estrena este viernes.

El actor lanza la carcajada tras la frase. Es broma. Porque a quien se refiere es a él mismo, quien debuta tras la cámara con "Un cuento de circo & a love song", no sólo como realizador, sino también en el área de guión.

—¿Volverías a contratarte como actor?, se le pregunta.

—¡De ninguna manera! Fue una película de bajo presupuesto y todo los que están bajaron su salario. Fue un evento hermoso por el aspecto humano que hubo y es por lo que sigo disfrutando lo que hago", responde.

La cinta, que por ahora sólo se exhibirá en Cineteca Nacional, cuenta la historia de Refugio, niño que crece en un circo y emprende un camino a través de los años, en busca del amor, donde la redención juega un papel vital.

Para su rodaje contó con su sobrino José Ángel como él mismo de joven; a Bruno, su hermano, como productor y una pléyade de actrices y actores amigos como Ana Claudia Talancón, Arcelia Ramírez, Ludwika Paleta, Juan Carlos Colombo, Julio Bracho y el cubano Jorge Perugorría.

"Un cuento de circo & a love song" comenzó hace casi una década, cuando con un grupo de amigos se armó una especie de taller con la finalidad de crear historias.

Demián se quedó con el gusanito de escudriñar en ello, ocupando algunas experiencias personales para el guión.

"No es autobiográfica, pero hay situaciones, diálogos, que así fueron en la realidad", dice.

Para el filme Arcelia, quien interpreta a su madre, debió hacer acrobacias encima de un caballo y Ana Claudia, a la que le toca ser uno de sus amores, se sometió a clases para hacer contorsiones con telas.

"Días antes de arrancar me lastimé la espalda —cuenta Ana Claudia—, terminaba con los brazos con moretones porque las telas aprietan, era una experiencia que jamás había tenido".

A Perugorría, quien interpreta a su padre, se le tuvieron que escribir los diálogos fonéticamente a como suenan en inglés, pues su personaje habla ese idioma, pero en la vida real no lo practica el actor cubano.

"Necesitaba a una bestia de actor para ese papel y Jorge lo tenía; cuando le llamé para invitarlo me dijo que sí sin leer el guión, después cuando lo recibió me dijo que no podría por no saber inglés. Mi papá, que tampoco sabe, me sirvió como conejillo, pues yo escribía los diálogos como sonaban, se les daba a leer y así se arregló eso", recuerda Bichir.

Pero fue la lluvia el gran enemigo de la cinta, pues los persiguió durante las cuatro semanas en locaciones de México y otro tanto menor en Nueva Orléans.

Hubo un día que el lodo provocó que la grúa ocupada para montar la luz para una escena con Longoria se hundiera y se tuvo que conseguir otra en plena madrugada.

"Eva tenía un compromiso y se tenía que ir ese mismo día, no sé de dónde el productor sacó la nueva grúa. Fueron horas de estar todos en un camper", detalla el director debutante.