Día del dictador Ferdinand Marcos en Filipinas: ¿algo qué celebrar?

Manila, 11 sep (EFE).- Una propuesta para declarar festivo el 11 de septiembre como "Día de Ferdinand Marcos", en honor al cumpleaños del fallecido dictador, ha generado controversia en Filipinas, particularmente entre las miles de víctimas de la ley marcial, que creen que no hay nada que celebrar y lo ven como otro intento de limpiar el nombre de la dinastía Marcos.

Una amplia mayoría de 197 legisladores votó la semana pasada a favor de la medida, frente a 9 votos negativos y 1 abstención, para establecer como festivo tal día como hoy en la provincia de Ilocos Norte, bastión político de la familia donde el dictador es recordado como un ídolo.

Uno de los autores del proyecto es el congresista Angelo Marcos Barba, sobrino de Marcos, aunque para que se convierta en ley necesita la luz verde del Senado, donde no se esperan grandes obstáculos e incluso se teme que la versión de la Cámara Alta amplíe la celebración al ámbito nacional. De hecho, Imee Marcos, primogénita de Ferdinand e Imelda, es senadora.

REVISIONISMO HISTÓRICO

"Esto es parte de la campaña de revisionismo histórico orquestada por los Marcos con el apoyo de la actual administración de Rodrigo Duterte", señaló en una entrevista a EFE Danilo dela Fuente, de 70 años, líder sindical encarcelado y torturado durante el régimen Marcos.

Dela Fuente, que copreside Selda --organización que representa a presos políticos del régimen--, participó hoy, 103º aniversario del natalicio de Marcos, en una protesta en Manila a la que asistieron unas 200 personas frente al monumento "Bantayong ng mga Bayani", que honra a los asesinados por la dictadura, en contra de la propuesta de ley, concebida como una "burla a las víctimas que lucharon con su sangre por reinstaurar la democracia".

Dela Fuente fue "detenido ilegalmente" en febrero de 1982 y sometido durante 24 días a duros interrogatorios y torturas antes de ser encarcelado por subversión durante cuatro años, hasta que una revuelta popular pacífica en febrero de 1986 forzó el exilio del dictador y su familia. "Me obligaron a jugar a la ruleta rusa, me electrocutaron y me golpearon contra la pared", recuerda sobre esos 24 días de vejaciones, que también sufrieron miles de sindicalistas, militantes de izquierda y disidentes.

De los 21 años que Ferdinand estuvo en el poder (1965-86), nueve gobernó bajo la ley marcial, entre 1972 y 1981, periodo en el que unos 70.000 opositores fueron encarcelados, 34.000 torturados y 3.240 asesinados, según Amnistía Internacional, aunque el caso de Dela Fuente demuestra que los flagrantes abusos de derechos humanos continuaron más allá del estado de excepción.

Marcos también expolió unos 10.000 millones de dólares del erario público, lo que le convierte en el segundo líder más corrupto de la historia contemporánea después de Suharto, según Transparencia Internacional.

¿HÉROE O VILLANO?

Mientras, en otro extremo de Manila, en el Cementerio de los Héroes, donde descansan los restos de Ferdinand Marcos desde 2016, un grupo de leales asistió, entre fuertes medidas de seguridad, a una misa en su honor frente a su ostentosa tumba de mármol negro, homenaje que su viuda, Imelda Marcos, y sus hijos siguieron por videoconferencia.

A pesar de los abusos y el saqueo de un país sumido en la pobreza, los Marcos todavía cuentan con una amplia legión de fieles que ha apoyado el retorno a la vida política de Imelda y sus hijos, que regresaron a Filipinas en 1991 desde su exilio en Hawai, donde el dictador murió en 1989.

Imelda, de 91 años, dejó la política el año pasado tras haber servido como congresista durante dos décadas por Ilocos Norte, provincia de la que sus dos hijos, Imee y Bongbong, fueron gobernadores antes de dar el salto a la política nacional como senadores.

Bongbong estuvo a punto de hacerse con la vicepresidencia en 2016 y suena como candidato presidencial para la campaña de 2022.

El actual gobernador de Ilocos Norte es Matthew Marcos Manotoc, hijo de Imee.

Para Satur Ocampo, otro preso político de la era Marcos, el "Día De Ferdinand Marcos" es un "insulto" que contraviene la Ley de Reconocimiento y Reparación de las Víctimas de la Ley Marcial de 2013, que fijó como una obligación "moral y legal" del Estado la compensación a los perseguidos de la dictadura.

"Esa ley establece como política de Estado reconocer el heroísmo y los sacrificios de los filipinos asesinados, torturados o encarcelados durante el régimen de Marcos para restaurar su dignidad", señaló a EFE Ocampo, fundador en democracia del partido de izquierda Bayan Muna, con el que sirvió tres legislaturas como congresista, en las que se ocupó entre otras cosas de redactar esa ley.

LA ALIANZA CON DUTERTE

Ocampo considera a Duterte el principal cómplice de los Marcos en esta estrategia de "revisionismo histórico" con la que la dinastía pretende "reescribir la historia y restaurar su legado político".

"Duterte dijo que Marcos fue el mejor presidente de la historia de Filipinas y es sabido que Imelda contribuyó generosamente a su campaña presidencial a cambio de ayuda para limpiar el apellido", lamentó Ocampo sobre el papel del mandatario en "falsear la memoria histórica".

Fue el presidente Duterte quien autorizó el traslado de los restos de Marcos al Cementerio de los Héroes en Manila, además de avalar la trayectoria política de Bongbong, al que se ha referido en varias ocasiones como su "sucesor adecuado".

Bongbong y Imee también sugirieron eliminar de los libros de historia la mención a los abusos de derechos humanos de la ley marcial, un periodo de estabilidad y prosperidad según ellos, y animaron a los detractores de la familia a "pasar página".

Su padre también demostró gran habilidad en reescribir la historia y se fabricó una reputación de héroe de guerra --incluso se autoimpuso condecoraciones-- que luchó contra la ocupación japonesa en la II Guerra Mundial, algo que luego se demostró ser mentira.

Sara Gómez Armas

(c) Agencia EFE