Cuando el alcalde de Nueva York declaró la guerra a la mafia prohibiendo la venta de alcachofas

Hace un siglo (en enero de 1920) el Congreso de los Estados Unidos aprobaba y ponía en marcha la ‘Ley Volstead‘, por la cual quedaba totalmente prohibida la destilación, almacenaje, venta y consumo de bebidas alcohólicas en todo el país, dando pie, esta controvertida medida, a un considerable aumento del crimen organizado.

Puesto de verduras y hortalizas de un mercado de Nueva York donde se vendían alcachofas controladas por la mafia (imagen vía atlasobscura)
Puesto de verduras y hortalizas de un mercado de Nueva York donde se vendían alcachofas controladas por la mafia (imagen vía atlasobscura)

Las bandas mafiosas se hicieron con el control de gran parte del país y a pesar de que la ‘Ley Seca’ fue derogada trece años después (diciembre de 1933), la mano de la mafia era tan alargada que tenía intereses y control sobre la mayoría de los asuntos y negocios estadounidenses.

A menudo se da a entender que el comercio ilegal de alcohol, junto al juego clandestino, la droga y prostitución, fueron los negocios controlados por los mafiosos, pero en realidad éstas solo eran unas cuantas de las numerosísimas cosas que controlaron.

Una de ellas eran las ‘alcachofas’, un producto que en la costa Este de Estados Unidos era consumido por miles de italoamericanos y que la banda liderada por el gánster, de origen siciliano, Ciro Terranova, controló a su antojo.

La alcachofa había llegado al país dos siglos antes llevada por colonos españoles establecidos en California, donde se cultivó gracias al propicio clima de la costa Oeste estadounidense muy similar al de la cuenca mediterránea occidental, de donde era originaria.

La masiva llegada de inmigrantes italianos a Estados Unidos, durante los años de la fiebre del oro, provocó que esta verdura se convirtiera en uno de los alimentos básicos de cualquier hogar italoamericano.

A principios de 1900 el condado de Monterey (California) se convirtió en el principal lugar de cultivo de alcachofas de todo el continente americano y dos décadas después el negocio de exportación de la verdura estaba controlado por la banda mafiosa de Ciro Terranova.

Este, a través de un entramado de empresas, obligaba a los agricultores a venderle todas las cosechas de alcachofa a bajo precio, para posteriormente aplicarle un aumento de aproximadamente el 40 % y distribuirla en los mercados de la costa Este del país (Nueva York, Boston, Chicago…), donde el margen de beneficio para los comerciantes era ínfimo, ya que Ciro Terranova les obligaba a vender casi por debajo del precio pagado (con el fin de que las familias italoamericanas no les saliera caro).

La banda del gánster siciliano (que llegó a ser conocido como ‘el rey de la alcachofa’) extorsionaba tanto a agricultores como a vendedores y no se cultivaba ni vendía una sola de esa verdura sin su conocimiento y consentimiento. Se calcula que a lo largo de poco más de una década llegó a ganar alrededor de un millón de dólares anuales (de la época) solo con el negocio de las alcachofas.

Algunos comerciantes de los mercados neoyorquinos, ante tal extorsión, tuvieron que bajar las persianas de sus negocios y otros muchos decidieron, a principios de 1935, reunirse con el recién escogido alcalde de la ciudad, Fiorello Laguardia, y exponerle el problema.

El edil, tras ordenar una exhaustiva investigación del asunto que tardó varios meses, decidió publicar un bando municipal por el cual a partir del 21 de diciembre de ese mismo año se prohibía la venta de alcachofas en todos los mercados de Nueva York.

Conocido fue el protagonismo que adquirió Fiorello Laguardia durante la década en la que estuvo al frente del consistorio neoyorquino (hasta 1945) siendo el primero en presentarse, junto a los miembros de la policía, en los lugares en los que había que realizar alguna intervención.

A la izquierda, bando del alcalde Fiorello Laguardia prohibiendo al venta de alcachofas en Nueva York, a la derecha, policías anunciándolo a toque de trompeta en los mercados (imágenes vía archives.nyc)
A la izquierda, bando del alcalde Fiorello Laguardia prohibiendo al venta de alcachofas en Nueva York, a la derecha, policías anunciándolo a toque de trompeta en los mercados (imágenes vía archives.nyc)

Los mercados del Bronx, Harlem o de Little Italy recibieron la visita del alcalde Laguardia, custodiado por un nutrido número de agentes de la ley que comunicaban a los vendedores (tras un toque de trompeta) que a partir de aquel momento tenían prohibido vender alcachofas.

Una prohibición que duró un año y que ayudó a que la mafia perdiera el control del monopolio de la alcachofa, además de hacer perder a Ciro Terranova una millonaria fortuna.

Fuentes de consulta e imágenes: archives.nyc / atlasobscura / thekitchn /

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