Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Daniel Scioli comenzó su actividad como embajador en Brasil, con el desafío de potenciar las exportaciones

BRASILIA.- Con la misión de potenciar las exportaciones de productos argentinos entre ceja y ceja, el embajador en Brasil, Daniel Scioli, comenzó en esta ciudad su misión diplomática.

La llegada de Scioli busca encauzar el vínculo diplomático -marcado todavía por la desconfianza entre las administraciones de Alberto Fernández y de Jair Bolsonaro -- y fortalecer el comercio bilateral. Scioli había llegado a la capital brasileña la noche del lunes para comenzar su trabajo en la embajada.

El embajador intentará recuperar el tiempo perdido debido al paréntesis que impuso la pandemia del coronavirus , postergando la llegada de la misión argentina. Ayer se confirmó que el miércoles de la semana próxima Scioli se reunirá en privado con Bolsonaro y con el canciller brasileño, Ernesto Araújo.

"Voy a llevarle [a Bolsonaro] un mensaje claro de parte del Presidente, de que vamos a trabajar juntos. Hay cuestiones ideológicas que hay que respetar, pero juntos vamos a ser más fuertes", anticipó a LA NACION Scioli, en un breve diálogo telefónico. Será su segundo encuentro con el mandatario derechista, con quien ya se vio en febrero de este año, en la visita del canciller argentino Felipe Solá.

Coronavirus: Brasil superó la barrera de los 100.000 muertos por Covid-19

La reunión del miércoles 19 será una nueva oportunidad para ablandar las relaciones entre Brasil y la Argentina y, tal vez, acercar la fecha de un encuentro entre Fernández y su par brasileño. En la misión argentina, sin embargo, consideran que no es prioridad en lo inmediato porque, evalúan, llegará naturalmente una vez que el vínculo esté encauzado.

"Necesitamos poner el máximo esfuerzo en promover nuestras exportaciones", arengó ayer el embajador a todo el equipo de la embajada argentina en Brasil, en su primer día de actividades la capital de este país.

Apertura de mercados

La misión más inmediata será intentar abrir nuevos mercados para la Argentina. Fue la principal instrucción que Scioli recibió del presidente argentino el viernes pasado, en la residencia de Olivos, en la reunión previa al viaje. Si naturalmente el objetivo se imponía como una de las misiones del embajador, las dificultades que genera la pandemia del coronavirus refuerzan la prioridad, para ayudar con la reactivación de la economía de pospandemia.

Scioli trabajará palmo a palmo con los diez cónsules en Brasil, en un relevamiento de la demanda potencial para productos argentinos, como vinos, aceites y productos plásticos. El embajador inició ayer la rueda de reuniones con Claudio Gutiérrez, cónsul en Río de Janeiro, estado polo de la industria petrolífera y de gas.

"El camino es generar divisas exportando más, vamos a poner el máximo esfuerzo en eso. Si Brasil crece y se recupera, eso va a tener un impacto en la Argentina", se entusiasmó Scioli.

La relación entre Brasil y Argentina pasa por una frialdad inédita desde la recuperación democrática en ambos países. La convivencia entre el gobierno de Bolsonaro y el de Fernández, quienes todavía no se han visto cara a cara, ha estado marcada por una retórica agresiva, roces por diferencias ideológicas y visiones divergentes sobre el rumbo que debe adoptar el Mercosur.

Vacuna rusa: será fabricada en Brasil desde noviembre

La pandemia del Covid-19 sumó un elemento más de discordia entre los gobiernos, a partir de la evaluación sobre cómo cada vecino ha lidiado con la pandemia. En mayo, Fernández dijo que Brasil representaba un riesgo para la región y deslizó que el gobierno de Bolsonaro actuaba con "irresponsabilidad". Más recientemente, el 23 de julio, el brasileño, quien se ha mostrado preocupado con que el impacto del parate de actividades no sea más dañino que el del virus, se cobró las críticas. Consultado por un seguidor sobre la suba de infectados en la Argentina, ironizó: "Está una maravilla ahora la Argentina, ¿no? Una maravilla".

El desafío de Scioli será probablemente mayor al que se le presentaba antes de la pandemia. Además de tener que lidiar con los desentendimientos previos entre los gobiernos, deberá trabajar en la revigorización del comercio entre dos economías castigadas. El sector automotriz, clave en la integración de ambas economías, retrata las dificultades. El mercado estima para 2020 una caída en la región de casi el 38%, mientras a nivel mundial esa desaceleración será de alrededor de 15 por ciento.