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Culpan a una ameba ‘comecerebros’ de la muerte de una mujer que se lavó la nariz con agua del grifo

El otorrino le aconsejó que se hiciese lavados nasales para aliviar los síntomas de una sinusitis con la que llevaba ya un tiempo sin que los tratamientos para combatirla funcionasen. Ella, una mujer de 69 años de Seattle, no cumplió con las indicaciones médicas correctamente. En lugar de usar suero fisiológico o agua estéril, lo hizo directamente con agua del grifo. Así creen los expertos que se introdujo en su organismo la ameba ‘comecerebros’ que acabó provocándole la muerte.

La olla Neti, que no es muy habitual en España, se usa para realizar lavados nasales. (Foto: Tom Sumlin/Charlotte Observer/MCT via Getty Images)
La olla Neti, que no es muy habitual en España, se usa para realizar lavados nasales. (Foto: Tom Sumlin/Charlotte Observer/MCT via Getty Images)

Publicado el caso en International Journal of Infectious Diseases, lo que se sabe es que la fallecida padecía sinusitis y que el especialista le recomendó lavados nasales. Estos se hacen con suero fisiológico habitualmente. Aunque también se pueden realizar con agua, pero esta debe ser esterilizada primero llevándola a ebullición durante entre tres y cinco minutos, como indican en Science Alert. Además, es obligatorio limpiar los utensilios entre uso y uso. En el caso de esta paciente de Seattle, en Estados Unidos, una olla Neti (en la imagen superior).

Sin embargo, ella no siguió las indicaciones y se lavó directamente con el agua del grifo filtrada, no hervida. Así es como, según los expertos, la ameba ‘comecerebros’ acabó en su organismo provocándole la muerte. El primer síntoma fue un enrojecimiento de la nariz, la irritación de la zona y un sarpullido.

Después vinieron las convulsiones, que se manifestaron aproximadamente un año después de los lavados nasales. Le dio un ataque y se quedó inconsciente. El primer diagnóstico fue el de un tumor cerebral. Sometida a una operación, al abrir y analizar el tejido se dieron cuenta de que la razón no era la que pensaban.

“Una parte de su cerebro, del tamaño de una pelota de golf, era un coágulo de sangre. Había amebas de este tipo por toda la zona comiéndose las células cerebrales”, ha explicado el doctor Charles Cobbs, quien participó en la operación, al diario local The Seattle Times.

Aunque no es al 100% seguro que la mujer contrajese por esta vía la ameba letal, los investigadores están casi convencidos de que fue así, a través de los lavados nasales, como llegó hasta su organismo. Su teoría es que la Balamuthia mandrillaris se ‘coló’ por la nariz en su torrente sanguíneo y después llegó al cerebro instalándose en él y devorándolo.

Cobbs ha avisado de la necesidad de realizar correctamente los lavados nasales, pero también ha querido rebajar una posible alera ya que lo ocurrido a esta mujer de Seattle es “extremadamente raro. Esta ameba no se conocía apenas hace 20 años. Ha habido unos 200 casos en todo el mundo”.

La que afectó a esta mujer es una de las tres amebas de las que se tiene constancia que provocan la destrucción del tejido cerebral humano. Y de esas tres, la Balamuthia mandrillaris es la menos común y actúa más lentamente, como la Acanthamoeba spp,. Así lo ha explicado la doctora Jennifer Cope, del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, a The Seattle Times.

De la que más información se tiene es de la llamada Naegleria fowleri. Lo que se sabe de ella es que vive en agua dulce de temperaturas templadas. Esta suele contraerse nadando o buceando y tiene un porcentaje de muerte del 97%, como le ocurrió en octubre a un joven de Texas tras visitar un parque acuático. Además, su acción es mucho más rápida y a veces los síntomas se confunden con los de una meningitis.

En España hubo un caso reciente de una niña que la contrajo en una localidad toledana y que logró vencerla. El alto porcentaje de contagios que acaban en muerte podría verse reducido tras el descubrimiento de un equipo de investigación que ha desarrollado un tratamiento contra ella.