Daniel Pacheco Bautista, el colombiano que sueña con llegar a Hollywood

Daniel Pacheco Bautista, el colombiano que eligió la Argentina para actuar.
Fuente: LA NACION

Cuando llegó a Buenos Aires desde Bogotá, hace diez años, Daniel Pacheco Bautista no sabía que iba a quedarse. Jamás habría firmado, tampoco, que su barrio porteño sería la monumental Nuñez, justo él que traía en la mochila el corazón por la Bombonera. Con más ganas que datos, vino a buscar el comienzo de una nueva vida, la de actor en una ciudad fértil en actuaciones donde quiso y pudo encontrar su camino: desde su papel como James en las tres temporadas de la serie El marginal hasta participaciones en Un gallo para Esculapio y Sandro de América, la filmación de una película y ahora, una "obra" por streaming, New York Buenos Aires, de María Lucila Quarleri, con Florencia Torrente, Nico Piccardo y Maddison Ripley.

"Ni bien llegué -hacía un frío terrible y no me gusta el frío- estuve a punto de irme porque el curso en el que me había anotado se había cancelado. Viajé como mochilero y ni me enteré del mail que avisaba. Por suerte encontré otro, me anoté en el Rojas y al tiempo empecé con Roxana Randón y así fui enganchando con maestros; además, la cultura argentina me atrapó, el amor al fútbol que me fascina. Yo ya era de Boca en Bogotá por algunos jugadores colombianos. De a poco me salieron cosas, me fui quedando y aquí estoy", dice Pacheco sentado en su sofá, con sus espaldas protegidas por un afiche en italiano de una película de Bruce Lee que compró en Nueva York en honor a uno de sus ídolos de la adolescencia.

Estudiante de Ingeniería industrial y empleado en gastronomía, la actuación en su ciudad había sido sólo para los ratos libres. Temía haber empezado tarde con lo que más le gustaba. En una de las ediciones del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (uno de los más importantes del mundo) alguien le comentó sobre la intensidad de la movida teatral en Buenos Aires y entonces se decidió a probar. Primero durmió en casa de una amiga, después en un hostel de Congreso, luego el alquiler con otros colombianos hasta la vida en la vecindad de Núñez, con un hermano que lo siguió a los dos años de su partida.

"Al principio, lo que más extrañaba era la comida, las frutas, los jugos, los cortes de carne, las arepas que ahora hay pero antes era más difícil de conseguir. Allá está mi familia, mis sobrinas, pero todo eso se compensaba en parte por lo laboral y el vuelo artístico que tiene esta ciudad. La tonada colombiana es muy fuerte y eso marcaba una diferencia indisimulable pero no un problema y, en realidad, me sirvió bastante al principio, aunque soy actor y puedo hablar 'español', 'mexicano' y 'argentino'", dice. Cuando se presentó al casting de El marginal, no había papeles para otros latinoamericanos. Todos debían hablar argentino. Sin embargo, él pidió hacer la prueba con los dos acentos. Y al mes y medio, cuando ya creía que no había funcionado, lo llamaron para hacer al "colo" James.

-¿Y te encerraste un mes para preparar el papel?

-¡Ahora ya llevo seis! (se ríe). Bueno, sí, soy muy comprometido con aquello que lo amerita. Era una serie que pintaba bien ya desde los libros. "Esto no es joda", decíamos. Estaba muy bien escrita; entonces, había que ir por todo, con personajes que había que estudiar, no solo el color de arriba sino la raíz de ese comportamiento, investigué mucho y me faltaba que el cuerpo entendiera ese registro, el del encierro. Cada uno tiene sus métodos de abordaje, yo necesitaba eso y me quedé encerrado un mes. El resultado fue muy bueno.

-Seguías un ritual estricto. ¿Por supersticioso o creyente?

-Soy muy creyente, me crié en una casa muy católica. Pero cada vez soy menos religioso, me alejé de la Iglesia pero soy creyente. Los presos lo son, va por ahí también.

Después de filmar Una tumba para tres, un western en el conurbano, ópera prima de Mariano Cattaneo con Gerardo Romano, Diego Cremonesi y Mónica Villa, película que continúa esperando la oportunidad para estrenarse, Pacheco Bautista coincidió en un viaje a Nueva York con Florencia Torrente. "Visitamos a un amigo de ella que vive allá y es actor, Nico Piccardo, que está en pareja con una actriz australiana, Maddison Ridley. Nico y Flor hicieron la primera parte de New York Buenos Aires. Y Maddison y yo nos sumamos en la segunda parte. Es una propuesta muy divertida, tiene que ver con todo lo que pasa ahora en el mundo por la pandemia, esos amores olvidados que vuelven a aparecer, las distancias, las relaciones paralelas, los conflictos vía Zoom, sexting que no puede contratar porque pasan personas, el perro que se cruza, la lavandina. No es teatro, es una experiencia diferente pero que vino para quedarse, hay que tomarlo de esa manera, algo nuevo", dice el actor sobre el estreno del viernes 18, que se repite sábado y domingo, y donde podrán verse ambas partes.

-Pospuesta la grabación de la cuarta temporada de El marginal, además de esperar el estreno de la película y de ensayar por Zoom esta obra, ¿qué hiciste estos meses?

-Hice los marcos de afiches que me traje de Nueva York. Y estoy escribiendo una serie, de a poco, una historia de los ochenta que pasó en Colombia y también acá, ahora que conozco mejor la idiosincrasia.

Daniel Pacheco Bautista en su primera obra por streaming.
Fuente: LA NACION

-¿Para qué viajaste a Nueva York?

-A perfeccionar el inglés y a hacer un curso frente a la cámara de cine. Uno de los objetivos es llegar a Hollywood y para eso hay que estar más afilado. Sí, soy ambicioso, tengo convicciones, siempre me gusta apostar por más. Hay momentos para todo, a veces lo profesional tira más que lo afectivo o lo familiar, tienes un objetivo y te dedicas a eso, cada uno prioriza y va por lo que le conviene.

-Estuviste en pareja con la conductora Romina Malaspina. Ella no quiere ni mencionarte en las notas. ¿Querés responder algo?

-Nada. No tengo nada que decir. Mi vida privada está fuera de lo profesional, quiero vivir tranquilo. Pregúntenle a ella.

-¿Cómo te llevás con el feminismo?

-Me parece muy importante lo que se está logrando, lo que se avanzó sobre el machismo; este movimiento vino para mostrarnos que no se estaban haciendo bien las cosas, hay que permitir que avance, sin destrucción, con respeto porque a veces es difícil aprender conceptos de un día para el otro cuando te educaron de otra forma.

PARA AGENDAR

New York Buenos Aires, de María Lucila Quarleri.

Viernes 18 a las 21. Disponible también sábado 19 y domingo 20. A la gorra a partir de $ 250, por Alternativateatral.com.