Cuando te dan ganas de decirle al anti vacunas: "te lo tienes merecido"

No sé si os ha pasado alguna vez, pero hay momentos en los que dan ganas de perder cualquier atisbo de educación y decencia que uno tiene y permitirse el lujo de pensar -e incluso de decírselo a determinadas personas- "te lo tendrás bien merecido". A mí me acaba de pasar con una anti vacunas.

Os cuento. Hay una emergencia sanitaria de la que debería estar hablando todo el país: falta sangre. Las reservas de sangre en nuestro país -inmensamente generoso con las donaciones- han caído bajo mínimos. Si no se recuperan, la situación puede ser catastrófica.

Una embarazada dando a luz puede necesitar sangre, si se complica el parto le pueden transfundir entre 4 y 6 bolsas. Un aneurisma roto necesitaría 30, las mismas que un accidente de tráfico o un trasplante de hígado o corazón. Los enfermos de leucemia pueden usar hasta 200 bolsas de plaquetas, las mismas que en un trasplante de médula ósea. Se calcula que 1 de cada 10 personas que acuden a un hospital va a necesitar sangre, una sangre que no puede fabricarse ni sustituirse: es sangre donada.

Este viernes he donado sangre en el Hospital Puerta de Hierro.
Este viernes he donado sangre en el Hospital Puerta de Hierro.

Así que este viernes he ido a donar sangre. En el Banco de Sangre me han pedido que lo cuente en redes sociales, porque la situación es difícil. Muchos de los donantes habituales no acuden por estar contagiados o tener algún contacto cercano infectado.

He colgado la foto en Instagram, para animar a la gente a donar, y mirad el asqueroso comentario de una señora:

Una anti vacunas diciendo que no quiere sangre de vacunados.
Una anti vacunas diciendo que no quiere sangre de vacunados.

"No quiero sangre de vacunados", dice, metiendo miedo.

Estoy convencida de que esta señora, si algún día ella o sus hijos necesitan sangre, no va a protestar ni a quejarse, y se va a aprovechar, eso sí, de la generosidad de todos los donantes que hay en nuestro país, que donan para cualquiera que pueda necesitarlo.

Desde aquí, por cierto, os hago un llamamiento. Y os lo pido por favor. De todas las personas que podrían sangre, sólo lo hace un 5%. Quedan millones de españoles que podrían convertirse en donantes, y a los que ahora se les necesita. Puedes ser tú. Es un proceso rápido en el que puedes salvar hasta tres vidas, porque la sangre se descompone en tres componentes: hematíes, plasma y plaquetas.

No duele, de verdad, sólo notas el pinchazo del primer momento. Y saldrás de allí inmensamente feliz.

¿Quién se anima?