Tras funeral de Chávez, Maduro toma el relevo y pide elecciones inmediatamente

Tras los solemnes funerales de Estado de Hugo Chávez, Nicolás Maduro juró como presidente encargado cumplir la Constitución "a nombre de la lealtad más absoluta" al líder fallecido y pidió la convocatoria inmediata de elecciones, poco después de que la oposición calificara de "espuria" su investidura. Maduro, que será el candidato del chavismo en estas elecciones que deben ser convocadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), juró en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional, boicoteada por la mayoría de la oposición, y en presencia de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Guyana,Donald Rabindranauth Ramotar. Henrique Capriles, el líder opositor que enfrentaría a Maduro en esas elecciones, calificó de "espuria" la investidura de Maduro porque "nadie lo ha elegido presidente" y cuestionó una sentencia dictada esta misma tarde por el Tribunal Supremo de Justicia, que declaró su constitucionalidad. La polémica política estalló poco después del fin de los funerales de Chávez, a los que asistieron el líder cubano, Raúl Castro y los controvertidos presidentes iraní y bieolorruso, Alexander Lukashenko, sentados al lado de Maduro y de su compañera sentimental, la Procuradora General de la República, Cilia Flores. Frente al féretro cerrado y cubierto por la bandera venezolana estaba la madre de Chávez, Elena Frías, con el rostro desencajado por el dolor, y el resto de la familia del fallecido mandatario, incluidas sus tres hijas, que ocultaban sus lágrimas tras gafas oscuras. Todos los jefes de Estado y de gobierno, empezando por los latinoamericanos, formaron por grupos solemnes guardias de honor alrededor del ataúd, coronado por un retrato de Chávez acariciando un Cristo en la cruz. Junto a su hijo menor, Lukashenko posó sus manos sobre el féretro mientras el iraní lo besó. Ambos lloraron. Al inicio de la ceremonia, tras interpretar el himno nacional bajo la batuta del célebre maestro venezolano Gustavo Dudamel, director de la filarmónica de Los Ángeles, Maduro se acercó a los pies del ataúd y asió una réplica dorada de la espada de Simón Bolívar, para desenfundarla y colocarla sobre el féretro de Chávez. El mandatario, que empujó América Latina hacia la izquierda, se consideró protagonista de una segunda independencia de Venezuela, liberadora del "imperialismo" y de la "burguesía". "Alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina", lanzaron los asistentes, un histórico lema que ya los chavistas cambiaron por "Alerta, alerta que camina el corazón de Chávez por América Latina". La espada fue luego entregada a su familia. Durante la ceremonia, se celebró un oficio religioso y fue interpretado un repertorio de canciones típicas de los Llanos venezolanos, de donde era oriundo el mandatario, que solía cantarlas en sus intervenciones televisadas. El cuerpo de Chávez no recibirá sepultura, sino que será exhibido durante al menos seis días más, ante la enorme afluencia de venezolanos a la capilla ardiente y será embalsamado para reposar en un museo caraqueño, instalado en el que fuera su cuartel general en el fallido golpe de Estado en 1992. Todos los presidentes latinoamericanos, salvo el paraguayo Federico Franco, llegaron a Caracas para participar en los homenajes a Chávez, a quien se reconoce el papel desempeñado en la integración regional. Sin embargo, la presidenta argentina Cristina Kirchner, que llegó pocas horas después de que su muerte fuera anunciada, y la brasileña Dilma Rousseff, que estuvo anoche en la capilla ardiente, partieron horas antes de los funerales. Estados Unidos, considerado un adversario por Caracas, participó con una delegación de bajo rango. Ambos países retiraron a sus embajadores en una de las muchas controversias que marcaron los catorce años (1999-2013) del gobierno de Chávez. "Nos encomendamos a Dios porque esperamos que pueda salvar los puentes entre Estados Unidos y Venezuela, que podamos avanzar por nuevos puentes", expresó en una intervención el reverendo y político estadounidense Jesse Jackson. España estuvo representada por el heredero de la Corona, Felipe de Borbón, objeto de una silbatina cuando su nombre fue anunciado a los miles de venezolanos que se apiñaban en los alrededores de la Academia militar. También estuvo presente el actor estadounidense Sean Penn, gran admirador de Chávez. La oposición en cambio no estuvo representada. Según Capriles, la respuesta del gobierno a su solicitud fue "mejor que no vengan". La emotividad de la ceremonia se trasladó luego a la asunción de Maduro. "Perdonen nuestro dolor y nuestras lágrimas, pero esta presidencia le pertenece a nuestro comandante", dijo Maduro entre lágrimas, que al jurar sostuvo un pequeño ejemplar de la Carta Magna en su mano derecha, mientras en frente, el presidente del Legislativo, el oficialista Diosdado Cabello, mostraba otro en su mano izquierda. Maduro anunció además que la vicepresidencia interina será asumida por el ministro de Ciencia y Tecnología y yerno de Chávez, Jorge Arreaza. Capriles afirmó que Maduro debería conducir al país hasta las próximas elecciones como vicepresidente encargado de la presidencia y no como presidente encargado (interino) y que si quiere ser candidato a las elecciones presidenciales debe renunciar. Subrayó que el artículo 233 de la Constitución establece que si la falta absoluta del presidente se produce durante los primeros cuatro años del periodo constitucional, "se encargará de la Presidencia de la República el vicepresidente". El tercer mandato de Chávez, que asumió por primera vez la presidencia en enero de 1999 y fue reelegido en octubre, se inició el 10 de enero pese a que no pudo tomar posesión, según una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). El presidente encargado defendió que el gobierno actuaba con apego a la Constitución y advirtió a la oposición que sería "un grave error" que boicoteara nuevamente las elecciones, como lo hizo durante las legislativas de 2006, y dijo tener informaciones en ese sentido. El hemiciclo gritaba: "¡Mi voto está en Maduro, Chávez te lo juro!", gritó el hemiciclo. Tras el fin de los funerales, decenas de miles de partidarios de Chávez que lanzaron consignas y entonaron canciones revolucionarias al exterior de la Academia Militar, comenzaron nuevamente el interminable desfile por la capilla ardiente pasando en dos filas de lado y lado del catafalco del líder fallecido. "¡Chávez vive, la lucha sigue!", "¡Queremos ver a Chávez!", coreaba la multitud, aglomerada a pocos metros de la entrada y que se distribuía a lo largo de varios kilómetros, en un inmenso río teñido de rojo, un simbólico efecto que daban las camisetas, gorras y boinas del emblemático color del chavismo. Más de dos millones de personas, según el ejecutivo, se desplazaron desde todo el país para despedirse del líder. Tras los solemnes funerales de Estado de Hugo Chávez, Nicolás Maduro juró como presidente encargado cumplir la Constitución "a nombre de la lealtad más absoluta" al líder fallecido y pidió la convocatoria inmediata de elecciones, poco después de que la oposición calificara de "espuria" su investidura. Los funerales de Estado de Hugo Chávez se desarrollaron este viernes en la Academia Militar de Caracas en presencia de delegaciones de 54 países, incluidos la mayoría de líderes de América Latina y del Caribe y el iraní Mahmud Ahmadinejad, en un solemne homenaje al presidente que ejerció durante 14 años el poder en Venezuela. Localización de los restos de Hugo Chávez en Caracas Los funerales de Estado de Hugo Chávez se desarrollaron este viernes en la Academia Militar de Caracas en presencia de delegaciones de 54 países, incluidos la mayoría de líderes de América Latina y del Caribe y el iraní Mahmud Ahmadinejad, en un solemne homenaje al presidente que ejerció durante 14 años el poder en Venezuela. El cuerpo de Chávez no recibirá sepultura, sino que será exhibido durante al menos seis días más, ante la enorme afluencia de venezolanos a la capilla ardiente y será embalsamado para reposar en un museo caraqueño, instalado en el que fuera su cuartel general en el fallido golpe de Estado en 1992.