Declararon culpable de daño ambiental y crueldad animal a Ricardo Adolfo La Regina

Uno de los nidos de pingüinos de Magallanes arrasados en 2021, en la reserva de Punta Tombo
Uno de los nidos de pingüinos de Magallanes arrasados en 2021, en la reserva de Punta Tombo

En la Oficina Judicial de Rawson, el Tribunal de Justicia de Chubut encontró a Ricardo Adolfo La Regina culpable de los delitos de daño agravado y crueldad animal en modalidad de delito continuado, por hechos ocurridos en 2021 en la estancia La Perla. Solo fue absuelto en relación con otro hecho de crueldad animal ocurrido entre el 10 y el 14 de septiembre en el mismo lugar.

La pena se conocerá el próximo lunes 11, a las 8.30, en una nueva audiencia que convocó hoy el tribunal. La fiscal Florencia Gómez adelantó que pedirá cuatro años de prisión para La Regina.

Ricardo Adolfo La Regina en una de las audiencias del juicio; hoy no estuvo presente en la sala
Ricardo Adolfo La Regina en una de las audiencias del juicio; hoy no estuvo presente en la sala

El caso comenzó en noviembre de 2021, cuando La Regina, dueño de la estancia La Perla, fue acusado de haber pasado con una topadora en las cercanías de la reserva de Punta Tombo, para trazar un camino que delimitara su propiedad. Esta acción, realizada sin autorización, resultó en la destrucción de al menos, según informa el fallo, 61 nidos de pingüinos y la muerte de “un gran número” de crías y huevos.

Punta Tombo es una de las áreas de mayor relevancia para la reproducción del pingüino de Magallanes a nivel mundial, y forma parte de la Reserva de Biosfera Patagonia Azul de la Unesco. En este espacio natural, que alberga el 40% de la población reproductiva de la especie, la afectación de los nidos representa un impacto ecológico considerable.

En una entrevista, Ricardo La Regina admitió haber realizado la obra del camino y el alambrado, aunque citó el hecho en el mes de julio, época en la que no había pingüinos
En una entrevista, Ricardo La Regina admitió haber realizado la obra del camino y el alambrado, aunque citó el hecho en el mes de julio, época en la que no había pingüinos - Créditos: @Gentileza Christian Emmer (Rewilding Argentina)

Según los registros, la intervención de La Regina no solo destruyó nidos sino que alteró el hábitat de una especie en pleno proceso de reproducción. Científicos y ambientalistas alertaron sobre la gravedad del daño, considerando la complejidad de recuperación de una colonia de pingüinos. “Este hecho de extrema crueldad y sin precedente contra la fauna local tiene características de ecocidio. No solo afecta a los individuos, sino que amenaza la estabilidad del ecosistema”, declaró hoy la fiscal.

Hoy, la lectura del tribunal, integrado por la Dra. María Laura Martini, el Dr. Carlos Richeri y la Dra. Eve Ponce, comenzó a las 11 y cerca del mediodía la jueza Martini leyó el fallo que declaró a La Regina como autor penalmente responsable de los delitos de daño agravado, en una modalidad de delito continuado que abarca tres hechos específicos, ocurridos entre el 10 y el 14 de agosto, el 10 y el 14 de septiembre, y entre el 26 de noviembre y el 4 de diciembre de 2021, en la estancia “La Perla”, ubicada en el lote 20C de la sección C3, fracciones A y B, en el departamento Florentino Ameghino, provincia de Chubut. Además, el fallo imputa a La Regina en concurso ideal por el delito de crueldad animal, conforme a los artículos 1º y 3º, inciso séptimo, de la Ley 14.346, por hechos ocurridos entre el 26 de noviembre y el 4 de diciembre de 2021 en el mismo lugar. Sin embargo, en lo relativo a un hecho de crueldad animal específico entre el 10 y el 14 de septiembre, también en la estancia “La Perla”, el tribunal decidió absolver a La Regina.

Disputa familiar y herencia ambiental

El caso ha expuesto una histórica disputa familiar. La estancia La Perla, fundada por Luigi La Regina en 1926, ha sido administrada desde entonces por varias generaciones de la familia. Luigi, un inmigrante italiano, fue pionero en la región y, en 1968, cedió parte de sus tierras para la creación de la reserva natural de Punta Tombo, motivado por su interés en conservar la fauna patagónica. En 2007, su hijo menor, Luis Emilio La Regina, completó la donación de 12 hectáreas al gobierno de Chubut, consolidando la creación de la reserva.

Ricardo Adolfo La Regina
Ricardo Adolfo La Regina

Con la muerte de Luis Emilio, la propiedad fue dividida entre sus hijos, Alberto y Ricardo, lo que dio inicio a una serie de disputas. Ricardo fue declarado insano por la Justicia, y la administración de su parte recayó en su hijo, Ricardo La Regina hijo. Este último, quien ahora enfrenta el juicio, ha sido descrito como de bajo perfil y es señalado como el responsable de los negocios familiares, incluyendo la reciente venta de un lote a empresarios de Trelew con el propósito de desarrollar un proyecto turístico. De acuerdo con la Fiscalía, parte del dinero de esa venta fue utilizado para adquirir una máquina retroexcavadora que, presuntamente, fue la que generó el desastre ambiental en el campo La Perla.

El rol de los científicos en la denuncia

El impacto ambiental de la acción de La Regina fue documentado por el científico Pablo García Borboroglu, fundador de la organización Global Penguin Society, junto a su esposa, Laura Reyes. Ambos realizaron una exhaustiva evaluación en terreno y presentaron un informe en el que se estimó la destrucción de 292 pichones y huevos. Borboroglu, con una trayectoria reconocida en la investigación y conservación de pingüinos, calificó el acto como “una de las intervenciones más destructivas y sin justificación alguna en un ecosistema de importancia global”.

Un camino en la reserva de Punta Tombo
Un camino en la reserva de Punta Tombo

Las imágenes satelitales y fotografías del terreno devastado se incluyeron como pruebas en el expediente. Además, las investigaciones revelaron huellas de la máquina que, según la querella, demuestran que el camino fue realizado dentro de la temporada de reproducción de los pingüinos, entre agosto y noviembre, cuando las aves y sus crías estaban en sus nidos.

La defensa de La Regina, a cargo del abogado Federico Ruffa, ha argumentado que el trabajo con la topadora se hizo en una época en la que los pingüinos no estaban en la zona y que el objetivo de la intervención era delimitar la propiedad para la cría de ganado. Ruffa ha cuestionado la objetividad de la Fiscalía, sugiriendo que “la acusación se sostiene en estimaciones sin base científica que provienen de ONG ambientalistas con un interés político”.

La defensa también destacó que el alambrado electrificado instalado a lo largo del camino no afecta a los pingüinos adultos y minimizó el impacto real sobre los nidos. “No existen pruebas concluyentes que indiquen la muerte de ejemplares adultos, solo videos virales que muestran algunos pichones muertos, sin especificarse las causas exactas de muerte”, señaló Ruffa en su declaración.

La reacción de los ambientalistas

Matías Arrigazzi, biólogo e integrante del equipo de campañas de Greenpeace Andino, sostuvo: “Este caso es un hito para la Justicia ambiental y para la protección de los pingüinos y la naturaleza. Esta masacre de más de un centenar de pingüinos, que despertó gran indignación de la ciudadanía, hoy recibe justicia. Este hecho constituye un antecedente histórico que, esperamos, siente las bases para implementar políticas y acciones más estrictas que eviten futuros atentados contra los animales y el ambiente”.

Por su parte, Lucas Micheloud, abogado ambientalista y codirector de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, expresó que esta condena “es histórica y un punto de inflexión decisivo en la lucha contra la impunidad ambiental en la Argentina. Es un poderoso precedente que enfrenta la criminalidad ecológica. Hoy, la Justicia ha enviado un mensaje muy claro a toda la sociedad: destruir la naturaleza y maltratar a los animales no humanos tiene consecuencias penales”.

Mientras que José María Musmeci, presidente de la Fundación Patagonia Natural, agregó: “Respecto del fallo de la Justicia por los pingüinos de Magallanes y el sistema Punta Clara-Punta Tombo, es el que esperábamos. Ahora, las expectativas están puestas hacia delante, sobre todo en las herramientas que tendremos a disposición en el ámbito de la Justicia para defender la biodiversidad, los ecosistemas y las áreas protegidas”.