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La cultura regresa a Pekín bajo estrictas medidas de prevención

Pekín, 15 may (EFE).- Un niño se quita la mascarilla y pinta en un bloc el "Caballo a galope" que Xu Beihong inmortalizó en 1948, mientras una sexagenaria insiste en las bondades de la caligrafía del histórico literato Su Shi: aunque a cuentagotas, la cultura ha regresado a Pekín con la apertura de varios museos esta semana.

Desde el pasado miércoles, el Museo Nacional de Arte acepta medio centenar de visitantes diarios, siempre y cuando guarden un metro de distancia de seguridad con otras personas, presenten un código QR verde que certifique un buen estado de salud y usen mascarilla.

Y quienes reserven con antelación disponen de unas tres horas para recorrer el recinto antes de que finalice su turno: son las medidas de prevención contra el coronavirus impuestas por las autoridades de la capital para ver una exposición que debía abrir el 19 de enero, coincidiendo con el Año Nuevo Chino.

Tras pasar los pertinentes controles, los visitantes van pasando de sala en sala, y aunque tratan, en la medida de lo posible, evitar la tan temida aglomeración, son notorias sus ganas de respirar una bocanada de cultura después de casi tres meses de parón.

"Yo vengo aquí desde 2015, he venido muchísimos fines de semana, en vacaciones... he pasado mucho tiempo aquí. Me gusta lo que transmite el museo, las obras que han traído. Pero tenemos que escuchar a los expertos, si la gente se relaja y no se cuida... hay que volver muy poco a poco a la normalidad", comenta a Efe una visitante, Dong Qin.

En otra sala se exhiben obras donadas por artistas de la Academia de Bellas Artes de China con el objetivo de "estudiar en profundidad y poner en la práctica los importantes discursos del presidente chino, Xi Jinping, referidos al arte...", mientras que otras estancias destacan por sus delicadas piezas de arte chino clásico.

"El museo ha sacado sus tesoros más preciados, yo tenía pensado venir hace mucho tiempo. Esta exposición abrió solo unos días hasta que la cerraron por la epidemia. Cuando vi en Internet que el museo reabría, reservé sin demora", comenta a Efe otra visitante llamada Mu Xiaoli.

LA CIUDAD PROHIBIDA PERMITE 8.000 VISITANTES DIARIOS

La Ciudad Prohibida, el complejo palaciego desde el que gobernaron 24 emperadores chinos, tenía previsto un sinfín de seminarios, exposiciones y actividades para conmemorar su 600 aniversario, pero en este momento de reapertura permite solo 8.000 visitas diarias, tras cerrar el 24 de enero por el coronavirus.

Las banderitas que solían llevar los guías turísticos chinos para que los visitantes no perdieran detalle de sus entresijos han dejado paso a familias, niños que corretean sin parar, decenas de aficionados a la fotografía y devotos del "cosplay" -la abreviatura de "costume play" en inglés, es decir, disfrazarse para interpretar un personaje-.

Una chica comenta a Efe que ha venido a "contemplar el espectáculo que es la Historia de China", y que su elegante vestido rojo con bordados es típico de la Dinastía Tang (618-907), mientras que el de su amiga, algo más estrambótico, es característico de la Ming (1368-1644).

La COVID-19 ha permitido un Museo del Palacio -como también es conocido- más apetecible de transitar, pero también ha trastocado los planes de guías turísticos como el español César Casellas, quien frente al Salón de la Suprema Armonía afirma que los últimos meses han sido terribles para su actividad.

"Mi último tour fue el 28 de enero, he estado tres meses prácticamente sin poder hacer nada. Aunque China está volviendo poco a poco a la normalidad, los extranjeros todavía no pueden ingresar al país, así que tendré que centrarme en gente que vive ya en Pekín o que venga de otras ciudades chinas", explica.

SOBREVIVIR AL CORONAVIRUS

Si bien los museos estatales de la capital ya pueden recibir visitantes -el Nacional acepta 3.000 visitantes diarios-, galerías privadas como el Centro UCCA de Arte Contemporáneo de Pekín han tenido que echar mano del ingenio: aunque sus instalaciones estarán cerradas hasta el 21 de mayo, invitan al público a visitar el espacio completamente vacío bajo la etiqueta ?emptyUCCA.

Justo después inaugurará la muestra "Meditaciones en una emergencia", una reflexión sobre la utilidad del arte durante la pandemia y el impacto de las medidas de control y prevención impuestas a la población en muchas partes del mundo.

Por contra, los cines tendrán que esperar pese a que el Consejo de Estado (Ejecutivo) ya permite la apertura de lugares cerrados ante el aparente control de la COVID-19 en el país asiático.

Ren Zhonglun, director de Shanghai Film Group, comentó recientemente a la cadena estatal CCTV que "tomará algún tiempo, probablemente junio", hasta que las salas puedan cumplir con los requerimientos exigidos para aceptar clientes.

Ren estima las pérdidas en este sector en unos 30.000 millones de yuanes (4.228 millones de dólares), la mitad de lo recaudado en 2019: "Habrá fondos del Gobierno, pero hay que estar atento a la evolución del sector, la visualización en línea es ya una nueva normalidad", según el magnate.

La industria cultural ha tratado de potenciar su presencia en línea, y espacios como el Centro Nacional de las Artes Escénicas acaba de estrenar su segunda serie de conciertos virtuales de este año, "Sonidos de las Floraciones de Verano", que ya ha alcanzado decenas de millones de visitas en diversas plataformas.

Sin embargo, salas de conciertos de la capital como la céntrica Dusk Dawn Club han tenido que echar el cierre debido a la COVID-19.

Su gerente confirma a Efe que a la falta de ingresos se suman la incertidumbre de no saber cuándo habrá permisos para reanudar los espectáculos en vivo y la cada vez más estricta regulación en los 'hutong' -tradicionales callejones de viviendas populares de una sola planta-, que han desembocado en la clausura del lugar.

Jesús Centeno

(c) Agencia EFE