Cuba no renuncia a su clínica expropiada en Bolivia pero la "cede" por el COVID-19

La Habana, 23 jul (EFE).- El Gobierno cubano aseguró este jueves que no renuncia a la propiedad de una clínica en La Paz que el Gobierno interino de Jeannine Áñez le expropió de facto hace meses y reconvertirá ahora en centro de tratamiento para médicos bolivianos que han contraído la COVID-19.

El Ministerio de Exteriores cubano (Minrex), no obstante, puntualizó en una declaración oficial que "cede" provisionalmente las instalaciones dada la grave situación epidemiológica de Bolivia.

Situada en el residencial barrio de Achumani, en el sur de La Paz, la clínica estuvo regentada por Cuba durante más de una década hasta que en noviembre de 2019 quedó vacía tras la abrupta retirada, decidida por La Habana en medio de crecientes tensiones con el nuevo Ejecutivo boliviano, de los más de 700 sanitarios cubanos que prestaban sus servicios en el país andino.

Bolivia anunció esta semana que la llamada "clínica cubana" pasará "en diez días como máximo" -según la propia Áñez- a atender a médicos bolivianos que luchan contra la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, especialmente virulenta en ese país, donde ha dejado ya más de 2.000 muertos.

DECISIÓN UNILATERAL

En respuesta, el Minrex emitió hoy un comunicado para reclamar la propiedad de la clínica y denunciar su supuesta expropiación ilegal por parte de las autoridades bolivianas.

"La instalación que ocupa la Clínica del Colaborador fue comprada y ampliada por el Estado cubano, en estricto cumplimiento de la legislación boliviana", expone el Ministerio en su comunicado, en el que reclama "el inmediato restablecimiento de los derechos que le asisten como legítimo propietario del referido inmueble".

La Cancillería asegura que el lugar fue allanado "violentamente por las autoridades policiales" en noviembre del año pasado y que desde entonces se ha negado el acceso a la clínica al personal de la embajada cubana en La Paz.

También califica de "decisión unilateral" la iniciativa del Gobierno interino de dar un nuevo uso a las instalaciones, pues "constituye una violación de los derechos que asisten a la República de Cuba como propietario legal del referido inmueble (...)".

No obstante, puntualiza el escrito, "el gobierno cubano pone a disposición del hermano pueblo boliviano su utilización para asistir a los enfermos de la COVID-19 mientras dure la situación de crisis generada por esta pandemia en Bolivia", aunque "sin renunciar a la titularidad de la propiedad" ni a los derechos derivados.

UNA CLÍNICA EXCLUSIVA

Tras una inspección de la clínica, que ocupa dos pequeños inmuebles de dos y tres pisos, la presidenta interina y otros ministros y altos funcionarios certificaron que cuenta con laboratorios, camas para pacientes y ambientes para cirugías, además de equipos "de primer nivel".

Estas autoridades también criticaron que la "clínica cubana" operaba como un centro médico particular para el expresidente Evo Morales y un grupo de colaboradores suyos, principalmente sus exministros.

El Gobierno boliviano prevé que, una vez reabierta, la clínica tenga capacidad para unas cuarenta camas, la mayoría destinadas a cuidados intensivos.

Las relaciones entre Bolivia y Cuba, muy estrechas durante los casi catorce años en que Evo Morales gobernó, se fueron a pique tras la renuncia forzada del líder indígena y la asunción del poder por parte del Gobierno interino que encabeza Jeannine Áñez.

En noviembre pasado, Cuba retiró de Bolivia por razones de seguridad a los más de 700 profesionales de la isla que prestaban servicios en ese país, en su mayoría en el sector de la salud.

La decisión fue el colofón a la polémica detención días antes, por parte de la Policía boliviana, de varios médicos cubanos a los que inicialmente las autoridades del país acusaron de promover protestas a favor de Evo Morales, algo que el Gobierno cubano negó de forma tajante.

Dos meses después, el Gobierno de Áñez suspendió las relaciones diplomáticas con Cuba, un paso que se considera la antesala de la ruptura completa de los lazos bilaterales.

El Gobierno cubano consideró entonces que la suspensión de las relaciones se basó en "mentiras, tergiversaciones e infundadas acusaciones", y que respondió a presiones de Estados Unidos.

Bolivia acumula 2.328 fallecidos y 64.135 casos confirmados del nuevo coronavirus, que fue identificado por primera vez en el país a principios de marzo pasado.

(c) Agencia EFE