Dos décadas del euro en Italia: un hito positivo pese al escepticismo

Roma, 30 dic (EFE).- La llegada del euro a los bolsillos de los italianos hace veinte años fue un hito "mayormente positivo" que introdujo al país en el mercado global como gran exportador y animó la modernización de su sistema, pese a la crítica de los partidos populistas, que culparon a la divisa de todos los males.

La mayor ventaja para Italia de la moneda única fue el acceso al mercado interno europeo y a la cadena global, afianzándose como segundo exportador de la Unión Europea (UE), alega el profesor de la Universidad Bocconi de Milán (norte) Carlo Altomonte.

Con el adiós a la lira surgieron críticas a la tasa de cambio de la nueva divisa, para muchos demasiado apreciada, y por el encarecimiento de bienes de consumo, compensado, según el experto, por la bajada de precios en otros sectores como los transportes.

Pero, en el otro reverso de la moneda, la llegada del euro reveló también una serie de "debilidades estructurales" en el sistema empresarial italiano, incluida una baja productividad, lo que hizo que el país sufriera más durante la crisis de 2008.

No obstante este fenómeno no tiene por qué ser negativo: "El euro comenzó un proceso de ajuste estructural de la economía que prosigue en la actualidad", sobre todo con las reformas financiadas con el Plan de Recuperación de la pandemia, sostiene.

La clave de fondo es la permanencia "sostenible" de Italia en el mercado único dada su gran deuda -del 153,5 % del PIB este 2021- y, para ello, explica, serán esenciales las reformas en favor de la productividad nacional.

"El futuro del euro pasa por Roma", pronostica Altomonte, ya que de no atajar la deuda y generar crecimiento, Italia podría devenir en un peso muerto para el proyecto monetario comunitario.

En la misma línea se expresa el economista de la Universidad Luiss de Roma Marcello Messori, quien apunta "la estabilidad" como mayor ventaja del euro, al tiempo que considera "normales" los altibajos históricos en un proceso de tal envergadura.

Italia, país fundador de la UE y ahora gobernada por Mario Draghi, quien firmaba los billetes de euro como presidente del Banco Central Europeo entre 2011 y 2019, vio como proliferaban los partidos euroescépticos en la última década, tras la crisis.

En 2018 la ultranacionalista Liga de Matteo Salvini pactó un Gobierno con el Movimiento 5 Estrellas y en el borrador del acuerdo incluyeron estudiar mecanismos para un eventual abandono del euro, retirándolo enseguida por el temor suscitado.

Esto se debió fundamentalmente a la apuesta de la UE por las políticas de austeridad durante la crisis de 2008, pero esa percepción "antieuro" sobre la que cabalgaban esos políticos ha cambiado con la respuesta conjunta al coronavirus.

"Los italianos han comprendido que la Europa buena puede echarnos una mano", celebra Altomonte.

(c) Agencia EFE