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Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Los cultivos de cobertura, aliados para lograr una mejor nutrición

Hay un incremento de los rindes tras un cultivo de cobertura
Hay un incremento de los rindes tras un cultivo de cobertura

Las funciones más importantes que cumplen los cultivos de coberturas (CC) gramíneas y leguminosas en los sistemas de producción actuales son mejorar la fertilidad física, química y biológica de los suelos, mitigar el efecto de malezas y el secuestro/fijación de diferentes nutrientes en biomasa aérea y radicular como nitrógeno (N), fósforo (P), azufre (S), Carbono (C). Estas han sido motivo de estudio de diferentes grupos de trabajo en el país. El objetivo fue mejorar la eficiencia de agua y de la producción de cultivos.

Los trabajos desarrollados en la región pampeana sobre el impacto en la nutrición de cultivos ha demostrado que tanto el uso de gramíneas-leguminosas (cereales de invierno-vicia y melilotus) mejoraron la producción de biomasa (entre 20-80%) con la aplicaciones combinadas de nutrientes y su biodisponibilidad para la secuencia.

Fertilización: en el camino del crecimiento

El uso de diferentes estrategias de nutrición también mejora la sincronización entre la entrega de nutrientes y el uso del mismo por el cultivo. Resultante de una mejor relación C/N. Los niveles de nutrientes que capturan/fijan estas especies pueden alcanzar los 50-150 N ,3 y 12 P, y 4 y 15 S kg/ha dependiendo de especie, nivel de producción y momento de corte.

Además, hemos encontrado que la fecha de secado de las coberturas podrían adelantarse entre 20 y 30 días, y que la entrega de nutrientes potenciales dependiendo del cultivo puede registrarse entre los 30-40 días en leguminosas puras, 80-90 días en combinaciones de leguminosas y gramíneas, y entre 70 y 140 días en gramíneas puras dependiendo del momento de secado/corte de las coberturas.

La entrega de N es la más estudiada y su impacto ha sido valorado y registrado tanto en cultivos de maíz y soja. Los niveles de productividad mejoraron entre 3 y 20 qq en maíz y de 4 a 7 qq en soja por incorporar vicia como antecesor de los mismos.

Estos trabajos con resultados preliminares permitieron encontrar que, el uso de CC en suelos de la región pampeana es factible mejorar la eficiencia de uso global de agua y productividad de los sistemas, generando cultivo de cobertura y el uso de diferentes especies y ciclos dentro de la misma en función del cultivo que lo sucede en la secuencia agrícola.

Productividad

El momento de secado impacta significativamente sobre la productividad total de cada material. Es decir, en ciclo cortos, el momento de secado donde se logra la mayor producción de MS es entre julio-agosto, en cambio en materiales ciclo largos el momento de corte sería septiembre-octubre.

La fertilización permitió mejorar la eficiencia de uso de agua entre un 20 y 100% y aumentar la productividad total de MS entre 30 y 100% en los materiales usados y ambientes evaluados. El agua disponible al momento de la siembra del cultivo de maíz/soja fue igual o superior a los barbecho largo. En tanto que, el N al mismo momento fue igual o inferior al testigo sin CC, en un primer análisis, estos resultados desalentarían el uso de esta práctica.

Sin embargo, al evaluar el N total (N edáfico + N presente en la biomasa aérea de los CC), el balance de N es mayor en los tratamientos con CC, ya que los CC capturan N que está en la solución del suelo y es potencialmente lixiviable, y lo deja en la superficie del suelo en una forma orgánica que puede ser utilizada en el mediano plazo por los cultivos siguientes en la rotación.

En maíz y soja hubo diferencias en el rendimiento entre tratamientos a favor de los CC entre un 12 y 10% más de rendimiento en función del ambiente y la nutrición.

El uso de estos cultivos de invierno en los escenarios productivos actuales está mitigando procesos negativos como erosión, reducción de maleza y mejorando la eficiencia de herbicidas: se mejora la transitabilidad en ambientes anegables y se reduce el riesgo de salinización.

Hasta el momento se han determinado 25 contribuciones potenciales que podría hacer esta práctica en los sistemas.

Investigador del AER, General Pico