De cómo una joven promesa se convirtió en enmascarada atracadora de bancos en Kentucky

¿Cómo una persona con una carrera académica y profesional promisoria y excelentes antecedentes morales se convierte en una ladrona serial de bancos? Una respuesta a esa transformación singular puede hallarse en la historia y las tribulaciones de Crystal Little, una mujer de 32 años actualmente recluida en prisión por atracar instituciones bancarias en Kentucky.

El mismo nombre de la mujer, Crystal Little, evoca algo frágil y transparente, lo contrario a una ladrona embarcada en frecuentes robos de bancos.

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La ladrona de la máscara y el gorro rosa, captada en una cámara de seguridad de uno de los bancos que robó en Kentucky. (Videocaptura/Kentucky Kernel)

Little, como relata el periódico The Washington Post, trabajaba para la Universidad de Kentucky en un departamento dedicado a promover los valores éticos en las labores de investigación y en su época de estudiante en esa misma universidad fue editora del periódico universitario y premiada por su trabajo cubriendo la crisis del sida en África.

Además, ella era responsable del cuidado de su madre, enferma de esclerosis múltiple e internada en una casa para atención de ancianos. Era el tipo de personas, relata el Post, decidida a resolver todo problema que le surgiera a ella o a su familia.

Por ello, cuando en 2010 recibió la advertencia de la casa de atención de ancianos de que o pagaba la factura del cuidado de su madre o la anciana incapacitada sería puesta en la calle, Little decidió resolver el problema a como diera lugar. Se cubrió la cabeza con un gorro rosa y la cara con una máscara quirúrgica y, provista de una pistola descargada, se presentó en un banco cercan a la universidad. Allí, exigió 10,000 dólares que un cajero le dio y con los que pudo salir sin problema del banco y huir del lugar sin ser atrapada.

Con ese dinero ella pudo pagar el cuidado de su madre, pero también comenzó una carrera criminal que, a la postre, la llevaría a la cárcel. Incluso logró cierta fama por su atuendo, que usó en todos sus atracos bancarios: fue conocida como la mujer de la máscara y el gorro rosa.

Años después, desde la prisión, Little contó su historia al periódico estudiantil Kentucky Kernel, del que fue destacada editora y reportera en sus tiempos de estudiante.

Con los 10,000 dólares de su primero robo Little pudo ciertamente pagar los gastos de su madre, pero hacerse de dinero fácil se convirtió en una rutina. Unos meses después se presentó en otro banco de su localidad y se hizo de 50,000 dólares. Luego, en 2011, robó uno más del que sólo obtuvo escasos 1,700 dólares.

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Crystal Little, en la foto tomada luego de su arresto por robo de bancos. (Lexington Police Department)

Cuando su madre falleció ella utilizó dinero de sus hurtos para pagar el funeral e incluso para adquirir un automóvil. ¿Por qué no se detuvo allí? Al parecer, según el Kentucky Kernel, Little estaba endeudada, e incluso el automóvil cuyo enganche pagó con parte de su botín le fue luego embargado. La solución que halló fue dar un nuevo golpe: en julio de 2012 se presentó en otro banco, del que robó unos 4,000 dólares. Pero no se percató que entre el dinero fue colocado un dispositivo de rastreó, que al poco tiempo condujo a los policías hasta su casa.

Ella fue arrestada y reconoció haber cometido los robos. Fue sentenciada a pasar 10 años tras las rejas.

En su momento, la noción de que la desesperación por hallar dinero para evitar el desahucio de su madre la impulsó a cometer sus delitos pareció un posible atenuante, pero la fiscalía lo neutralizó afirmando que ella no era la víctima, sino la delincuente que despojó a varios bancos y a sus clientelas de cerca de 70,000 dólares en total.

Little está actualmente en prisión pero podría salir bajo palabra en agosto próximo. Entonces, quizá, podrá comenzar a escribir una nueva historia, dejando atrás la máscara y el gorro rosa.

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