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Por segunda vez en cinco días, atacaron la embajada argentina en Chile

Así quedó la sede tras el nuevo ataque

SANTIAGO, Chile.- Con un portón cargado de pintadas y en medio de tareas de aseo y de refuerzo en la seguridad, la embajada de la Argentina en Chile se ve afectada hoy tras el segundo ataque vandálico en su contra en cinco días, en medio de las incesantes protestas en esta capital.

Ayer se volvió a vivir un momento de alta tensión en la sede diplomática ubicada en calle Vicuña Mackenna a pasos de Plaza Italia, el centro neurálgico de las protestas. Un grupo de manifestantes descolgados de un masiva concentración que se realizó en Santiago, en una jornada de paro nacional y de violencia en todo el país, atacó la sede diplomática alrededor de las 19.

"Estoy esperando que llegue un vehículo para que mi gente para evacuar. En cualquier momento van a entrar. Estoy con mi mujer y un par de funcionarios. No puedo seguir atendiendo. Ha sido un día muy difícil", dijo en ese momento a LA NACION José Octavio Bordón, embajador de la Argentina en Chile.

El consulado está abierto al público, con horario limitado

Más de 50 encapuchados se ubicaron en el frontis de la embajada, cuyo terreno colinda con el consulado, y comenzaron a apedrear el edificio, en medio de numerosas barricadas. Luego intentaron tirar abajo el portón con un fierro y encendieron fuego en la base de las rejas. Un reducido grupo de carabineros se vio completamente desbordado por la masa.

La embestida ocurrió durante uno de los días más violentos desde que el estallido social se desató en Chile.

El día después

Esta mañana, la embajada estaba rodeada por una patrulla de policías que custodiaba la zona, mientras avanzaban los operativos de limpieza y de seguridad, con el refuerzo de la reja en el portón de entrada. En medio de las pintadas, se ve dañada una placa conmemorativa que daba cuenta que la residencia acogió a perseguidos políticos del golpe de estado de 1973.

El embajador Bordón estaba reunido con autoridades chilenas para analizar los pasos a seguir tras los ataques.

Mientras tanto, el consulado atiendía al público, aunque tenía previsto cerrar más temprano a las 14 y contaba con menos personal del habitual. Con una actividad que mermó en las últimas semanas -por la baja en el turismo argentino a raíz de las protestas-, quienes querían ingresar debían tocar un timbre que colgaba de un cable, ya que fue arrancado de la pared en medio del ataque. "Ahí estamos, haciendo lo posible", dijo a LA NACION una funcionaria cuando salió a abrir la puerta.

Esta mañana reforzaban la reja de la embajada

El pasado viernes el ataque de cerca de diez individuos dejó numerosos cristales rotos y el auto del embajador con severos daños. Los sujetos ingresaron hasta los jardines de la casa y atacaron la planta baja. "Fue angustiante", contó en esa oportunidad José Octavio Bordón.

Una turba también saqueó la "La Hacienda Gaucha", uno de los restaurantes de carnes más tradicionales del centro de Santiago, y que también está ubicado en calle Vicuña Mackenna, el lugar donde la embajada de la Argentina sigue resistiendo los innumerables ataques.