Delphine Boël rompe en llanto en su primera conferencia de prensa

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 6 (EL UNIVERSAL).- La nueva princesa belga, Delphine Böel, la hija que el exrey Alberto de los belgas tuvo fuera del matrimonio, ofreció una conferencia de prensa en la Universidad de Bruselas, donde rompió en llanto al recordar la dura batalla que enfrentó para ser reconocida como hija del exmonarca, quien negaba rotundamente ser el padre de la artista hasta que, tras siete años de lucha, fue obligado por el tribunal a realizarse la prueba de ADN.

Delphine Boël habló ante varios medios de comunicación luego de haber ganado otra batalla: ser reconocida como princesa (para ella y sus hijos), recibir el tratamiento de Su Alteza Real y el derecho de utilizar el apellido de la familia real: Sajonia-Coburgo-Gotha. Así, la nueva princesa de los belgas aseguró que su batalla no ha sido por dinero, pues su padre legal, Jacques Böel, y quien le dio su apellido, es 10 veces más rico que el soberano Alberto II.

"Cuando salieron los resultados de las pruebas de ADN, no dije nada, lo mantuve en silencio. Le di la oportunidad de salir de todo esto como un hombre humilde y de salir los dos como ganadores. Pero no fue así. Y no quería que se me conociera como la hermana diferente", comentó. "Dijo que en realidad nunca pensó en mí como su hija. Sentí como si tuviera un cuchillo en la espalda. Me sentí tan traicionada. Después de eso pensé, si ese es el caso, entonces quiero exactamente lo mismo que mis hermanos y mi hermana. No quiero ser la que siempre es llamada diferente", confesó a VRT NWS.

Pero tras varios años de intensa lucha y ser objeto de críticas, Delphine Böel no aguantó más y se soltó a llorar. Aseguró que no tendría problema en acompañar a la familia real belga a eventos oficiales, si fuera necesario.

Delphine Böel, nacida en 1968, siempre supo que el exrey Alberto II de los belgas era su padre porque conserva fotos de cuando ella era niña acompañada de su madre, la baronesa Sybille de Selys Longchamps, y el exrey. "Ha sido como estar siempre en el campo de batalla, en la guerra. Para mí ser reconocido por mi padre, por mi propia sangre, era antinatural".

"Ahora siento que tengo derecho a existir. Mi decisión de buscar la ayuda de la ley y los tribunales fue la correcta. Elegí el camino correcto. Ellos estuvieron de acuerdo conmigo. el derecho a ser reconocido, como los demás hijos legales de Alberto II", dijo a VRT NWS.

Es importante mencionar que en Bélgica, la familia real no usa el término "rey o reina de Bélgica" sino "rey o reina belga" porque el cargo no se obtiene por herencia, sino por elección popular. Bélgica es la única monarquía en Europa que no asciende en automático al trono. De acuerdo con el artículo 91 de la Constitución de Bélgica, cuando el rey en turno muere o abdica, el que se designa accede al trono después de jurar en las Cámaras Federales de Bélgica. Por lo tanto, el nuevo monarca está obligado a decir: "juro observar la Constitución y las leyes del pueblo belga, mantener la independencia nacional y la integridad del territorio" en tres idiomas oficiales: alemán, francés y neerlandés.