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La curiosa explicación que dio Axel Kicillof después del error al hablar de machismo

Las repercusiones sobre el insólito error en el que incurrió ayer el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, al confundir el término "varones" con el de "barones" cuando hacía referencia a los históricos líderes bonaerenses persisten horas después del discurso y los ecos llegan de la mano del propio funcionario.

Ahora, el mismo Kicillof se encargó de aclarar, mediante su cuenta de Twitter, qué quiso decir durante el lanzamiento de la Escuela Sindical de Género (ESiGen).

"Nadie habla de 'Baronesas del conurbano' y ese es precisamente el problema que señalé", tuiteó el gobernador tras despertar la polémica.

En su descargo, cargó contra los medios de comunicación y les atribuyó la responsabilidad de lo que siguió después de su discurso en la ESiGen: "Además de dedicarse a destilar odio, Clarín llama 'furcio' a su propia ceguera machista. Eso sí: felicito a la o el cronista por su agudeza auditiva o visual (¿o telepática?) que le permitió, al parecer, distinguir la 'v' de la 'b' mientras yo hablaba".

Luego adjuntó la nota de LA NACION y dijo: "Por lo visto en La Nación, de manera independiente, llegaron al mismo descubrimiento".

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En tanto, el gobernador, una vez más apuntando contra Clarín, mencionó otra de las críticas que hicieron sobre su manera de expresarse y aclaró que estaban bien utilizados los términos. "También vuelve a refritar mi uso de 'haiga' en una entrevista del pasado (dije: 'si no hay un mango partido al medio, que haiga para el que más lo necesita'). Omitió refregarme que 'mango' es una fruta, o parte de una sartén, y no 'dinero de curso legal'".

Y para completar la idea, advirtió: "Pero no se privó de censurar esa forma criolla muy frecuente en la gauchesca y en el habla popular rural. Y a propósito, para el ojo censor de Clarín, aprovechamos para compartir este fragmento de La vuelta de Martín Fierro (1879) de José Hernández: "Que Dios lo haiga perdonao, / Es todo cuanto deseo, / Le conocí un pastoreo / De terneritos robaos'".

El acto

Kicillof tomó la palabra en el final del lanzamiento de la Escuela Sindical de Género (ESiGen), en el que participaron la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz; el ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Roberto Salvarezza; la presidenta del Conicet, Ana Franchi; el presidente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Fernando Tauber; el diputado nacional Hugo Yasky (Frente de Todos); y el secretario General de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo.

En este contexto, el gobernador bonaerense resaltó la importancia de un espacio destinado a las dirigentes gremiales, las activistas y las mujeres con condiciones y aspiraciones de liderazgo. "Creo que es muy oportuno estar ahora lanzando una Escuela Sindical de Género, era el momento. Son esas ideas que están flotando en el aire y uno se pregunta por qué no existían antes", comenzó alegando Kicillof.

Tras referirse a una situación histórica que existe con los mandatarios comunales y regionales, el funcionario incurrió en un error de términos. "En el caso particular de la cuestión sindical y la cuestión de género, es lo mismo que ocurre, si me permiten el paralelismo con la propia provincia de Buenos Aires. La política de la provincia de Buenos Aires está muy asociada con lo masculino, viene de una tradición machista. No es porque la hayan llevado adelante en esta provincia o no haya contado con mujeres, sino que hay una especie de cultura de machismo que parte de cosas tan básicas como la de llamar a los intendentes o a los dirigentes del conurbano los varones (sic) del conurbano. Hay tantas referencias al machismo que, me parece, no hay que dedicarse a deconstruir, sino a demolerlo", concluyó.