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Dani Alves, el histórico fichaje de Pumas que generó envidia en toda la Liga MX

Dani Alves festejando su medalla de oro en Tokio. (TIZIANA FABI/AFP via Getty Images)
Dani Alves festejando su medalla de oro en Tokio. (TIZIANA FABI/AFP via Getty Images)

Dani Alves no es un refrito. Tampoco un cartucho quemado ni todo aquello que se quiera decir para desprestigiar su fichaje por Pumas. El futbolista brasileño tiene 39 años y, sin importar el inevitable paso del tiempo, mantiene intactas sus principales cualidades futbolísticas y físicas. ¿Cómo se puede hablar de un jugador decadente, si con casi 40 años todavía es convocado a la selección de Brasil, firme candidata para ganar el Mundial de Qatar 2022? Para que algún desmemoriado lo tenga en cuenta, hace un año, en los Juegos Olímpicos de Tokio, Alves fue medallista de oro y fungió como líder absoluto de la sub-23 verdeamarela.

No, no es la primera estrella de calibre mundial que juega en nuestro balompié. Pero su llegada amerita poner en justa dimensión el valor de un fichaje que hasta hace poco hubiera sonado a broma: Dani es el futbolista más ganador en la historia de este deporte. En total, ha conquistado 46 títulos. Durante dos décadas, el lateral brasileño —luego reconvertido en mediocampista— ha deleitado a millones de aficionados en todo el mundo lo mismo en Sevilla, Cataluña, Turín, París y San Pablo. En la Copa América 2019, Dani fue campeón con Brasil y, además, resultó elegido como el mejor jugador del certamen. En ese momento, con 36 años, ya era inusual que pudiera competir al máximo nivel. Pero lo verdaderamente raro que lo siga haciendo hoy, a tres años de distancia.

Es verdad que Dani ya no brilló en su último y efímero paso por el Barcelona. Pero eso no le resta valor a sus capacidades. Hay que tomar en cuenta que los culés los ficharon sobre todo como un jugador simbólico. Previamente, en su paso por San Pablo, Alves fue titular indiscutido y maximizó una de sus principales fortalezas: participar en todos los rincones del campo. Muchos quisieran tener el fondo físico de este "veterano" jugador. Y no hace falta hablar de la pulcra técnica que siempre ha exhibido.

En términos reales, Alves podría jugar hasta de 'enganche' en el futbol mexicano. Lo tiene todo: talento, visión, técnica, disparo, asistencia. Sin embargo, es muy factible que se desempeñe por la banda derecha —como lo hizo durante su etapa de mayor bonanza en Europa—, pues es en ese puesto en el que Tite, director técnico de Brasil, lo tiene contemplado para el Mundial de fin de año. La cita en Qatar es una revancha personal para el defensor: no pudo asistir a Rusia 2018 por una lesión. Y cuatro años antes, en Brasil 2014, pese a ser convocado, no disputó los encuentros claves contra Colombia y Alemania luego de que su nivel fuera cuestionado.

Ahora él tendrá que hacer valer su prestigio y certificar su vigencia. En Universidad Nacional está obligado a marcar diferencia. No es un jugador más. Las miradas de todo el futbol mexicano estarán sobre él semana a semana, como cuando Ronaldinho jugará en el Querétaro o cuando Maradona entrenó a los Dorados de Sinaloa. De la buena o de la mala, pero en estos momentos no hay equipo de la Liga MX que no envide a los auriazules por el histórico fichaje que han concretado. Pero eso no basta. Viene lo más complicado.

Pumas, por fin, ha confeccionado un equipo con el que podrá competir en igualdad de condiciones con todos sus rivales. Se terminaron las excusas. Andrés Lillini lo tiene claro y, a partir de ahora, deberá tener la sensibilidad necesaria para gestionar egos. Un precio muy bajo a pagar si se toman en cuenta las penurias deportivas y financieras que desde hace mucho tiempo habían parecido los del Pedregal. El fichaje del astro brasileño redondea un plantel al que ya se habían sumado elementos de gran valía como Del Prete y Eduardo Salvio. Es tiempo de la penúltima función de Dani Alves. Aquí, en México, ante nuestro ojos.

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