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Demócratas de Miami señalan a Núñez por sus comentarios sobre los inmigrantes cubanos

Los demócratas del sur de la Florida se lanzaron el lunes contra la vicegobernadora Jeanette Núñez, quien durante el fin de semana enfrentó fuertes reacciones por aparecer sugiriendo en un programa de radio que los cubanos que estaban en la Florida “ilegalmente” deberían ser expulsados del estado.

Durante una conferencia de prensa, los demócratas hispanos de Miami criticaron a Núñez y a la administración del gobernador Ron DeSantis por promover políticas de inmigración que, según ellos, afectan a los cubanos que huyen de un régimen comunista.

Las críticas a Núñez, una cubanoamericana criada en Miami, fueron personales: El ex alcalde de Miami, Manny Díaz, quien también es cubanoamericano y preside el Partido Demócrata de la Florida, pidió a Núñez que se distancie de la retórica de DeSantis sobre los inmigrantes.

“Conozco a la vicegobernadora Núñez desde hace décadas. Esta no es la Jeanette Núñez que yo conocía”, dijo Díaz, quien aseguró que Núñez se ha convertido en un “instrumento” de la campaña de reelección de DeSantis. “Está claro que no le importa nadie más que él mismo y sus aspiraciones y su agenda política. Pero, vicegobernadora, usted debería saberlo mejor. ¿O está ahora tan enfocada en el poder que ha dejado su corazón, su compasión y sus principios en la puerta?”

La conferencia de prensa en la Torre de la Libertad en el downtown de Miami, justo un día antes de las elecciones primarias de la Florida, extendió la vida de una controversia encendida por las declaraciones que Núñez hizo durante una entrevista de radio la semana pasada. La respuesta de Núñez a una pregunta sobre los migrantes cubanos, en la que explicó la propuesta oficial de DeSantis de sacar a los migrantes indocumentados de la Florida en autobús, ha provocado críticas de los demócratas, los defensores de la inmigración y algunos cubanoamericanos de todo el espectro político.

La vicegobernadora de la Florida, Jeanette Núñez, habla durante una conferencia de prensa convocada el 8 de junio por líderes de la comunidad cubana en el exilio, en la sede de la Brigada 2506 de Bahía de Cochinos en La Pequeña Habana para anunciar su posición sobre la venta de Radio Mambi y WQBA, La Cubanísima a Latino Media Network.
La vicegobernadora de la Florida, Jeanette Núñez, habla durante una conferencia de prensa convocada el 8 de junio por líderes de la comunidad cubana en el exilio, en la sede de la Brigada 2506 de Bahía de Cochinos en La Pequeña Habana para anunciar su posición sobre la venta de Radio Mambi y WQBA, La Cubanísima a Latino Media Network.

La reacción provocó que Núñez respondiera personalmente a la controversia en una presentación a primera hora de la mañana del lunes en Americano Media —un nuevo medio de radio nacional dirigido a los hispanos conservadores— y dijera que sus comentarios iniciales habían sido tergiversados intencionadamente por los demócratas. Más tarde publicó un comunicado en Twitter con más o menos la misma respuesta.

“Sabemos que hay un proceso para pedir asilo para personas, incluyendo cubanos, que vienen aquí por razones políticas, no por razones económicas”, dijo Núñez en el programa de radio en español. “Creo que están tratando de usarlo ... para provocar un poco de entusiasmo en el Partido Demócrata, que no existe en la comunidad hispana”.

¿Retórica o ley de inmigración?

Al aclarar sus controversiales comentarios del lunes, Núñez hizo una distinción entre ser un refugiado “político” y los inmigrantes que llegan al país por razones “económicas”.

Durante décadas, los cubanos recibieron un tratamiento migratorio especial en Estados Unidos a través de la llamada política de “pies secos, pies mojados”. Pero ahora, los cubanos son procesados una vez que entran en el país a través de un puerto de entrada, al igual que otros inmigrantes, según la abogada de inmigración de Miami Maureen Porras.

La principal diferencia ahora es que los cubanos son elegibles para formas adicionales de alivio de la deportación gracias a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, una ley que permitió que algunos cubanos elegibles, en particular aquellos en libertad condicional de inmigración, solicitaran la residencia legal permanente, dijo Porras. Pero incluso entonces, Porras dijo que el proceso a través del cual los cubanos reciben el estatus de libertad condicional está siendo litigado.

Esas dinámicas salieron a la luz el verano pasado cuando DeSantis dio una conferencia de prensa en la ciudad fronteriza de Del Río, Texas, para pregonar que la Florida había enviado 50 agentes del orden para ayudar a asegurar la frontera entre Estados Unidos y México. Ese mismo día, unas dos horas después de la conferencia de prensa del gobernador, tres cubanos fueron detenidos por un grupo de agentes de la ley de Texas después de haber cruzado ilegalmente el Río Grande hacia Estados Unidos.

Tras su detención, las fuerzas del orden estatales iniciaron el proceso de entrega a la Patrulla Fronteriza y de Aduanas de Estados Unidos. No está claro si fueron deportados o se les concedió asilo o estatus de refugiados.

El gobierno de DeSantis ya se ha visto obligado a lidiar con las desavenencias ideológicas que existen dentro de la políticamente poderosa comunidad cubana del sur de la Florida, así como con el trato histórico que reciben los cubanos en comparación con otros grupos de inmigrantes. En febrero, el gobernador fue criticado por una política que ordenaba al Estado dejar de dar licencias a los refugios de la Florida que cuidan de los menores migrantes no acompañados bajo custodia federal.

Entre ellos se encuentra la Aldea Infantil Monseñor Bryan Walsh de Miami. El refugio cuidó de los menores cubanos no acompañados que llegaron a Miami a principios de los años 60 a través de la Operación Pedro Pan. Mientras que algunos ex niños Pedro Pan salieron en defensa de DeSantis en una mesa redonda pública en Miami, otros mostraron su oposición, escribiendo una carta y celebrando conferencias de prensa pidiendo a DeSantis que revirtiera la política.

Núñez desestimó las críticas a las declaraciones del viernes en su declaración de Twitter: “Entrar en el país ilegalmente y huir de una dictadura para pedir asilo son dos cosas diferentes, y tergiversar eso es ofensivo”.

La Florida tarda en aplicar el programa de autobuses

Los comentarios de Núñez han renovado la atención sobre un controvertido programa de inmigración que DeSantis ha prometido implementar, pero que aún no ha puesto en marcha.

A petición del gobernador, el Departamento de Transporte de la Florida tiene acceso a $12 millones para contratar a empresas privadas de transporte para sacar del estado en autobús a los inmigrantes indocumentados. Pero el programa aún no ha sido puesto en marcha.

Texas tiene un programa similar desde abril. Durante meses, ese Estado ha estado ofreciendo viajes gratuitos a los inmigrantes a Washington DC. y a la Ciudad de Nueva York, mientras el gobernador Greg Abbott, quien también se presenta a la reelección, apunta a las políticas de inmigración de los demócratas.

El programa de transporte en autobús de Texas es voluntario para los inmigrantes que pueden mostrar documentación de que han sido procesados y liberados por el Departamento de Seguridad Nacional, y el Estado paga los gastos de viaje, según el Texas Tribune.

No está claro si el programa de la Florida funcionaría de la misma manera. DeSantis ha guardado silencio sobre los detalles, aunque repetidamente se jacta de sus planes en conferencias de prensa, entrevistas nocturnas en Fox News y eventos políticos conservadores.

La senadora estatal de la Florida Annette Taddeo, en el centro, habla con los periodistas durante la conferencia de prensa celebrada frente a la Torre de la Libertad en el centro de Miami, el 22 de agosto de 2022.
La senadora estatal de la Florida Annette Taddeo, en el centro, habla con los periodistas durante la conferencia de prensa celebrada frente a la Torre de la Libertad en el centro de Miami, el 22 de agosto de 2022.

“Si los envías a Delaware o a Martha’s Vineyard o a algunos de estos lugares, esa frontera sería segura al día siguiente”, dijo DeSantis en diciembre. Delaware, es el estado natal del presidente Joe Biden, mientras que Martha’s Vineyard es una isla al sur de Cape Cod, Massachusetts, popular para las vacaciones de verano y a la que solo se puede acceder por avión o ferry.

Por ahora, el departamento de transporte del estado solo dice que “todos los aspectos del programa serán coherentes con la ley federal”.

La dependencia estatal no ha aclarado si el programa será voluntario para los inmigrantes, como ocurre en Texas. Tampoco está claro si el Estado está en contacto con alguna empresa privada que pueda estar interesada en contratarse con el Estado para reubicar a los migrantes en otras partes del país.

La senadora de la Florida Annette Taddeo, quien se postula para el Congreso y está en la boleta de las primarias demócratas del martes, dijo el lunes que cuando se planteó por primera vez el programa, no se aclaró a dónde se llevaría a los migrantes y cómo se evitaría que interfirieran con los agentes federales de inmigración.

“DeSantis y el Partido Republicano profesan estar con los que huyen del comunismo y el socialismo. Sin embargo, continuamente dan la espalda a los que huyen de la represión total en Cuba, Venezuela y Nicaragua”, dijo Taddeo.