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Debate para reformar el Estado paraguayo arranca "sin agenda" pero con proyectos

Asunción, 31 mar (EFE).- Representantes políticos y de los tres poderes de Paraguay arrancaron este martes el debate convocado por el Ejecutivo para abordar una reforma estructural del Estado en el contexto del costo social y económico del COVID-19, con el apunte en áreas sensibles como sanidad, educación y pensiones.

La reunión se dio un día después de que el Ejecutivo anunciara recortes salariales entre el alto funcionariado de las hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, dos de los entes que componen la sobredimensionada función pública del país.

El acto comenzó "sin agenda" pero con "varios proyectos" sobre la mesa, como dijo el ministro de Hacienda, Benigno López, quien intervino como representante del Poder Ejecutivo.

López abogó por centrar esa reforma en los sectores de salud, educación y pensiones, de los que dijo que están "pagando una cuenta atrasada" tras décadas de desatención.

El titular de Hacienda también defendió la necesidad de formalizar el empleo en un país donde el trabajo informal representa casi el 70 % de la economía.

"Resolver esto entre todos va a ser la única salida para salir adelante y a eso nosotros le invitamos desde el Poder Ejecutivo", apuntó.

Por su parte, el presidente del Congreso, Blas Llano, respaldó desde el Poder Legislativo las palabras de López y depositó su confianza en las reformas en el "orden, disciplina y verticalidad" del Equipo Económico Nacional del Gobierno.

"Creo que hay que apoyar las medidas implementadas por el Poder Ejecutivo", dijo, e instó al sector privado a ser parte de las reformas.

PODER JUDICIAL, VOZ DISONANTE

La voz disonante fue la del Poder Judicial, inclinada a postergar las reformas hasta que se supere la crisis del coronavirus.

Así, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Jiménez Rolón, pidió a las autoridades que se ocupen "del incendio y de las leyes" para hablar de reformas del Estado una vez se supere la crisis del coronavirus.

No obstante, Jiménez Rolón aseguró que el Poder Judicial "va a participar muy activamente" en construir un Estado que deje "de lado los vicios" y sea "más transparente".

La diputada del partido Encuentro Nacional Kattya González animó a los participantes a establecer una agenda de trabajo al menos en lo que a plazos y actores se refiere, y pidió un "acta de entendimiento" para basar la reforma en la confianza.

Desde el Partido Liberal, el principal de la oposición, el senador Salyn Buzarquis afirmó que se puede superar la crisis del coronavirus y, al mismo tiempo, emprender reformas estructurales.

Por su parte, desde la concertación de izquierda Frente Guasu, la senadora Esperanza Martínez hizo énfasis en la eliminación de la corrupción y en cambios en el sistema tributario como parte de esa reforma estructural.

En concreto, la senadora abogó por aumentar los impuestos a "las grandes fortunas en el Paraguay" y solicitar a aquellos con un patrimonio neto de más de 10 millones de dólares que aporten un 1 % de ese total para las necesidades actuales del Estado.

UN CLAMOR CIUDADANO

El debate comenzó a pedido del Ejecutivo paraguayo, después de que en los últimos días la ciudadanía iniciara caceroladas desde las ventanas y balcones para exigir el fin de los "privilegios" de las autoridades y de los altos funcionarios.

Ello coincidiendo con las medidas decretadas por el Gobierno en el contexto del coronavirus, las más excepcional la que restringe la circulación de personas, que ha cortado la actividad laboral y productiva.

Lo que ha generado críticas entre algunos sectores empresariales para quienes el país no tiene capacidad para mantener esas medidas de aislamiento hasta el 12 de abril, fecha en la que termina la cuarentena.

Como estrategia de contención, el Ejecutivo promulgó una ley que implica una línea de crédito de hasta 1.600 millones de dólares y permitirá endeudarse por ese monto para potenciar el sistema sanitario y subsidiar a trabajadores formales e informales.

(c) Agencia EFE